"La ¨²nica salida a la crisis del euro es dar un salto hacia la Europa federal"
Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo y Marfil (Madrid, 1944) tiene a sus espaldas una larga carrera pol¨ªtica, que inici¨® en las Juventudes Mon¨¢rquicas, en pleno franquismo, y le llev¨®, a trav¨¦s de la democracia cristiana, primero a UCD y luego al PP. No sin iron¨ªa, se define pol¨ªticamente como "de extremo centro". Ha pasado los ¨²ltimos 17 a?os en el Parlamento Europeo, donde ha sido vicepresidente de la Comisi¨®n de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios. Al contrario que otros ministros, a quienes les gustar¨ªa borrar su pasado, no abjura de ninguno de sus escritos. Y son numerosos. Entre ellos, un libro titulado La apuesta europea: de la Moneda a la Uni¨®n Pol¨ªtica, que compuso en 1998 al alim¨®n con su amigo y ahora secretario de Estado para la UE, ??igo M¨¦ndez de Vigo. Cree que si Rajoy le eligi¨® en esta coyuntura tan delicada es porque sabe c¨®mo piensa. Y lo que piensa lo explica con convicci¨®n y sin tapujos en su primera entrevista a un medio escrito.
ALIANZA CIVILIZACIONES "Me parece et¨¦rea y no es una prioridad, pero es un programa de Naciones Unidas"
CUBA "No creo que cambiar la Posici¨®n Com¨²n sea positivo"
ESTADO PALESTINO "Apoyar¨ªamos que sea observador en la ONU si se dan garant¨ªas"
S?HARA OCCIDENTAL "Cualquier soluci¨®n que pacten las partes tendr¨¢ nuestro apoyo"
GIBRALTAR "El Foro debe incluir a las autoridades regionales espa?olas"
Pregunta. Usted fue de los primeros en advertir de que la austeridad y el ajuste no bastan para crear empleo. ?Qu¨¦ propone?
Respuesta. La estrategia para salir de la crisis tiene tres pilares. El primero es la austeridad, que se concreta en el tratado intergubernamental. El segundo, la estabilizaci¨®n de los mercados para frenar la hemorragia de la deuda, lo que exige que el mecanismo de estabilidad se adelante y, con toda seguridad, se aumente su potencia de fuego por encima de los 500.000 millones. El Banco Central Europeo tambi¨¦n puede hacer much¨ªsimo m¨¢s de lo que ha hecho: ha comprado deuda europea por valor del 2% del PIB, mientras que el Banco de Inglaterra lo ha hecho por el 20%. El tercer pilar es el crecimiento. Es obvio que los pa¨ªses que est¨¢n en mejor situaci¨®n deben estimular su demanda interna para tirar de la econom¨ªa. Por ¨²ltimo, las instituciones europeas tienen un papel que jugar. Con que el Banco Europeo de Inversiones hiciera en los pr¨®ximos diez a?os el doble de esfuerzo que en la d¨¦cada anterior, cuando no era tan necesario, tendr¨ªamos el mismo dinero que tuvo el Plan Marshall para la reconstrucci¨®n de Europa. Con esos fondos se podr¨ªan financiar infraestructuras, como el corredor mediterr¨¢neo, que dif¨ªcilmente pueden abordarse con los presupuestos nacionales. Adem¨¢s, la Comisi¨®n Europea tiene unos 120.000 millones de presupuesto no gastado que se podr¨ªan destinar al empleo juvenil. Austeridad y estabilizaci¨®n son necesarios, pero tambi¨¦n hay que crear empleo.
P. Hasta ahora, seg¨²n sus palabras, la Uni¨®n Europea ha hecho poco y demasiado tarde.
R. Eso ya no es una profec¨ªa. Si el problema de Grecia se hubiese atajado a tiempo, el coste habr¨ªa sido mucho menor. Cada d¨ªa que pasa, la enfermedad avanza y el tratamiento necesario es mucho m¨¢s traum¨¢tico.
