Acuerdo urgente
Madrid y Vitoria deben evitar la divisi¨®n sobre la lucha antiterrorista y la pol¨ªtica penitenciaria
El encuentro de hoy entre Mariano Rajoy y Patxi L¨®pez deber¨ªa servir para poner orden, antes de que sea demasiado tarde, en la confusi¨®n reinante sobre el fin de ETA. El Gobierno central y el vasco deben estar de acuerdo en esa cuesti¨®n, con independencia de que sean o no del mismo color. El de L¨®pez defiende la flexibilizaci¨®n de la pol¨ªtica penitenciaria para favorecer la irreversibilidad del cese de ETA, y el de Rajoy considera un error moverse mientras ETA no se disuelva.
La confusi¨®n se debe a la tendencia de ciertas personas influyentes a convertir sus opiniones en hechos, forz¨¢ndolos para darse la raz¨®n sobre debates pret¨¦ritos. Por ejemplo, considerar que ha vuelto la extorsi¨®n por hechos de otra naturaleza (recoger dinero para los presos en las tabernas) o interpretar las detenciones de etarras armados en Francia como prueba de que la banda prepara su vuelta. La Comisi¨®n Internacional de Verificaci¨®n ha sido oportuna al lanzar en las horas previas a la reuni¨®n un mensaje positivo sobre el compromiso de ETA con el fin de la violencia, asegurando haber pedido a los etarras que dejen de llevar armas, si bien la explicaci¨®n de que la banda se limita ahora a trasladar armas y explosivos a lugares seguros resulta poco convincente. Minimizar los hechos conocidos ser¨ªa irresponsable, pero tambi¨¦n lo es magnificarlos para sostener que fue un error legalizar candidaturas de la izquierda abertzale sin disoluci¨®n previa de la banda terrorista.
El l¨ªder del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha aclarado que no hay datos para decir que ETA prepare su vuelta. Pero es cierto que esa posibilidad no puede descartarse mientras ETA no formalice su disoluci¨®n. Hay que exigir a la izquierda abertzale (que tiene pendiente su legalizaci¨®n como Sortu) que lo reclame. Rajoy y L¨®pez est¨¢n de acuerdo en esto. Tambi¨¦n en que cualquier beneficio penitenciario debe plantearse en el marco de la ley y en que el acercamiento no es un derecho de los presos, sino una posibilidad cuya oportunidad debe valorar el Gobierno. Con esa base com¨²n, no deber¨ªa ser imposible un consenso sobre si se dan ya las condiciones para poner fin a la dispersi¨®n y sobre las que har¨ªan posible modificar la legislaci¨®n penitenciaria. Pero urge que lo que se haga sea de com¨²n acuerdo, renunciando a la confusi¨®n y divisi¨®n entre Madrid y Vitoria que tanto reconforta a los ¨²ltimos defensores de ETA.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.