Cinco problemas que minan al PSC
La derrota de Chac¨®n aturde a un partido incapaz de definir estrategias, articular un discurso frente a CiU y mostrar un liderazgo consolidado
La derrota del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) en el congreso del PSOE se suma a los varapalos electorales que acumula desde hace m¨¢s de un a?o, los cuales han minado la moral de las bases. Los cr¨ªticos han salido a la palestra en las redes sociales y foros de opini¨®n para denunciar las contradicciones y los puntos d¨¦biles de un partido que, pese a haber celebrado su congreso en diciembre, mantiene una estrategia err¨¢tica. Cinco son los principales puntos flacos.
- Liderazgo d¨¦bil. Pere Navarro, elegido primer secretario del partido en diciembre, dista todav¨ªa de ser un l¨ªder. Hasta la fecha el ¨²nico cambio visible que ha imprimido en la estrategia del partido es tender la mano al Gobierno de CiU, sin haber obtenido respuesta alguna por parte del presidente de la Generalitat. Esta estrategia ha sido contestada desde la potente federaci¨®n de Barcelona. A favor de Navarro juega el hecho de conocer bien un partido de cuya rama juvenil ya form¨® parte. En contra, el de estar fuera del Parlament, algo que le resta visibilidad y mantiene como caras visibles y reconocibles del PSC a dos representantes de etapas anteriores: Joaquim Nadal y Miquel Iceta.
- Oposici¨®n o muleta de CiU. Los socialistas han criticado los recortes sociales del Gobierno de Artur Mas, pero le han dado aire en puntos vitales como las leyes ¨®mnibus y la reforma de TV-3 y Catalunya R¨¤dio. Para un sector del partido, el de los alcaldes, liderado por Antonio Balm¨®n, esto es una muestra de "oposici¨®n ¨²til y responsable"; pero, en opini¨®n de otros dirigentes, no hace m¨¢s que diluir el mensaje del PSC en el Parlament y su imagen como alternativa real a CiU. Fuentes parlamentarias y de la federaci¨®n de Barcelona sostienen que el verdadero problema del PSC es que ha perdido la credibilidad: "Si tuvi¨¦ramos credibilidad ante los ciudadanos, podr¨ªamos hacer de oposici¨®n dando apoyos ocasionales al Gobierno sin mayores problemas, pero no la tenemos".
- Relaci¨®n con el PSOE. La compleja relaci¨®n que el PSC y el PSOE mantienen desde hace 30 a?os como partidos federados ha estado a punto de romperse por las costuras con el intento de Carme Chac¨®n de optar a la secretar¨ªa general del PSOE. Un miembro de un partido intentando dirigir el otro. El PSC parece dispuesto ahora a marcar perfil en el Congreso de los Diputados y a renegociar sus relaciones parlamentarias con el PSOE, pero lo hace con las fuerzas menguadas por la derrota en el Congreso de Sevilla. "?C¨®mo nos va a recibir ahora Rubalcaba a la hora de negociar tras habernos alineado todos con Chac¨®n?", se preguntaba ayer un miembro del sector catalanista cr¨ªtico con la estrategia del partido.
- El discurso sobre Espa?a. M¨¢s all¨¢ de los problemas con el PSOE, todas las familias del PSC admiten crecientes carencias en el discurso federalista del partido. Tras la sentencia sobre el Estatuto, el PSC no ha sido capaz de articular un discurso alternativo que permita contrarrestar el soberanismo de Converg¨¨ncia y su propuesta de pacto fiscal.
- Barcelona. La federaci¨®n de Barcelona, que, con la del Baix Llobregat, ha sido siempre la punta de lanza del PSC, est¨¢ en sus horas m¨¢s bajas. Pese a haber perdido el poder en el Ayuntamiento, la federaci¨®n apenas se renovar¨¢ en el congreso del pr¨®ximo fin de semana. "No haremos nada mientras no despeguemos en Barcelona", afirman fuentes de las familias del partido.
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