El r¨¦gimen de El Asad recupera el control de las afueras de Damasco
Rusia se opone a una resoluci¨®n de condena a Siria en Naciones Unidas
La oposici¨®n siria ha conseguido distribuir sus grupos armados por la mayor parte del pa¨ªs. Pero el presidente Bachar el Asad sigue disponiendo de una abrumadora superioridad militar y de un considerable respaldo pol¨ªtico. Las fuerzas gubernamentales retomaron ayer el control sobre los suburbios de Damasco y emprendieron nuevas operaciones represivas, con detenciones casa por casa y ataques con artiller¨ªa sobre algunas zonas de Sakba, uno de los bastiones rebeldes.
El Ej¨¦rcito de la Siria Libre, compuesto mayoritariamente por desertores, asegura que su retirada de los alrededores de la capital es solo un "repliegue t¨¢ctico" y que seguir¨¢ hostigando a los soldados y la polic¨ªa del r¨¦gimen. Las emboscadas y los atentados son cada vez m¨¢s frecuentes. El r¨¢pido incremento de la violencia ha condenado a la irrelevancia el debate que manten¨ªan los grupos de oposici¨®n sobre si conven¨ªa o no recurrir a las armas: la revuelta siria ya no gira en torno a manifestaciones pac¨ªficas y la situaci¨®n se parece cada vez m¨¢s a una guerra civil de combusti¨®n lenta.
El Ej¨¦rcito ataca con artiller¨ªa Sakba, uno de los bastiones de los rebeldes
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, una organizaci¨®n opositora basada en Londres, denunci¨® ayer que el coronel Husein Harmush, el primer oficial de alto rango que desert¨® del Ej¨¦rcito y uno de los fundadores del Ej¨¦rcito de la Siria Libre, hab¨ªa sido detenido y ejecutado. Harmush se hab¨ªa instalado en uno de los campos de refugiados creados por Turqu¨ªa junto a su frontera con Siria, y la oposici¨®n sospecha que fue secuestrado por agentes de Bachar el Asad y trasladado de nuevo a su pa¨ªs.
Pese al desequilibrio de fuerzas, tiende a igualarse el balance de v¨ªctimas entre civiles y miembros de la oposici¨®n, por un lado, y miembros de las fuerzas de seguridad, por otro. Se estima que en la ¨²ltima semana han muerto en torno a un centenar de personas, y casi 50 eran soldados y polic¨ªas. Seg¨²n el Gobierno, seis soldados murieron ayer en una emboscada en Deraa, la poblaci¨®n agraria cercana a Jordania donde empez¨® la revuelta en marzo pasado. Tambi¨¦n fue dinamitado un gasoducto que ya hab¨ªa sufrido otros ataques anteriormente. La oposici¨®n, por su parte, dijo que al menos 15 civiles hab¨ªan muerto durante la ofensiva gubernamental de los dos ¨²ltimos d¨ªas para reconquistar las afueras de Damasco.
No se vislumbra un desenlace pr¨®ximo de la crisis. Bachar el Asad se encuentra en una situaci¨®n mucho m¨¢s precaria que hace un a?o, pero dispone a¨²n de recursos. A medio y largo plazo su supervivencia pol¨ªtica se perfila muy dif¨ªcil, porque la violencia y las sanciones financieras y comerciales est¨¢n hundiendo el pa¨ªs en una profunda crisis econ¨®mica y quebrando la vieja alianza entre el r¨¦gimen y la burgues¨ªa sun¨ª de Alepo y Damasco, las dos mayores ciudades. A corto plazo solo es previsible que se mantenga la crisis en t¨¦rminos muy similares a los actuales.
Las v¨ªas de di¨¢logo est¨¢n definitivamente cerradas. Rusia propuso ayer que Gobierno y oposici¨®n negociaran en Mosc¨² y el Consejo Nacional Sirio, que intenta perfilarse como Gobierno alternativo siguiendo el modelo libio, insisti¨® en que no hay reconciliaci¨®n posible sin la dimisi¨®n previa de Bachar el Asad. "Rechazamos la propuesta rusa porque nos pide que hablemos con un r¨¦gimen que no deja de matar, torturar y encarcelar", dijo Walid al Buni, delegado para asuntos exteriores del Consejo Nacional.
La propuesta rusa forma parte de la danza diplom¨¢tica que se desarrolla en Nueva York. La Liga ?rabe y Francia (antigua potencia colonial en Siria) intentar¨¢n desde hoy convencer al Consejo de Seguridad de la ONU de la necesidad de emitir una resoluci¨®n de condena contra Bachar el Asad. Rusia y China son reticentes. El Gobierno de Rusia tiene un especial inter¨¦s en que El Asad se mantenga en el poder, ya que el puerto sirio de Tartus es la ¨²nica base naval de que dispone su flota en el Mediterr¨¢neo. Un cambio de r¨¦gimen y un hipot¨¦tico distanciamiento entre Mosc¨² y Damasco podr¨ªa encerrar los barcos de guerra rusos en el mar Negro.
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