?Elogio del copago?

?Se puede pedir a los economistas que adem¨¢s de saber de n¨²meros sepan utilizar las palabras correctas para defender sus tesis?

Voces decididamente interesadas, est¨¢n acu?ando artera y machaconamente el t¨¦rmino copago para instalar en la conciencia colectiva que quien necesite recurrir a los servicios sanitarios p¨²blicos tendr¨¢ que pagarlos. Y para camuflar la dureza de la medida sueltan repertorios de excelencias (en realidad, siempre es el mismo argumento aunque repetido de mil formas diferentes para que cuele mejor: cobrar tiene efectos disuasorios) para justificar que la soluci¨®n se implante cuanto antes y sin miramientos. V¨¦ase como ejemplo el art¨ªculo de Enrique Costas Lombard¨ªa.

No cabe discutir si el sistema sanitario espa?ol est¨¢ en la ruina o no. Eso est¨¢ visto para sentencia. ?Soluciones?, que las busquen los que no apagan la luz cuando salen de sus despachos oficiales (ya lo har¨¢n los subalternos) y los que mercan con productos sanitarios (equipos, material cl¨ªnico, medicamentos...).

Pero s¨ª me atrevo a pedir (y si me dejan, exigir porque ya est¨¢ bien que a los lectores se nos tome por memos) que al copago le llamen de una pu?etera vez repago, puesto que los contribuyentes que no hemos evadido impuestos en nuestra pu?etera vida hemos pagado (muchas veces y por obligaci¨®n) la cuota correspondiente para estar cubiertos por la Seguridad Social.

Ah, y que nadie albergue dudas: el repago causar¨¢ perjuicios y penalizar¨¢ a los ancianos y a los enfermos cr¨®nicos.