El melodrama de Pepe
El central se sobrepone a la presi¨®n del Camp Nou para hacer un partido bastante completo
Pepe se pasa horas con los juegos electr¨®nicos. Le gustan especialmente los simuladores de guerra. Uno de sus cl¨¢sicos es el Call of Duty. La acci¨®n se desarrolla en los escenarios virtuales de Irak, Afganist¨¢n o las favelas de R¨ªo de Janeiro. A Pepe le atrae la idea de interpretar a un miembro de la Delta Force actuando en una operaci¨®n encubierta. As¨ª suele matar el tiempo en las concentraciones. Se imagina que es un soldado. Por eso, quiz¨¢, le debi¨® molestar que el Camp Nou en pleno lo recibiera al grito de: "?Asesino!, ?asesino...!".
La vida de los defensas centrales del Madrid nunca ha sido sencilla. En el campo, al margen de alg¨²n episodio violento, Pepe se ha comportado como los mejores. As¨ª ha sido hasta hace una semana. Hasta que el Bar?a visit¨® Chamart¨ªn en la ida de los cuartos. Entonces comenz¨® a exhibir una faceta melodram¨¢tica desconocida. Fingi¨® una agresi¨®n con tan poco arte que qued¨® groseramente retratado por la televisi¨®n. La simulaci¨®n entr¨® en contradicci¨®n con la pr¨¦dica institucional de un club que, desde la temporada pasada, hizo bandera de la lucha contra quienes enga?aban a los ¨¢rbitros. El propio Mourinho alent¨® al Madrid a que denunciara a Alves y Busquets ante la UEFA por fingir faltas.
La afici¨®n cul¨¦ recibi¨® al portugu¨¦s al grito de: "?Asesino!, ?asesino...!"
Al final el defensa hasta se convirti¨® en v¨ªctima de un pisot¨®n de Cesc
Mou fue objeto de una serie de c¨¢nticos por parte de la hinchada cul¨¦. "?Sal del banquillo, Mourinho sal del banquillo!", fue el primero. "?Nosotros te queremos, Mourinho qu¨¦date!", fue el segundo. "?Por qu¨¦-por-qu¨¦-por-qu¨¦?", el tercero. Finalmente: "?Qui¨¦n es el topo, Mourinho qui¨¦n es el topo?".
El p¨²blico lleg¨® caliente con el recuerdo del pisot¨®n de Pepe a Messi en la ida. Con el correr de los minutos el enfado mud¨® en fiesta. El central cerr¨® un partido completo. Lejos de perder la calma, se fue asentando seg¨²n pasaba la noche y hasta se convirti¨® en v¨ªctima de un pisot¨®n de Cesc y de una entrada de Messi que cost¨® una justa tarjeta a La Pulga. "Hoy solo hablo de f¨²tbol", dijo luego Pepe, que se bes¨® el escudo en direcci¨®n a la grada del Camp Nou, al final del encuentro; "hemos demostrado el esp¨ªritu madridista. Nos vamos muy orgullosos".
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