Un Banco Central a las ¨®rdenes del Gobierno de Orb¨¢n
La UE presiona a Hungr¨ªa para que frene el acoso a la autonom¨ªa de la instituci¨®n
Hungr¨ªa est¨¢ llena de ejemplos de injerencia en la independencia del Banco Central. Desde la ca¨ªda del Tel¨®n de Acero, dos presidentes de la instituci¨®n se han visto forzados a dejar su cargo antes de lo previsto por las tretas de los Gobiernos de turno. Y el actual, Andr¨¢s Simor, va en camino de convertirse en el tercer gobernador con m¨¢s problemas desde el fin del comunismo.
El Gobierno ha hecho o¨ªdos sordos a las advertencias de la Comisi¨®n Europea y del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ha aprobado una ley que le otorga m¨¢s control sobre la pol¨ªtica monetaria, que fija los tipos de inter¨¦s: el primer ministro puede nombrar a un tercer vicegobernador y a dos consejeros m¨¢s (ahora son nueve en total, que elige el Parlamento, donde Orb¨¢n tiene mayor¨ªa absoluta), con lo que tiene m¨¢s votos favorables para influir en las decisiones del organismo. "A partir de ahora, el primer ministro tiene que hacer recomendaciones al presidente de la Rep¨²blica de sus candidatos a vicegobernadores", explican fuentes del Banco Central h¨²ngaro. "Anteriormente, era el gobernador quien ten¨ªa el derecho de recomendar sus candidatos al primer ministro, que somet¨ªa la propuesta al presidente". La Comisi¨®n Europea ha abierto un expediente sancionador a Hungr¨ªa y ha pedido a Orb¨¢n que d¨¦ marcha atr¨¢s de inmediato.
Detr¨¢s de la ley hay una guerra personal entre el gobernador y el primer ministro
Ya a finales de diciembre el desaf¨ªo tuvo una respuesta contundente: los enviados de la Comisi¨®n Europea y del FMI suspendieron los contactos preliminares con el Gobierno para concederle un nuevo cr¨¦dito. El pa¨ªs necesita esa ayuda cuanto antes. Eso explica la intensidad con la que el Ejecutivo ha intentado retomar los contactos y ha modificado su discurso, mostr¨¢ndose dispuesto a hacer los cambios necesarios.
La primera rectificaci¨®n concreta lleg¨® ayer. El Gobierno planeaba fusionar el Banco Central con una nueva entidad supervisora, dirigida por una persona elegida por el Ejecutivo, y Orb¨¢n anunci¨® en una entrevista en la radio que esta medida no se aplicar¨¢.
El vaiv¨¦n pol¨ªtico ha afectado a la credibilidad de Hungr¨ªa en los mercados. El flor¨ªn sigue su ca¨ªda en picado, lo cual encarece las hipotecas que los h¨²ngaros tienen contratadas en euros y en francos suizos, es decir, la gran mayor¨ªa. Mientras, las previsiones apuntan a que ser¨¢ uno de los pa¨ªses del antiguo Este que menos crezca en 2012, con una de las deudas p¨²blicas m¨¢s alta.
Detr¨¢s de la nueva ley se esconde una vieja batalla que enfrenta al primer ministro y el gobernador. Desde que lleg¨® al poder, en abril de 2010, Orb¨¢n se ha encontrado con una pol¨ªtica monetaria contraria a sus intereses. Andr¨¢s Simor, un tecn¨®crata nombrado en 2007 por el anterior Gobierno socialista, se ha mostrado en desacuerdo con los planes del partido gubernamental, Fidesz, para sacar al pa¨ªs de la peor crisis econ¨®mica en 20 a?os. El Gobierno prefiere tipos de inter¨¦s bajos para impulsar la recuperaci¨®n y el Banco Central los ha subido para evitar que la inflaci¨®n se desboque.
La relaci¨®n entre el primer ministro y el banquero ha sido tensa desde el principio. En un intento por presentar a Simor como el enemigo n¨²mero uno de la econom¨ªa h¨²ngara, Orb¨¢n se refer¨ªa a ¨¦l como el "caballero offshore", por tener una compa?¨ªa privada en Chipre, insinuando que evad¨ªa impuestos. Despu¨¦s, el Parlamento baj¨® un 75% el sueldo del gobernador, que dijo sentirse "acosado" por el Gobierno para intentar que dejara su puesto antes de que expirara su mandato, en 2013. El primer ministro, que no tiene competencias para despedir al gobernador, puso al frente de la comisi¨®n que supervisa la labor del Banco Central a un hombre de confianza: Zsigmond J¨¢rai, ministro de Econom¨ªa en el primer Gobierno de Orb¨¢n.
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