Una pasi¨®n
?Qu¨¦ le ocurre a esa enloquecida manada de b¨²falos cuando un fulano vestido de negro pita el final del partido? ?Por qu¨¦ acorralan a ese desdichado portero que no ha tenido la diligencia o el instinto de supervivencia para salir corriendo hacia el t¨²nel? ?Obedece la sed de venganza de los b¨¢rbaros a que los aficionados del otro equipo degollaron a sus madres, sus mujeres y sus hijos? ?Qu¨¦ imperdonable agravio f¨ªsico o moral, qu¨¦ ofensa presente o ancestral otorga sentido al asesinato en un estadio de casi un centenar de personas? Pero no pasa nada, son cosas del f¨²tbol, es la consecuencia tr¨¢gica de una pasi¨®n tan sana como amar a tu club por encima de todas las cosas. Ha ocurrido en el convulsionado Egipto, esas masacres pertenecen casi siempre a la geograf¨ªa del subdesarrollo, en los paises civilizados la gente grita y se amenaza pero no se mata.
Bueno, los Ultra Sur del Real Madrid, esos chavales tan patri¨®ticos y castizos que tanto aman a Mourinho y son amados por ¨¦l, aullaban el s¨¢bado pasado en el Bernabeu: "?Pepe, m¨¢talo!" y una notable parte del p¨²blico celebraba su aguda ocurrencia. Solo es folclore, la chispa de la vida, no lo dicen en serio. Hace varias d¨¦cadas sus entra?ables antecesores coreaban jocosamente: "?Benito, m¨¢talo!" y que se sepa Pepe y Benito, esos grandes defensores del esp¨ªritu del club, jam¨¢s mataron a nadie, como mucho dejaron maltrecha alguna tibia o alg¨²n peron¨¦ del infame rival. Los cachorros fascistas tambi¨¦n equiparaban a los periodistas con los terroristas. Pero no pasa nada, sirven para crear ambiente y animar al equipo. Seg¨²n Mourinho: "Si no fuera por los pocos que est¨¢n detr¨¢s de la porter¨ªa, pensar¨ªa que el campo est¨¢ vac¨ªo".
A veces ocurre en Europa alg¨²n lamentable accidente, como aquella enfervorizada avalancha que envi¨® a criar malvas en Heysel a cuarenta personas. En Espa?a, unos ultras del Atl¨¦tico perforaron de un navajazo el coraz¨®n a un seguidor de la Real Sociedad, los Boixos Nois se cargaron a un seguidor del Espa?ol y un amante de las bengalas fulmin¨® a un ni?o. Cositas aisladas, cositas del f¨²tbol, excepciones. En la vi?eta que public¨® El Roto el mi¨¦rcoles se le¨ªa: "El silencio de la poblaci¨®n ante los recortes sociales contrastaba con los alaridos que profer¨ªan en los estadios". ?Alguien puede definir mejor el absurdo?
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