"Fue una revoluci¨®n"
Del Bosque, Santillana, Pirri y Garc¨ªa Rem¨®n cuentan c¨®mo Miljanic cambi¨® el f¨²tbol espa?ol
Es f¨¢cil imaginarse a los veintea?eros Vicente Del Bosque, Jos¨¦ Antonio Camacho y Mariano Garc¨ªa Rem¨®n, a mediados de los setenta, tomando notas de aquel entrenador que para ellos era una revelaci¨®n. "Todav¨ªa guardo los apuntes", dice Garc¨ªa Rem¨®n, exportero y uno de los muchos entrenadores salidos de aquella generaci¨®n de jugadores del Real Madrid. "Nos entusiasm¨® la idea, ¨ªbamos apuntando todo lo que hac¨ªamos", a?ade Vicente del Bosque, exmediocentro y actual seleccionador espa?ol.
El entrenador serbio Miljan Miljanic, fallecido el jueves a los 81 a?os, dirigi¨® al Real Madrid entre 1974 y 1977 y dej¨® una huella muy profunda. "Marc¨® un estilo, una frontera de antes y despu¨¦s", reflexiona Del Bosque. Primero fue la separaci¨®n de funciones. "Antes, el entrenador [Miguel Mu?oz estuvo 13 a?os en el banquillo blanco] se encargaba de todo. Miljanic trajo el equipo de trabajo, cada uno hac¨ªa una funci¨®n", explica Del Bosque, en referencia al preparador f¨ªsico -el tambi¨¦n serbio Felix Radisic-, un segundo -Antonio Ruiz-, y quien ejerc¨ªa de preparador de porteros -Juan Santisteban-.
Santillana: "?l y Boskov son los que m¨¢s han influido en Del Bosque, Juanito o Camacho"
"Introdujo las series, los abdominales, las pesas, los balones medicinales..."
Radisic era un atleta de 800 metros, seg¨²n lo recuerda el exgoleador Carlos Santillana, que corr¨ªa por delante de los jugadores. "Introdujo cosas que ni las conoc¨ªamos: los ejercicios abdominales, las pesas, los balones medicinales, las series de 100, 200, 1.000, 5.000 metros... ", enumera Santillana. "Nadie entrenaba as¨ª. Fue una peque?a revoluci¨®n. El primer a?o ganamos la Liga y la Copa con bastante facilidad y ya vinieron de otros equipos a vernos entrenar. Lo copiaron. Influy¨® mucho en nuestras vidas y en nuestras carreras", insiste el exdelantero c¨¢ntabro, que acababa de llegar del Racing.
Esa pretemporada del verano de 1974 es legendaria. Tres sesiones diarias. Por la ma?ana las carreras, a mediod¨ªa el gimnasio y por la tarde el bal¨®n. "Sufrimos como cosacos, sobre todo los m¨¢s veteranos: Amancio y Vel¨¢zquez. Era muy duro", apunta Santillana. "45 minutos de abdominales. Acabamos con agujetas por todo el cuerpo", abunda Amancio, extremo derecho. "Antes, con Miguel Mu?oz", interviene Pirri, excapit¨¢n madridista, "nos entren¨¢bamos muy poco: corr¨ªamos m¨¢s en los partidos que en los entrenamientos. Con ¨¦l, fue al rev¨¦s".
"Miljanic trajo el aprendizaje con repeticiones", afila Del Bosque, "que en el f¨²tbol es insustituible, aunque aburra un poco. Ten¨ªa un m¨¦todo. Con los a?os, los entrenamientos ya se han vuelto integrados [el bal¨®n est¨¢ presente en todo]. Y ahora el preparador f¨ªsico es m¨¢s futbolero, m¨¢s en funciones de otro entrenador".
Miljanic tambi¨¦n rompi¨® los moldes t¨¢cticos. "Era muy ordenado incluso en sus exposiciones en la pizarra", recuerda de Bosque. "Insist¨ªa en el equilibrio entre el juego corto y el largo, un cierto estilo ingl¨¦s con bandas y centros para Roberto Mart¨ªnez y Santillana", agrega el seleccionador. "A m¨ª", analiza Pirri, "me retras¨® de mediocentro a libre, pero con mucha libertad. Si atac¨¢bamos, me pon¨ªa por delante, en el centro del campo, para tener superioridad num¨¦rica. Y si defend¨ªamos, me pon¨ªa por detr¨¢s del central, Goyo Benito. Me iba mucho al ataque y a Del Bosque lo volv¨ªa un poco loco porque deb¨ªa guardarme la posici¨®n".
Miljanic ven¨ªa de haber dirigido a Yugoslavia en el Mundial de Alemania 1974, eliminando a Espa?a en la fase clasificatoria ("un gol de cabeza de Katalinski en Belgrado", evoca Juan Cruz Sol, lateral derecho del Madrid en 1975), y Beckenbauer lider¨® a la Alemania campeona desde esa posici¨®n de libero. "Beckenbauer era m¨¢s t¨¦cnico que yo, pero yo ten¨ªa m¨¢s gol", matiza Pirri. A Breitner, lateral izquierdo con Alemania, Miljanic lo traslad¨® al centro del campo en el Madrid. "Roberto Mart¨ªnez y yo entr¨¢bamos a rematar en aspa, uno al primer palo y el otro al segundo, cruz¨¢ndonos. Nos hinchamos a meter goles, m¨¢s de 40 entre los dos", evoca Santillana.
Miljanic fue una inspiraci¨®n para aquellos chicos con inquietudes, pero no la ¨²nica. "?l y Vujadin Boskov [otro t¨¦cnico serbio del Madrid, entre 1979 y 1982] son los que m¨¢s han influido en Del Bosque, Juanito o Camacho", argumenta Santillana, "aunque Boskov era completamente diferente: quer¨ªa entrenamientos divertidos, juegos, inspiraci¨®n y psicolog¨ªa, no ten¨ªa ni preparador f¨ªsico".
Tras ganar otra Liga en el segundo a?o, todo se torci¨® al tercero para Miljanic. Sobre todo tras la inaudita decisi¨®n de no viajar a Belgrado con la expedici¨®n madridista a enfrentarse a su exequipo, el Estrella Roja, en la Copa de Europa. Aleg¨® razones sentimentales. Y le sent¨® muy mal al presidente, Santiago Bernab¨¦u, y a la hinchada. El Madrid cay¨® eliminado en la tanda de penaltis: un joven Santillana -Vel¨¢zquez y Amancio, medio lesionados, no quisieron tirarlos- fall¨® el decisivo. Chamart¨ªn comenz¨® a quejarse del f¨²tbol robotizado y, tras perder en Salamanca en la primera jornada, Miljanic dimit¨®.
El ambiente en el vestuario sigui¨® siendo bueno hasta el final. "Era un hombre tranquilo, pac¨ªfico, que nunca dio un grito. Muy espartano", lo retrata Santillana. "Sab¨ªa de la vida, no solo de f¨²tbol y ten¨ªa una buena formaci¨®n", concluye Del Bosque.
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