Sainete en torno a un rascacielos

En las conversaciones de trabajo, de bar o de familia de Sevilla se habla estos d¨ªas de arquitectura. Un debate de altura. Si se hiciera una encuesta, la pregunta ser¨ªa: ?Est¨¢ a favor o en contra de la Torre Cajasol? El resultado es incierto, pero todo el mundo opina. Las obras del rascacielos de 178 metros dise?ado por C¨¦sar Pelli avanzan r¨¢pido, a tres plantas por mes, y ya van por 20 (cuatro en subterr¨¢neo y 16 en superficie). Pero desde fuera no dejan de surgir obst¨¢culos. El ¨²ltimo, esta semana, cuando el Ayuntamiento (PP) amag¨® con parar la obra y obligar a recortar su altura para satisfacer a Icomos, un ¨®rgano que asesora a la Unesco y que cree que la Torre Cajasol afea el paisaje de la ciudad.

Cajasol ha gastado ya 120 millones en la obra, que emplea a 2.000 personas

Los monumentos podr¨ªan dejar de ser Patrimonio Mundial, alega el alcalde

En esas conversaciones entre vecinos con la torre como protagonista los partidarios del proyecto recuerdan que otras grandes obras crecieron entre cr¨ªticas. Como las que le llovieron a la Torre Eiffel de Par¨ªs a finales del siglo XIX; o, sin salir de Sevilla, las zancadillas que recibi¨® el proyecto de An¨ªbal Gonz¨¢lez para la plaza de Espa?a, a la que se opuso la Academia de Bellas Artes porque sus dos torres de 74 metros rivalizaban con la Giralda (97 metros).

La altura y esa l¨ªnea roja no escrita que marca la torre de la catedral de Sevilla vuelve a ser la excusa principal para intentar frenar el rascacielos. "El volumen y la altitud propuestas para la nueva torre afecta a la percepci¨®n y la lectura de la Catedral y terminar¨¢ por perder la indiscutible realeza de la Giralda en el paisaje urbano", sostiene el ¨²ltimo informe redactado por dos miembros de Icomos que visitaron Sevilla en noviembre.

El texto insiste en el impacto negativo de la torre para la Catedral, el Alc¨¢zar y el Archivo de Indias, los monumentos que son Patrimonio Mundial, y recomienda al Ayuntamiento "detener la construcci¨®n" y "revisar el proyecto". El informe no es vinculante y la Unesco no se pronunciar¨¢ como m¨ªnimo hasta junio, pero el Gobierno municipal, presidido desde hace seis meses por el popular Juan Ignacio Zoido, decidi¨® asumirlo y anunci¨® que parar¨ªa la torre si no lo hac¨ªa Cajasol (integrada ahora en Banca C¨ªvica).

El argumento del alcalde es que si el edificio sigue adelante, la ciudad se arriesga a que sus tres monumentos inscritos en la lista de Patrimonio Mundial pierdan ese sello. Es lo que ha venido pidiendo Icomos desde 2009 y, aunque en el ¨²ltimo informe ni siquiera lo sugiere, el Ayuntamiento concluy¨® tras leerlo que la amenaza persiste. El autor del proyecto sigue at¨®nito la pol¨¦mica desde la sede de su estudio en New Haven (EE UU), aunque est¨¢ convencido de que no hay "por qu¨¦ preocuparse". "Seguro que la Unesco no va a estar de acuerdo con ese informe", afirma C¨¦sar Pelli en conversaci¨®n telef¨®nica. "De lo contrario, estar¨ªan discriminando a Sevilla porque la trayectoria de decisiones de la Unesco indica que han permitido torres m¨¢s grandes y m¨¢s cerca de lugares protegidos", advierte el arquitecto, de 85 a?os.

El presidente de Cajasol, Antonio Pulido, logr¨® frenar el pasado lunes la decisi¨®n municipal tras reunirse con el alcalde y advertirle de que si paraba las obras, ir¨ªa a los tribunales. Desde entonces, ambas instituciones trabajan juntas para presentar un informe nuevo que llevar¨¢n al Ministerio de Educaci¨®n y Cultura para que lo entregue a la Unesco.

Parar o recortar el proyecto no es una opci¨®n ni para Cajasol ni para Pelli. En la obra se han invertido ya 120 millones de euros y se han comprometido otros 46. Entre tasas, licencias, operaciones de planeamiento urban¨ªstico e impuestos, la promotora ha gastado otros 48 millones. Comisiones Obreras alert¨® esta semana de "el palo" que supondr¨ªa la paralizaci¨®n desde el punto de vista del empleo: en la obra trabajan ya 2.000 personas (600 empleos directos y 1.400 indirectos e inducidos) y se espera que en los pr¨®ximos meses la cifra se eleve hasta 4.000. Hay 42 compa?¨ªas implicadas en los trabajos, entre ellas varias peque?as y medianas empresas que ahora trabajan en exclusiva para el rascacielos.

"Lo m¨¢s caro en un edificio as¨ª es lo que se hace bajo tierra y eso ya est¨¢ hecho", advierte Pelli, que est¨¢ seguro de que su obra, una vez terminada, ser¨¢ "uno de los tesoros de Sevilla". "Es una torre muy sevillana. El material principal que se ve por fuera es terracota, con un color muy parecido a la piedra sevillana y recubierto con material cer¨¢mico", explica. Para ¨¦l, la supuesta competencia desleal con los principales monumentos de la ciudad no tiene fundamento. "La torre va a marcar a Sevilla desde la campi?a, a gran distancia. Antes la marcaba la Giralda, pero Sevilla ha crecido mucho y la Giralda ya no se ve", reflexiona el arquitecto, orgulloso tambi¨¦n por lo que su edificio aporta en nuevas tecnolog¨ªas, sostenibilidad y accesibilidad. "Yo podr¨¦ subir y pasear con mi silla de ruedas", anuncia.