El feliz despertar de Messi
El argentino, que en Liga solo hab¨ªa marcado un gol fuera del Camp Nou, lanza al Bar?a en M¨¢laga con tres dianas fabulosas
La mejor versi¨®n de Messi reapareci¨® en M¨¢laga y el Bar?a advirti¨® al Madrid de que le va a disputar la Liga. Acabadas las vacaciones navide?as, La Pulga hab¨ªa jugado hasta ahora con dolor de panza, o con una pierna, y hasta hubo quien le vio devolver por culpa de la gripe en un rinc¨®n de Cornell¨¤. Ayer estuvo plet¨®rico como futbolista universal, como l¨ªder del equipo y como goleador. Marc¨® tres tantos soberbios. Abri¨® el marcador con un testarazo monumental y despu¨¦s se adorn¨® con otros dos igual de preciosos por la velocidad y precisi¨®n de la jugada, igual que si fuera el mejor esquiador descendiendo por Sierra Nevada, amo y se?or de La Rosaleda.
Recuper¨® Messi sus mejores sensaciones y reapareci¨® el admirable Barcelona, despu¨¦s de que Pel¨¦ hubiera abierto la boca, malmetiendo contra La Pulga; cuatro d¨ªas m¨¢s tarde que Pepe le pisara la mano; justo cuando los periodistas ped¨ªan explicaciones porque le saben tan excelso que no se conforman con una actuaci¨®n rebajada de Messi. Ante la nueva duda y la mucha murmuraci¨®n, su respuesta fue triplemente deliciosa: el partido fue sobre todo un mon¨®logo del mejor Messi. Nadie pidi¨® que le cambiaran, se impon¨ªa contemplarle. Mejor no picarle porque se revuelve en el momento m¨¢s exigente, pocos como ayer en M¨¢laga, un d¨ªa se?alado en rojo en el calendario.
M?LAGA 1 - BARCELONA 4
M¨¢laga: Caballero; G¨¢mez, Demichelis, Mathijsen, Monreal; Camacho, Maresca (Rond¨®n, m. 60); Cazorla (Recio, m. 78), Isco, Eliseu; y Van Nistelrooy (Seba Fern¨¢ndez, m. 60). No utilizados: Kameni; Weligton, Duda y Sergio S¨¢nchez.
Barcelona: Vald¨¦s; Alves, Mascherano, Piqu¨¦, Abidal; Iniesta (Pedro, m. 72), Busquets, Thiago; Adriano (Dos Santos, m. 67), Messi y Alexis (Cuenca, m. 63). No utilizados: Pinto; Puyol, Xavi y Cesc.
Goles: 0-1. M. 33. Messi. 0-2. M. 48. Alexis. 0-3. M. 51. Messi. 0-4. M. 81. Messi. 1-4. M. 85. Rond¨®n.
?rbitro: Undiano Mallenco. Mostr¨® la tarjeta amarilla a Camacho.
La Rosaleda: 30.000 espectadores.
La voracidad de La Pulga fue determinante en un equipo muy ret¨®rico
El conjunto andaluz tuvo su momento, pero Isco no pudo con Vald¨¦s
Hay inercias que no conviene desaprovechar, como la que jalea al Bar?a desde su triunfo en el Bernab¨¦u, y m¨¢s cuando el rival est¨¢ inmovilizado desde noviembre por una mala racha, tal es el caso del M¨¢laga. A favor de corriente, los azulgrana respondieron con una actuaci¨®n convincente y contundente, una de las mejores de la temporada en campo ajeno, donde se le acab¨® el margen de error despu¨¦s de descontar 11 puntos. Las penurias del equipo no eran ajenas a la escasez goleadora de Messi, que solo hab¨ªa marcado un tanto, en San Mam¨¦s, por 18 en el Camp Nou. Ayer meti¨® tres y volvi¨® a ganar el Bar?a a domicilio como no hac¨ªa desde el campeonato pasado.