P. ?La soluci¨®n pasa por la emisi¨®n de eurobonos?
R. Lo que los mercados han dictaminado es que el problema de la UE no es econ¨®mico. En conjunto, tenemos mejores cifras que EE UU o Reino Unido. ?Cu¨¢l es el problema? Que los mercados no se creen que la uni¨®n monetaria sea irreversible. ?Por qu¨¦? Porque los mecanismos que se pusieron para que esto funcionara saltaron por los aires, empezando por el Pacto de Estabilidad, que incumplieron Alemania y Francia. Y las tres l¨ªneas rojas: no bailout [rescate], no default [¨¬mpago] y no exit [salida] han dejado de serlo. Tenemos que dar una se?al clara de que esas declaraciones solemnes que hacemos de que vamos a salvar el euro no son pura ret¨®rica. Hay que pasar, como dec¨ªa Lope, de las musas al teatro. Y la se?al es la mutualizaci¨®n de la deuda, que tiene que hacerse en dos fases. Primero, la cesta de bonos que ha propuesto [el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o] Barroso, que es una responsabilidad conjunta pero no solidaria, pues cada uno responde de su parte y algo m¨¢s que su parte. Y, cuando sea posible, cuando se haya producido la convergencia fiscal, pasar a una responsabilidad solidaria.
P. ?Qui¨¦n convence a Merkel de que los alemanes consuman m¨¢s o acepten los eurobonos?
R. Alemania lo acabar¨¢ haciendo. Siempre act¨²a cuando ve que hay un estado de necesidad. A corto plazo, exigir¨¢ que se voten al mismo tiempo el ajuste fiscal y el adelantamiento del mecanismo de estabilidad.
P. Todas esas medidas pueden resultar in¨²tiles si llega S&P y rebaja la calificaci¨®n de la deuda. ?Para cu¨¢ndo una agencia europea de calificaci¨®n?
R. Soy profundamente europe¨ªsta, pero una agencia de calificaci¨®n sirve en la medida en que los mercados creen en ella. Una agencia europea en la que no conf¨ªen los mercados no resuelve nada. Yo no creo que exista una conspiraci¨®n contra el euro. Lo que hay es una profunda desconfianza respecto al euro, y eso solo puede combatirse con una voluntad pol¨ªtica clara. O Europa da un salto hacia una Europa federal, por lo menos en la zona euro, o esto no tiene salida. Cuando has hecho una moneda com¨²n debes sacar las consecuencias y trasladarlo a una arquitectura pol¨ªtica coherente.
P. Rajoy le dijo a Sarkozy que Espa?a apoya el impuesto sobre las transacciones financieras. Pero ?lo apoya si lo acepta el G-20, si lo aprueba la UE, lo que es imposible por el veto de Londres, o si lo asume la eurozona?
R. Intentemos que lo apruebe el G-20, pero empecemos los 17 del euro. La condici¨®n que hemos puesto es que, si eso se repercutiese al cliente, no afectar¨ªa a las peque?as y medianas empresas ni a las familias.
P. El pasado jueves le espet¨® "?Gibraltar espa?ol!" al eurodiputado conservador brit¨¢nico Charles Tannock...
R. Era una broma entre viejos conocidos. ?l sol¨ªa presentarse como representante de un distrito de Londres y de Gibraltar, porque el voto de los gibraltare?os se inclu¨ªa en su circunscripci¨®n. Y yo contestaba: "Pues yo represento a Espa?a, menos Gibraltar".
P. ?Y cu¨¢ndo podr¨¢ dec¨ªrselo a su hom¨®logo William Hague?
R. Muy pronto. Mi mayor preocupaci¨®n es que el Reino Unido no se separe en exceso de la UE. Tenemos intereses comunes, aunque discrepemos en la concepci¨®n de la uni¨®n econ¨®mica.
