Admite que mat¨® y rob¨® a la exedil de Castell¨®n para jugar a las tragaperras

La mat¨® porque no ten¨ªa dinero para jugar a las m¨¢quinas tragaperras. Florin, un joven de nacionalidad rumana acusado de matar y robar a Concepci¨®n Roig, exconcejal del Ayuntamiento de Castell¨®n durante la primera Corporaci¨®n democr¨¢tica, reconoci¨® ayer que acab¨® con la vida de la mujer de 70 a?os "porque no ten¨ªa nada para meter a las tragaperras". Florin era el hijo de la asistenta, Olguta, de total confianza para la familia puesto que hab¨ªa trabajado para ellos durante unos ocho a?os. "Nos la ha pegado bien", dijo ayer una de las hijas de la fallecida. Conchita, como la llamaban, la despidi¨® cuando confirm¨® que le robaban y despu¨¦s de darle varias oportunidades. Un mes despu¨¦s fue hallada muerta en su casa.

El fiscal sostiene que fue el hijo quien accedi¨® a su casa y quien cogi¨® una catana de 51 cent¨ªmetros de hoja que le clav¨® en el cuello. Ella ya estaba desfallecida por tratar de defenderse. Tras el crimen, Florin registr¨® la casa en busca de joyas que revender para jugar a las m¨¢quinas. En la casa se hallaron sus huellas y restos de sangre en una caja fuerte. En la primera sesi¨®n del juicio, celebrada ayer en la Audiencia Provincial de Castell¨®n, reconoci¨® ser el responsable de la muerte, pero no dio detalles.

El fiscal pide 18 a?os de prisi¨®n por asesinato y otros cinco por robo con violencia. Adem¨¢s, solicita para ¨¦l y para su madre la pena de 18 meses por un delito continuado de hurto.

El asesinato de Concepci¨®n Roig ocurri¨® en mayo de 2010 y pronto se sospech¨® del entorno de la asistenta. En aquella ¨¦poca sus hijos trataron de convencer a su madre para que la despidiera por sospechar que le robaban. Inmaculada, una de sus hijas, explic¨® ayer c¨®mo le tendieron una trampa con la que descubrieron que era la responsable de las desapariciones de joyas en su casa. "Asumi¨® lo que hab¨ªa hecho, le dio las llaves de nuestras casas y dijo que lo entend¨ªa", coment¨®. Concepci¨®n acab¨® despidi¨¦ndola cansada de darle oportunidades. "Hasta le hemos buscado trabajo a su hijo", se lament¨®. La hija relat¨® que el d¨ªa de antes del asesinato Florin fue a casa de su madre con la excusa de que se hab¨ªa dejado un paraguas.

Por su parte, la asistenta declar¨® que la exedil sol¨ªa regalarle joyas para agradecer su trabajo y que era "muy despistada" con sus alhajas. Algo que su hija neg¨®: "Ten¨ªa la cabeza en su sitio".