"Desde aqu¨ª cuidar¨¢ de todos los gallegos"
Carmen Fraga resalta emocionada que su padre fue "a donde quer¨ªa venir"
"?l vino a donde quer¨ªa venir, a su tierra, y ahora cuidar¨¢ de todos los gallegos", encomend¨®, con la voz entrecortada por la emoci¨®n, Carmen Fraga Est¨¦vez al salir del peque?o cementerio de San Pedro de Perbes, en Mi?o (A Coru?a) donde reposan desde anoche los restos mortales de su padre y fundador del PP. Manuel Fraga Iribarne fue despedido entre los sones de la Marcha del Antiguo Reino de Galicia entonados por la Real Banda de Gaitas de Ourense y rodeado por su numerosa familia tanto personal como pol¨ªtica, adem¨¢s de centenares de vecinos y personas que desde el anonimato y procedentes de varios puntos de Espa?a se desplazaron expresamente para -aunque fuera desde las cunetas, ante el acceso restringido a la peque?a capilla parroquial- rendir un ¨²ltimo adi¨®s al pol¨ªtico fallecido.
Santamar¨ªa, Mato, Gallard¨®n y Pastor representaron al Gobierno
Orozco y Francisco V¨¢zquez, de los pocos socialistas que asistieron
Con puntualidad fraguiana, es decir, un cuarto de hora antes de lo previsto, comenz¨® el sepelio tras la llegada desde Madrid del f¨¦retro, cubierto por la bandera gallega. Ya dentro de la capilla, se le coloc¨® tambi¨¦n una espa?ola. Y es que junto a sus cinco hijos, nietos y seis hermanas -Fraga era el mayor de 12-, la comitiva estaba encabezada por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, junto a los ministros Alberto Ruiz Gallard¨®n, Ana Pastor y Ana Mato. Extensa y especialmente significativa fue la amplia representaci¨®n de altos cargos, actuales o ya retirados, de los distintos poderes de Galicia y de la Xunta que Fraga presidi¨® durante casi 16 a?os, empezando por su sucesor y actual titular, Alberto N¨²?ez Feij¨®o.
En lugar preferente, entre el reducido n¨²mero de personas que cab¨ªan en la exigua capilla que pr¨¢cticamente llenaba la numerosa familia del pol¨ªtico fallecido, estaban el expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y su esposa, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, adem¨¢s de la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, y el presidente de Asturias, Francisco ?lvarez-Cascos.
La homil¨ªa, concelebrada por el presidente de la Conferencia Episcopal y natural, como Fraga, de la localidad lucense de Vilalba, Antonio Rouco Varela, tuvo su punto m¨¢s emotivo cuando tom¨® la palabra la nieta menor, Kicola, para recordar al Fraga abuelo, "no al hombre pol¨ªtico", seg¨²n relat¨® luego el alcalde de Lugo, Xos¨¦ L¨®pez Orozco. Fue junto con el exembajador en el Vaticano Francisco V¨¢zquez y los concejales de la oposici¨®n en Mi?o los ¨²nicos socialistas que asistieron al entierro.
Entre los centenares de personas concentradas en los alrededores de la capilla y el cementerio, que se encargaron de saludar con aplausos la llegada del f¨¦retro, tambi¨¦n estaban los secretarios de CC OO y UGT de Galicia, Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez Agui¨®n y Jos¨¦ Antonio G¨®mez. Pero nadie del BNG. No falt¨®, entre el p¨²blico, el alcalde de Oleiros, el independiente ?ngel Garc¨ªa Seoane, que, pese declararse siempre en las ant¨ªpodas pol¨ªticas de Fraga, no quiso dejar de rendir homenaje al hombre con el que le uni¨® un viaje a la Cuba de Fidel Castro. Interminable es la lista de personalidades ya retiradas de la pol¨ªtica que se reencontraron para despedir al cicl¨®n Fraga. Pero no hubo la marea humana que se tem¨ªa, ni desbordamiento de gente como hace 15 a?os cuando, siendo Fraga presidente de la Xunta, enterr¨® a su esposa, Carmen Est¨¦vez, junto a la cual ahora descansa. Surtieron efecto los llamamiento de la familia, deseosa de un sepelio lo m¨¢s privado posible para un hombre tan p¨²blico, y del c¨ªrculo m¨¢s cercano al fundador del PP para que los actos f¨²nebres se celebrasen en un ¨¢mbito local y recogido.
Para el s¨¢bado, est¨¢ previsto en la compostelana Praza do Obradoiro, ante la Catedral, un gran funeral institucional. "Fue una despedida y una forma de irse coherente con lo que ¨¦l ha sido, un hombre de una gran obra que se fue para un lugar peque?o, al lado de su mujer, de su casa y de su iglesia", concluy¨® tras el entierro Alberto N¨²?ez Feij¨®o.
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