?Avanzamos o retrocedemos en la lucha contra la violencia sexista?
Durante el a?o pasado se llev¨® a cabo una campa?a contra la impunidad de la violencia sexista, en la que se ped¨ªa al Ayuntamiento que Bilbao tuviera una plaza de recuerdo a las v¨ªctimas de la violencia sexista y, a su vez, de homenaje a las organizaciones feministas en su lucha pac¨ªfica por la igualdad. Durante dicha campa?a se recogieron m¨¢s de 5.000 firmas de ciudadanas/os que quer¨ªan con ello expresar su rechazo a todas las formas de expresi¨®n de la violencia sexista, materializ¨¢ndolo con la creaci¨®n de un espacio urbano, en este caso una plaza, donde la sociedad bilba¨ªna pudiera reflejar su rechazo a la violencia sexista.
El Ayuntamiento, en una nota de prensa del 17 de mayo de 2011 se expresaba de la siguiente manera: "Por ello, recogiendo la iniciativa de la Asamblea de Mujeres de Bizkaia y con el apoyo del Consejo Local de las Mujeres de Bilbao por la Igualdad, el Ayuntamiento de Bilbao est¨¢ trabajando en la b¨²squeda de alternativas para dotar a la villa de un enclave que posibilite construir un lugar de la memoria, un s¨ªmbolo donde la ciudadan¨ªa pueda expresar su apoyo a las v¨ªctimas, su condena a los agresores y la reivindicaci¨®n de una sociedad libre de violencia. Las diferentes propuestas de emplazamiento para la nueva Plaza 25 de Noviembre ser¨¢n sometidas a la opini¨®n del Consejo Local de las Mujeres de Bilbao por la Igualdad, en la primera reuni¨®n que celebre tras la constituci¨®n de la nueva corporaci¨®n municipal".
La violencia sexista les debe doler, sobre todo, a los hombres
Es decir, lo que se discut¨ªa era el emplazamiento, pero no el nombre de la plaza. Ahora asistimos at¨®nitas al hecho de que el ?rea de Igualdad ha decidido cambiar el nombre y llamarla Plaza de las Mujeres 25 de noviembre. Llam¨¢ndola como pretende el ¨¢rea, se podr¨ªa entender que esa plaza es solo de las mujeres, devolviendo el problema de la violencia a un asunto de ¨¦stas, y no del conjunto de la sociedad.
La plaza deber¨ªa de ser una expresi¨®n de nuestro rechazo a la violencia, de nuestra solidaridad con las v¨ªctimas y de los valores sociales que queremos transmitir a futuras generaciones. Estos valores no pueden ni deben quedarse en las mujeres, sino ser un reflejo de lo que el conjunto de la sociedad asume como propio.
Se eligi¨® ese nombre, 25 de noviembre, porque es el d¨ªa de lucha internacional y de ejercicio simb¨®lico donde recordar a las v¨ªctimas y expresar nuestro rechazo a la violencia.
La sabidur¨ªa popular nos habla de que nadie sufre en carnes ajenas y de lo que se trata, precisamente, es de convertir el dolor ajeno, la desigualdad, la discriminaci¨®n en un dolor propio que nos lleve a deslegitimar la esencia misma de la desigualdad, el trato de lo ajeno de manera discriminatoria o bajo prejuicios, en este caso, sexistas. Hubo una buen¨ªsima campa?a institucional cuyo eslogan era La violencia contra las mujeres nos duele a todos, empleando en este caso un gen¨¦rico masculino, nunca neutro, pero en esta ocasi¨®n muy apropiado, puesto que la violencia sexista les debe doler, sobre todo, a los hombres para dejar de necesitar ejercerla como demostraci¨®n de su poder machista. Eran esos valores los que pod¨ªan/pueden ayudar a desterrar la Plaza 25 de noviembre, un lugar donde expresar y reconocernos en nuestros valores de convivencia, donde nuestra pr¨¢ctica social y personal desautorice todos los ejercicios de violencia sexista. Esperemos que el ?rea de Igualdad de Bilbao d¨¦ marcha atr¨¢s y decida crea un espacio donde todas y todos estemos implicados y un lugar que nos "conmueva" a la acci¨®n para desterrar el sexismo, y por extensi¨®n la violencia, de nuestras vidas.
Maitena Monroy Romero es profesora de autodefensa feminista y activista del grupo FeministAlde
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