Al igual que ocurri¨® ante el Mallorca, Guardiola toc¨® ayer las distintas l¨ªneas del equipo, se?al de que es tiempo para la administraci¨®n de esfuerzos, prueba evidente de que el Madrid visita el mi¨¦rcoles el Camp Nou en la Copa, y dej¨® en el banquillo a tres futbolistas que simbolizan los mejores valores del Bar?a: el car¨¢cter de Puyol, el estilo de Xavi y el gol de Cesc. A cambio, redobl¨® la capacidad de desequilibrio con la presencia de Thiago como socio de Iniesta y Messi, aire¨® las bandas con Alves, Adriano y Alexis, y recuper¨® la camisa del 4-3-3. Le alcanz¨® de sobra con los goles de Messi y el mando de Busquets para cantar victoria en La Rosaleda.
A Pellegrini le dio igual, porque no ley¨® la alineaci¨®n sino el juego del Barcelona, y apost¨® a sus muchachos en su propia cancha, muy puestos en la defensa del marco de Caballero. Hab¨ªa que achicar el campo; ayudar a los centrales, zagueros permeables a los pases interiores, m¨¢s vulnerables que nunca por la ausencia de Toulalan, y activar de forma selectiva el despliegue de sus mediapuntas. La suerte del M¨¢laga pasaba por la situaci¨®n que ocuparan en el campo Isco, Cazorla y Eliseu. Arrimados en campo del Bar?a, supon¨ªan una carga de dinamita; alejados, el M¨¢laga se resignaba a un ejercicio de supervivencia. Aunque tuvo su momento, Isco no pudo con Vald¨¦s y dimiti¨® el M¨¢laga.
El portero estuvo espl¨¦ndido en una palomita a tiro del delantero valenciano y, acto seguido, exhibi¨® sus reflejos en un doble remate del propio Isco a la salida de un c¨®rner. La triple ocasi¨®n espabil¨® al Bar?a, hasta entonces tan aseado y acad¨¦mico como blando e inofensivo. De poco le serv¨ªa tener la posesi¨®n del cuero y el control del partido, porque la movilidad era escasa, apenas se filtraba el cuero y ni siquiera romp¨ªa Alexis. La noticia, sin embargo, estaba en el inter¨¦s que pon¨ªa Messi en la contienda, tanto que fue origen y final del 0-1.
La Pulga toc¨® para Iniesta, el manchego abri¨® para Adriano y el centro del brasile?o lo remat¨® el propio Messi. El gol fue excelente por la llegada del argentino al ¨¢rea, por la suspensi¨®n, por el giro de cuello y por la fuerza con la que cabece¨® el bal¨®n. Alg¨²n aficionado azulgrana se acord¨® de C¨¦sar y hasta de Kocsis mientras su hijo le correg¨ªa y le aseguraba que le hab¨ªa visto marcar un gol parecido al propio Messi en la final de Roma. La acci¨®n fue muy pl¨¢stica, digna de los a?os en que a los arietes se les conoc¨ªa tanto por los pies como por la cabeza, un cabezazo que son¨® como un tiro. Nadie lee el juego mejor que Messi.
Y ayer la Pulga fue el hilo conductor del Barcelona. Escarmentados por el empate cedido a ¨²ltima hora en Cornell¨¤, los azulgrana no pararon hasta asegurarse el triunfo con un segundo tanto de Alexis, para entregarse de nuevo despu¨¦s a la exhibici¨®n de Messi. El segundo gol de la Pulga fue excelente por bello, por el serpentear ante los zagueros y el tiro cruzado ante Caballero. Y su tercero a¨²n result¨® m¨¢s emocionante por el cambio de ritmo que presidi¨® su carrera antes de cruzar el bal¨®n ante la salida del meta. La voracidad de Messi fue determinante en un equipo a veces demasiado ret¨®rico ante la porter¨ªa.
La t¨¦cnica de Messi es tan exquisita como su capacidad de aceleraci¨®n, demasiadas virtudes para una defensa como la del M¨¢laga, que solo respondi¨® con el gol del honor de Rond¨®n y un par de remates m¨¢s a gol despu¨¦s del 0-4. La actuaci¨®n de Messi hab¨ªa sido demasiado solemne como para redundar en cualquier otra jugada que no fueran sus tres goles. Ha despertado la Pulga y el Bar?a lo celebra porque tambi¨¦n quiere pelear la Liga.
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