P. El proceso de Bruselas, en el que se negociaba la soberan¨ªa del Pe?¨®n, est¨¢ interrumpido desde hace diez a?os. ?Hay alguna posibilidad de reanudarlo?
R. En el tema de Gibraltar hay que separar las cuestiones de soberan¨ªa y jurisdicci¨®n, a tratar exclusivamente con el Reino Unido, de las referidas a la cooperaci¨®n entre los territorios y poblaciones lim¨ªtrofes. Y en ese foro de cooperaci¨®n debe haber una simetr¨ªa. Es decir, si est¨¢n presentes Reino Unido y las autoridades del Pe?¨®n, deben estar tambi¨¦n las autoridades regionales [espa?olas].
P. ?Propone cambiar el formato del Foro Tripartito para convertirlo en cuatripartito?
R. Eso es. Con dos condiciones: que ese foro hable de lo que debe hablar y de nada m¨¢s; y que est¨¦n equilibradas las representaciones de las partes. A?adir¨ªa que, aunque estamos muy dispuestos a la cooperaci¨®n, porque eso favorece a la poblaci¨®n de ambos lados de la verja, no podemos avanzar mucho m¨¢s en ese campo mientras no retomemos el di¨¢logo sobre la soberan¨ªa.
P. Como veterano eurodiputado, ?le sorprendi¨® que el Parlamento Europeo tumbase el acuerdo de pesca con Marruecos?
R. Debo decir que la delegaci¨®n del PP, y por tanto yo mismo, votamos a favor del acuerdo. [El resultado] no me sorprendi¨®, pero me pareci¨® una mal¨ªsima noticia. En este momento estamos buscando una compensaci¨®n para los 64 barcos espa?oles que han quedado amarrados y tambi¨¦n un acuerdo que entre en vigor, aunque sea de forma provisional, lo antes posible, lo que les permitir¨ªa volver a pescar.
P. El PP apoy¨® el acuerdo de pesca con Marruecos, pero vot¨® en contra del agr¨ªcola...
R. El PP vot¨® en contra, y ah¨ª coincide con la opini¨®n del sector, porque consider¨® que es un acuerdo desequilibrado. Dicho eso, es inter¨¦s de Marruecos y de Espa?a que haya acuerdo. Lo que se ha decidido, tras la visita del presidente Rajoy a Rabat, es que el ministro de Agricultura [espa?ol] vaya a Marruecos y que el ministro de Exteriores [marroqu¨ª] venga a Madrid para buscar acuerdo que satisfaga a las dos partes y sus intereses leg¨ªtimos.
P. El PP critic¨® al PSOE por alinearse con Marruecos en el contencioso del S¨¢hara. ?Cu¨¢l es la posici¨®n del actual Gobierno?
R. Exactamente la que refleja la resoluci¨®n que renueva el mandato de la Minurso [Misi¨®n de la ONU para el S¨¢hara Occidental]. Lo que queremos es una soluci¨®n pol¨ªtica "justa, duradera y mutuamente aceptable, que prevea la libre autodeterminaci¨®n del pueblo del S¨¢hara Occidental en el marco de la carta de Naciones Unidas". Hecha esa declaraci¨®n de principios, que coincide con la que mantuvo el Gobierno anterior, apoyaremos todos los esfuerzos del enviado especial [del secretario general de la ONU], Christopher Ross, para hacer avanzar las conversaciones entre las partes.
P. ?El derecho de autodeterminaci¨®n se debe ejercer con un refer¨¦ndum en el que una de las opciones sea la independencia?
R. Cualquier soluci¨®n que tenga el consentimiento de las dos partes contar¨¢ con nuestro apoyo. No le corresponde al Gobierno espa?ol decir de qu¨¦ forma las partes entienden que se debe ejercer el derecho de autodeterminaci¨®n.
