"Entonado, todo ocurre sin esfuerzo"
Djokovic, tras repasar su extenuante final contra Nadal, se marca como objetivo ganar los cuatro torneos grandes en 2012 - "?Roland Garros? Ya venc¨ª a Rafa en la tierra de Madrid y Roma"
El campe¨®n del Abierto de Australia llega a una sala tenebrosa. "Ambiente rom¨¢ntico. Me gusta", se r¨ªe Novak Djokovic cuando le ofrecen encender alguna luz extra. No han pasado ni doce horas desde su maratoniano triunfo sobre Rafael Nadal en la final m¨¢s larga de la historia del Grand Slam (5h 53m), pero el tenista serbio parece fresco como una lechuga cuando se sienta con un reducido grupo de periodistas. Ah¨ª aparece el Nole seductor. Uno que saluda a cada interlocutor en su idioma y con un sonoro choque de manos. Uno que describe c¨®mo de madrugada, ya con su novia, Jelena, apaciblemente dormida, repasa ante el televisor los mejores momentos del partido. Uno que finalmente se atreve a decir en alto lo que ni el suizo Roger Federer dijo en su d¨ªa: que sue?a con completar la colecci¨®n de los cuatro torneos grandes y tambi¨¦n con ganarlos todos en 2012. Hasta ahora, el mejor en Roland Garros es Nadal, pero ha perdido contra ¨¦l siete finales seguidas.
Nadie ha logrado el Grand Slam en un mismo a?o desde Laver en 1969
"Estoy en el momento cumbre de mi vida. Hay que tener fe", proclama el serbio
"Esa es la tarea m¨¢s alta que uno se puede poner a s¨ª mismo, pero siempre se debe tener fe", dice Djokovic sobre la posibilidad de conquistar los cuatro grandes el mismo a?o, lo que nadie logra desde 1969, cuando lo hizo el australiano Rod Laver. "He experimentado momentos incre¨ªblemente ¨¢lgidos en mi juego en el ¨²ltimo a?o. Estoy en el momento cumbre de mi vida. Conf¨ªo en m¨ª. En 2011 ya consegu¨ª ganar a Rafa en finales sobre tierra dos semanas seguidas [Madrid y Roma]", sigue el n¨²mero uno mundial sobre la posibilidad que tendr¨¢ en Par¨ªs de sumar su sexto gran t¨ªtulo y el ¨²nico que le falta; "en las semifinales de Roland Garros 2011 jugu¨¦ un partido incre¨ªble [perdi¨® ante Federer]. Todo eso me da suficientes razones para creer que puedo estar en la final. Pienso en ello, no es un secreto. Mi prioridad son los Juegos Ol¨ªmpicos y los grandes".
El deseo de Djokovic es incontenible. Es capaz de ganar en Melbourne tras jugar 4h 50m el viernes y 5h 53m el domingo. Tiene tan claras sus prioridades como para renunciar a la Copa Davis siendo un nacionalista (no jugar¨¢ la primera ronda). Sabe tan bien lo que quiere que se plantea no jugar en el torneo de Belgrado, del que es due?o, para competir en Montecarlo, el templo de Nadal, donde no se present¨® el a?o pasado. "No puedo jugarlo todo", asiente.
Djokovic habla con inmenso respeto de Laver. Para ¨¦l, es sir Laver o m¨ªster Laver, nunca Rod o El Cohete, como le llaman en su pa¨ªs. ?Qu¨¦ piensa el pelirrojo de las posibilidades del serbio en su asalto a la conquista de los cuatro grandes seguidos? "Pienso", argument¨® el m¨ªtico extenista antes de la final, cuando se cumpl¨ªa el 50? aniversario del primero de sus dos grand slams, "que cuando Nadal vino aqu¨ª, en 2010, ya ten¨ªa tres patas del asunto y buscaba la cuarta". "Fuera por enfermedad o fuera por lesi¨®n, le echaron del torneo [perdi¨® ante David Ferrer] y no pudo encontrarla", continu¨®; "esas cosas pueden pasar. La fortuna tiene que cabalgar sobre tus hombros. No solo tienes que jugar tu mejor tenis en cuatro momentos distintos del a?o, sino que necesitas que la enfermedad y las lesiones no te acompa?en".
A las 4.45 del domingo, Nole no piensa en nada de eso. Sus huesudas rodillas, los promontorios que sujetan su armadura, descansan ya en la cama de su suite. No tiene fuerzas para celebrar nada. La adrenalina invade su cuerpo y le impide dormir hasta las ocho de la ma?ana. Entonces, en sus propias palabras, intenta perder el tiempo. Enciende el televisor. Pone un partido: Nadal contra Djokovic en la final del Abierto de Australia. Tras un par de minutos, se mira a s¨ª mismo y concluye: "A veces, cuando estoy entonado, todo ocurre sin que haga ning¨²n esfuerzo".
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