Los misterios de la anorexia
Un equipo de la Universidade de Santiago perfecciona un sistema pionero en el mundo para tratar la enfermedad
Las instalaciones de la unidad Venres Cl¨ªnicos no son f¨¢ciles de encontrar en la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidade de Santiago. Cuando en 1984 Emilio Guti¨¦rrez puso en marcha esta iniciativa decidi¨® no se?alar con ning¨²n tipo de r¨®tulo las oficinas en la que ¨¦l y otros compa?eros atender¨ªan de forma gratuita a todos los pacientes que lo necesitasen. Casi 30 a?os despu¨¦s los Venres Cl¨ªnicos son una instituci¨®n de prestigio con una importante lista de espera que ha atendido ya m¨¢s de 2.000 casos distintos.
La unidad es, adem¨¢s de un centro de atenci¨®n a personas con problemas, un espacio privilegiado para el aprendizaje de profesionales que, a lo largo de los a?os, ha ofrecido formaci¨®n gratuita a decenas de psic¨®logos. En 2000 esta formaci¨®n pas¨® a ser remunerada. El motivo de este cambio fue la b¨²squeda de financiaci¨®n para un ambicioso proyecto de investigaci¨®n, pionero en el mundo, basado en un modelo animal de anorexia nerviosa.
La idea de aplicar calor a los pacientes ya se ensaya en Canad¨¢ y Australia
El objetivo principal de la investigaci¨®n encabezada por Emilio Guti¨¦rrez es trata de arrojar luz y buscar nuevas respuestas a una enfermedad en cuyo tratamiento no ha habido apenas avances en los ¨²ltimos a?os. Como causa para este estancamiento en la investigaci¨®n de la enfermedad, Guti¨¦rrez apunta a la idea arraigada que se?ala la obsesi¨®n con la imagen y la delgadez extrema como una de las explicaciones principales de la dolencia. "La preocupaci¨®n por la imagen es algo com¨²n y muy extendido, muchos adolescentes se preocupan por estar m¨¢s delgados pero, ?por qu¨¦ cuando algunos empiezan a hacer dieta todo se va de madre?". Esa pregunta que se hace Guti¨¦rrez empieza a encontrar respuestas esclarecedoras en sus investigaciones.
Numerosos estudios llevados a cabo en las ¨²ltimas d¨¦cadas han puesto de relieve la elevada actividad f¨ªsica como un rasgo com¨²n en la mayor¨ªa de los pacientes diagnosticados con anorexia nerviosa, cuya resistencia a guardar reposo complica su tratamiento ambulatorio. Guti¨¦rrez lleva a?os intentando dar una explicaci¨®n al af¨¢n de los enfermos por mantenerse continuamente en movimiento que vaya m¨¢s all¨¢ de su obsesi¨®n por seguir perdiendo peso. Para ello ha investigado con ratas, capaces de reproducir algunas de las caracter¨ªsticas m¨¢s b¨¢sicas que la enfermedad manifiesta en seres humanos: restricci¨®n en la alimentaci¨®n, p¨¦rdida de peso e hiperactividad. Las investigaciones comenzaron en 2001 en colaboraci¨®n con la Universidad de Sydney y aportaron como novedad la importancia de la temperatura en el cambio de conducta de los animales.
En 2008 se publicaron las conclusiones de un proyecto liderado por Guti¨¦rrez en el que se experiment¨® con ratas a las que se les restringi¨® la cantidad de comida y se les permiti¨® tener acceso ilimitado a la rueda para correr. Los investigadores observaron que cuanto m¨¢s adelgazaban las ratas, m¨¢s tiempo dedicaban a ejercitarse. Cuando los animales perdieron m¨¢s del 20% de su peso se elev¨® la temperatura de las cajas en las que se encontraban y todos ellos disminuyeron su volumen de actividad f¨ªsica hasta conseguir recuperarse totalmente. El cambio de comportamiento de los animales da fuerza a la teor¨ªa que explica la hiperactividad de los anor¨¦xicos como una respuesta a la p¨¦rdida de temperatura. Esta idea est¨¢ apoyada por otras investigaciones basadas en la administraci¨®n de f¨¢rmacos reguladores de la temperatura corporal y la hipotermia que mostraron su eficacia para frenar la actividad f¨ªsica.
El camino explorado por Guti¨¦rrez en sus investigaciones ofrece una visi¨®n novedosa de la anorexia que revoluciona la forma de entender la enfermedad. El hecho de dejar en segundo plano la influencia de la obsesi¨®n por la propia imagen y el miedo a engordar, puntos con los que actualmente muchos expertos explican la incidencia de la enfermedad, ha provocado que los avances alcanzados no hayan conseguido todo el respaldo que cabr¨ªa esperar. "Yo no tengo ninguna prisa, es normal que haya opiniones distintas, lo que quiero es poder seguir investigando con tranquilidad", se?ala Guti¨¦rrez con convicci¨®n. Lo cierto es que prestigiosas revistas cient¨ªficas han avalado el trabajo llevado a cabo por Guti¨¦rrez y su equipo durante los ¨²ltimos a?os, y pa¨ªses como Canad¨¢ y Australia ya recogen en sus gu¨ªas cl¨ªnicas la aplicaci¨®n de calor como una herramienta m¨¢s en el tratamiento de la anorexia.
Ante el complicado panorma que se abre para los proyectos de investigaci¨®n, Guti¨¦rrez lamenta la "cantidad de gente con potencial" que no consigue financiaci¨®n para sus trabajos y se muestra tranquilo ante el futuro de sus indagaciones. El apoyo de los Venres Cl¨ªnicos y el trabajo en colaboraci¨®n con instituciones nacionales e internacionales dan ox¨ªgeno a un equipo pionero que trabaja sin prisa pero sin pausa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.