P. ?Apoyar¨¢ Espa?a en la Asamblea General de la ONU el ingreso del Estado palestino?
R. A¨²n no lo han planteado. Cuando lo hagan, buscaremos un consenso en el seno de la UE, para que no pase como con su adhesi¨®n a la Unesco. En todo caso, estar¨ªamos dispuestos a contemplar el ingreso de Palestina como miembro observador, siempre que las autoridades palestinas garanticen, entre otras cosas, que no aprovechar¨ªan ese estatus para recurrir a la Corte Penal Internacional, porque eso judicializar¨ªa el contencioso y har¨ªa m¨¢s dif¨ªcil la negociaci¨®n pol¨ªtica. Estoy convencido de que solo una soluci¨®n negociada, que garantice la seguridad de los dos Estados, es posible. Todo lo que beneficie el entendimiento es bueno, todo lo que lo enturbie es malo.
P. La UE aprobar¨¢ ma?ana el embargo de petr¨®leo a Teher¨¢n. Espa?a, que importa de Ir¨¢n el 20% del que consume, ha pedido seis meses de moratoria...
R. Algunos pa¨ªses piden tres meses, otros nueve; y otros, como Espa?a, seis. No s¨¦ cu¨¢l ser¨¢ la soluci¨®n. Lo que me dicen Cepsa y Repsol es que tienen alternativas, por lo que el plazo me parece menos urgente. En mi visita a Arabia Saud¨ª se me asegur¨® que los pa¨ªses del Golfo suplir¨ªan deficiencias de suministro y no aprovechar¨ªan el embargo para encarecer el precio.
P. Supongo que estos temas los abordar¨¢ en su pr¨®xima entrevista con Hillary Clinton.
R. Sin duda. Me he reunido con el embajador de EE UU en Madrid y en los temas de car¨¢cter bilateral vamos avanzando. La limpieza de ente nuclear de] Palomares, que seg¨²n la parte americana est¨¢ en v¨ªas de soluci¨®n, o el despliegue en Rota de la defensa antimisil, que exige una modificaci¨®n del convenio y un tr¨¢mite parlamentario. Y as¨ª lo vamos a hacer.
P. ?Asume, por tanto, el compromiso del Gobierno anterior sobre el escudo antimisiles?
R. Lo que hay que negociar son las contrapartidas en t¨¦rminos de empleo, de cooperaci¨®n a la defensa espa?ola...
P. ?La liberaci¨®n del espa?ol Mart¨ªnez Ferrater ha sido un gesto de las autoridades cubanas hacia el nuevo Gobierno?
R. Cuando llegu¨¦ al ministerio me encontr¨¦ con este problema. Llam¨¦ al canciller [cubano Bruno Rodr¨ªguez] y me contest¨® que no pod¨ªa hacer nada, porque la sentencia no era firme. La esposa de Mart¨ªnez Ferrater, con quien he hablado varias veces, me aclar¨® que el recurso se hab¨ªa desestimado. Esa noche, el embajador [espa?ol en La Habana] present¨® un certificado que as¨ª lo acreditaba. Volv¨ª a llamar al canciller, le expuse la situaci¨®n y le dije que le agradecer¨ªa enormemente que acelerase el tema. A mi vuelta de Arabia, me comunic¨® que [Ferrater] iba a pasar a los servicios migratorios para ser expulsado. "Lo hemos hecho por razones humanitarias, no tiene trasfondo pol¨ªtico", me asegur¨®.
P. Espa?a ha liderado siempre la pol¨ªtica de la UE hacia Cuba. El Gobierno del PSOE intent¨® sin ¨¦xito que se aboliera la Posici¨®n Com¨²n. ?Qu¨¦ har¨¢ usted?
