G¨®mez resiste el envite
Los detractores del secretario regional subrayan la divisi¨®n interna tras la estrecha victoria de su l¨ªder en el 'congresillo'
La lista en blanco (sin un candidato expl¨ªcito) que present¨® Tom¨¢s G¨®mez en el ¨²ltimo congresillo result¨® la mayoritaria. M¨¢s de la mitad de los delegados madrile?os (44 de 79) acudir¨¢n en febrero al 38? Congreso Federal que el PSOE celebrar¨¢ en Sevilla de la mano de su l¨ªder regional. Tras la votaci¨®n del fin de semana, tanto el entorno de G¨®mez como los de la segunda lista -con apoyo expl¨ªcito a Rubalcaba y encabezada por el portavoz municipal en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky- se mostraron satisfechos con el resultado. Unos porque ganan. Los otros porque consideran que el margen es cada vez m¨¢s estrecho y hacen una lectura interna del resultado: el liderazgo de Tom¨¢s G¨®mez ha recibido contestaci¨®n, la divisi¨®n es un hecho.
Tanto Lissavetzky como G¨®mez se han esforzado en marcar p¨²blicamente que no hay fractura ni fisura en la federaci¨®n madrile?a. "No seremos la r¨¦plica de Esperanza Aguirre y Gallard¨®n", dijo G¨®mez el s¨¢bado en el congresillo, nombre con el que se conoce el c¨®nclave para la elecci¨®n de delegados. "No alimentemos el morbo de quienes quieren ver en nuestros debates una permanente confrontaci¨®n", se?al¨® Jaime Lissavetzky en el mismo escenario.
Pero en el sector contrario a Tom¨¢s G¨®mez, m¨¢s o menos minoritario seg¨²n a qui¨¦n se consulte, consideran que la grieta se ha agrandado desde las ¨²ltimas primarias. Tom¨¢s G¨®mez ret¨® en 2010 al entonces secretario general del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y declin¨® ceder el puesto a la exministra Trinidad Jim¨¦nez. Se desencaden¨® una batalla y el partido qued¨® dividido en dos tras la victoria por estrecho margen del exalcalde de Parla.
Cuando termine la elecci¨®n en Sevilla y los socialistas tengan un nuevo secretario o secretaria general en Espa?a, empezar¨¢n los c¨®nclaves para revalidar o desbancar a los l¨ªderes regionales. Las voces disidentes del PSM afean a G¨®mez que no presentara la lista con un nombre propio en la pugna que Rubalcaba mantiene con la exministra Carme Chac¨®n, con quien muchos alinean a G¨®mez despu¨¦s de que Rubalcaba le definiera como el hombre que dijo 'no' a Zapatero. "Ha usado la indefinici¨®n para blindarse", se?ala un parlamentario socialista de la lista de Lissavetzky.
Sus detractores consideran que el l¨ªder madrile?o intentar¨¢ "maniobrar" con esos votos sin candidato claro para afianzar su propia postura en la cita de marzo. Los partidarios de G¨®mez defienden que los socialistas madrile?os de su lista acudir¨¢n a Sevilla a debatir y defender¨¢n la opci¨®n "m¨¢s de izquierdas", como la creaci¨®n de una banca p¨²blica o una reforma de la fiscalidad.
Casi un millar de delegados de las 145 agrupaciones madrile?as votaron el s¨¢bado por la noche. La lista de G¨®mez obtuvo un 55,3% de respaldos frente a un 44,7% de la segunda opci¨®n. El entorno de Lissavezky barajaba el 40% de apoyo. El de G¨®mez us¨® un medidor distinto: el visto bueno de 109 de las 145 delegaciones, aunque al menos tres miembros de su ejecutiva indicaron a este peri¨®dico que esperaban m¨¢s del 65% de los votos.
Los afines al secretario regional subrayan que su l¨ªder ha vuelto a salir vencedor como ha ocurrido en todos los procesos anteriores -dos congresos y las citadas primarias-. En el enfrentamiento con Trinidad Jim¨¦nez, algo m¨¢s de la mitad de los militantes (el 51,7% de 18.000) secund¨® la candidatura de G¨®mez. El diputado regional Eusebio Gonz¨¢lez Jabonero, alineado con G¨®mez, destac¨® tras el escrutinio que, si se trataba de hacer una lectura interna, el secretario regional hab¨ªa ampliado en 10 puntos la ventaja desde su ¨²ltimo examen. Ambas cifras est¨¢n lejos del 85% que consigui¨® en 2008. Sus detractores consideran que ha sufrido "desgaste" tras excluir a las voces disonantes y a quienes no le respaldaron en las primarias.Hace apenas dos meses, en el comit¨¦ regional que sirvi¨® de antesala para definir la postura de Madrid en el congreso federal de Sevilla, dos antiguos secretarios generales de la federaci¨®n madrile?a criticaron a puerta cerrada la actitud del l¨ªder actual. El propio Lissavetzky pidi¨® entonces a Tom¨¢s G¨®mez que trabajara "sin exclusiones" y evitara la confrontaci¨®n "del conmigo o contra m¨ª". Y Rafael Simancas, que tambi¨¦n ha trabajado estas semanas para recabar apoyos para la lista pro Rubalcaba, se mostr¨® contrario a lo que llam¨® "la f¨®rmula del punto y aparte" de G¨®mez.
Los afines al secretario regional -que cuenta en su lista con nombres como la exministra Matilde Fern¨¢ndez o el expresidente del Congreso, Gregorio Peces- Barba- consideran que el resultado del congresillo del pasado fin de semana refleja la "unidad" del socialismo madrile?o y supone un "aval" a su secretario regional. "No se trataba de elegir a Tom¨¢s, pero ha vuelto a obtener buen¨ªsimos resultados", se?ala una diputada cercana. No consideran, como dicen los cr¨ªticos, que haya habido contestaci¨®n a su l¨ªder visto el estrecho margen de diferencia. "No apoyar al secretario general no es un signo de divisi¨®n sino de democracia", apunta un diputado del entorno de G¨®mez, que destaca el amplio debate que han vivido los socialistas en las ¨²ltimas semanas. Las agrupaciones madrile?as plantearon 5.100 enmiendas para su discusi¨®n en el congresillo. Entre las aprobadas, una que aboga por primarias "a la francesa", en la que los simpatizantes eligir¨ªan directamente a sus candidatos.
El sector cr¨ªtico pone en duda la solidez del respaldo al secretario regional. La lista de G¨®mez gan¨® por un centenar de votos de diferencia, con 506 sufragios frente a 409 en contra y una treintena de votos en blanco. "El resultado refleja que G¨®mez no tienen un control del partido en Madrid tan cerrado como se presum¨ªa, no ha demostrado capacidad de integraci¨®n", valora un exdirigente cr¨ªtico. Y a?ade: "Basta con que 50 de esos delegados cambien de opini¨®n para que haya un vuelco en marzo". La situaci¨®n est¨¢ abierta, alertan los detractores, que auguran sorpresas en la pr¨®xima votaci¨®n en la que el l¨ªder madrile?o volver¨¢ a medir sus fuerzas.
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