R. Yo no quiero para Cuba nada diferente de lo que quiero para mi propio pa¨ªs. Quiero un r¨¦gimen sin presos pol¨ªticos, con un reconocimiento pleno de derechos y libertades, con pluralismo pol¨ªtico, donde puedan convivir los que apoyan al r¨¦gimen con los llamados disidentes. ?Contribuye a eso un cambio en la Posici¨®n Com¨²n? A mi juicio no. La modificaci¨®n de la Posici¨®n Com¨²n debe ir acompasada a los cambios dentro del r¨¦gimen. Dicho eso, le advertir¨¦ de que el cambio de la Posici¨®n Com¨²n no tiene la menor posibilidad de prosperar. Est¨¢n en contra Alemania, Suecia, Polonia y Chequia. Lo que probablemente haya que buscar es una interpretaci¨®n m¨¢s flexible de la misma para que vaya modul¨¢ndose en funci¨®n de los avances que se produzcan en Cuba.
P. ?C¨®mo puede afectar a ese proceso la muerte en la c¨¢rcel del disidente Wilman Villar?
R. Estamos consternados y yo personalmente he transmitido a su familia el pesar del Gobierno espa?ol. Lo ocurrido pone de manifiesto, una vez m¨¢s, la necesidad improrrogable de que Cuba garantice los derechos humanos y permita la expresi¨®n de toda idea pol¨ªtica sin excepci¨®n.
P. C¨¢diz albergar¨¢ en noviembre la Cumbre Iberoamericana, pero Am¨¦rica Latina parece haber dado la espalda a Europa y mira ahora hacia el Pac¨ªfico.
R. Si la Uni¨®n Europea no quiere desaparecer de un continente que est¨¢ creciendo econ¨®micamente, debe redoblar los esfuerzos. Por desgracia, Am¨¦rica Latina no es una prioridad para la UE y eso determina que deba serlo a¨²n m¨¢s si cabe para Espa?a. Por razones hist¨®ricas, culturales, ling¨¹¨ªsticas, afectivas, pero tambi¨¦n econ¨®micas. Hay que dar un nuevo enfoque a esas relaciones y eso debe plasmarse ya en la cumbre de C¨¢diz.
P. ?El recorte de 1.000 millones en cooperaci¨®n dificultar¨¢ la candidatura espa?ola a miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU?
R. Digamos que mi colega de Hacienda no me lo ha puesto m¨¢s f¨¢cil... Debemos cumplir unos objetivos de d¨¦ficit y eso obliga a sacrificios en todas las partidas, tambi¨¦n en cooperaci¨®n, que esperamos sean temporales. Tendremos que concentrarnos en aquellos pa¨ªses en los que la UE no tiene una cooperaci¨®n tan intensa, como los latinoamericanos, y habr¨¢ que hacer tambi¨¦n una mejor administraci¨®n de los recursos, que se puede.
P. ?Seguir¨¢ apoyando Espa?a la Alianza de Civilizaciones?
R. Siempre me pareci¨® algo et¨¦reo. En la primavera ¨¢rabe, por ejemplo, ha tenido un protagonismo menor, por decirlo amablemente. Ya no es una prioridad, pero en este momento es un programa de Naciones Unidas.
P. Usted ha propuesto que, para ahorrar, las autonom¨ªas tengan personal en las embajadas en vez de oficinas en el exterior
R. No solo es cuesti¨®n de coste, tambi¨¦n de eficacia. La experiencia demuestra que, al final, a quien reciben las autoridades de cada pa¨ªs es al embajador.
P. La Generalitat catalana no se ha mostrado muy entusiasta.
R. Cada uno es libre de decidir, pero si yo fuese gobernante de una comunidad aut¨®noma preferir¨ªa cerrar una oficina exterior cuya utilidad es dudosa que un ambulatorio.
P. ?La oferta a Vargas Llosa de la presidencia del Instituto Cervantes ha sido un patinazo?
R. Ha sido una demostraci¨®n de que este Gobierno va a buscar siempre la excelencia en todas sus formas. En el caso de Vargas Llosa entendemos sus razones y, por supuesto, aprovecharemos su ofrecimiento de colaboraci¨®n.
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