"Voy a la caza de almas, no de masas; convencer a las masas no es posible"
Es uno de los grandes artistas del siglo XX. Un pintor imprescindible. A sus 81 a?os de edad, Antoni T¨¤pies, con graves problemas de vista y o¨ªdo, se desnuda en esta entrevista con una clase magistral sobre el ser humano y la pintura. El Reina Sof¨ªa, de Madrid, celebra con sus obras en arcilla el Premio Vel¨¢zquez de la artes pl¨¢sticas.
Pregunta. ?Para pintar, c¨®mo influye el problema de los ojos?
Respuesta. Si te das cuenta, cuando miras un cuadro no te quedas en un punto, sino que enseguida vas recorriendo el cuadro con la vista, y, al hacerlo, estos agujeros se compensan unos con otros y puedes ver lo que est¨¢s haciendo. Afortunadamente, el cuerpo humano se adapta a todo (...).
"Me dol¨ªa cuando dec¨ªan que mi pintura pod¨ªa hacerla un ni?o"
"En el fondo estamos hechos de tierra... y volvemos a ella"
Dicen que los viejos nos volvemos m¨¢s sabios. Y lo hacemos en el sentido real del t¨¦rmino, que es aprender a vivir. Porque la sabidur¨ªa no es un pu?ado de frases o recetas bonitas para ponerlas en un museo, sino que se saca de practicarla en la vida de cada d¨ªa, en el hecho de usarla para llevar la vida adelante. Y en esto me encuentro un poco m¨¢s libre que cuando era joven. Pero sigo pensando que la pintura que hacemos tiene que ser ¨²til a la sociedad en la que vivimos porque, si no, no valdr¨ªa la pena hacerla. Y para ser ¨²til te has de preocupar un poco y escuchar si la gente lo recibe bien o no.
P. Pero ya no le importar¨¢ tanto lo que la gente opine de su obra...
R. A eso, con los a?os te acostumbras; pero a m¨ª, de joven, me han dado bastantes palos. Claro que ahora me respetan. No es que se pueda generalizar. Hay cr¨ªticos a los que tengo cari?o y los hay tontitos... Y mira, los cr¨ªticos que m¨¢s me gustan son los que hablan bien de m¨ª.
P. Ese reconocimiento que hoy es un¨¢nime hacia usted ocurri¨® hace ya muchos a?os. Casi nunca le pasa a nadie. Yo pensaba que pod¨ªa transformarle a uno...
R. S¨ª. Est¨¢ bien, es muy halagador saber que tengo gente que me quiere, e incluso artistas que me siguen. Y en todo el mundo. Porque han venido a visitarme y casi a reverenciarme. Hace poco me visit¨® un artista de la India y me dijo que me adoraba, que yo era su gur¨², y perd¨®neme, a?adi¨®, a los gur¨²s lo primero que hay que hacer es tocarles los pies. Y se encogi¨® y me los toc¨®. Esto es muy halagador. Otra vez vino una chica de Bali. Y no le digo de Jap¨®n, y de Alemania, y de Estados Unidos.
P. As¨ª que es como si viviera su propia posteridad.
R. De eso no me he dado cuenta. ?Quiere decir que me esfuerzo para conservar mi legado?
P. No. Me refer¨ªa a otra cosa. A si usted piensa que dentro de 100 a?os se le seguir¨¢ considerando un artista imprescindible y que estar¨¢ en todos los museos como ahora, y que los indios vendr¨¢n a ver su obra desde su pa¨ªs.
R. Oh, eso no se sabe. Hay artistas que han pasado por diferentes momentos. No s¨¦.
P. ?Entonces, le da vueltas a esa idea...?
R. Como pienso en ser ¨²til, pues me preocupo de que mis cosas se conserven y mis escritos se publiquen. Por eso hicimos una fundaci¨®n, para conservar todo esto. Mis hijos siempre me lo dicen: no te preocupes de tu legado porque ya lo defenderemos nosotros. Y mi mujer, no digamos. Creo que, por primera vez, ahora tengo un recuerdo bastante panor¨¢mico de toda mi vida, porque me publican el cat¨¢logo razonado de toda mi obra. O sea, que veo todo lo que he hecho y lo que he dicho, y comprendo que a veces hay que hacer un cierto esfuerzo para conservarlo. No me gustar¨ªa que no se le diese importancia, sino que la gente entienda intelectualmente lo que he querido hacer. Y que, si puede serles ¨²til, lo apliquen a su propia vida.
P. ?Y qu¨¦ quiere decir serles ¨²til?
R. Lo que quiero decir es que yo hago un trabajo muy individualizado. Yo voy a la caza de almas, no de masas. Convencer a las masas no creo que sea posible. Han de convencerse las personas por s¨ª mismas. Cuando trabajo, lo que hago es poner una especie de mecanismos, para que la gente produzca un cambio en su manera de pensar y se ponga en el buen camino. Pero yo s¨®lo le apunto un camino. Nada m¨¢s. En realidad, es un trabajo muy modesto, ?eh?
P. Yo no dir¨ªa que es una pretensi¨®n modesta querer incidir en los dem¨¢s. ?A eso se ha referido a veces al decir que con su pintura buscaba la espiritualidad?
R. Espiritualidad en el sentido de abrir las conciencias. Cuando vienen a verte desde la India es quiz¨¢ uno de esos momentos en que parece que lo has logrado. Sentirse comprendido, de eso se trata. Y cada vez pienso que se ha ido entendiendo mejor. Porque al principio incluso me han hecho sufrir. Tergiversaban lo que yo intentaba.
P. ?C¨®mo le tergiversaban y qu¨¦ era lo que m¨¢s le dol¨ªa?
R. Pues eso, que un ni?o pod¨ªa hacerlo... Esto se dice mucho. En nuestro pa¨ªs hemos padecido un poco de falta de educaci¨®n de la sensibilidad. Para que la gente perciba bien una obra de arte ha de tener una cierta preparaci¨®n. Esto es indiscutible. Si no, puede decir eso, que lo hace cualquiera.
P. Hay pinturas suyas que son un pegote de polvo de m¨¢rmol y una pata de silla rota. Durante a?os, su pintura resultaba dif¨ªcil, y s¨ª se necesitaba sensibilidad, o preparaci¨®n para verla. Hoy, si alguien dice que su obra no le gusta se arriesga a que le consideren un paleto.
R. ?Ja, ja, ja!
P. Antes hablaba de encontrar el propio lenguaje. Una labor de a?os. Luego est¨¢ la necesidad de tener una ocurrencia, una idea nueva, personal, que llame la atenci¨®n. Algo que no se ha hecho antes, o que no lo parezca... Y eso, que parece imprescindible para ser un creador, ?se busca denodadamente o sucede de pronto, como por encanto?
R. Es algo que va viniendo paulatinamente. Este trabajo est¨¢ hecho de cosas positivas y cosas negativas. Muchas veces dices: no quiero ser como ese que me ha precedido, porque los que te precedieron est¨¢n muy vistos, y a la sociedad ya no le sorprende. Por ejemplo, el colorido. Hay muchos grandes artistas que han usado mucho los colores primitivos. En el siglo XX, las vanguardias lo hicieron mucho. Colores simples. Rojo, amarillo, azul. De esto han abusado los pintores y la publicidad. Y ahora, la tele en color. Por eso yo decid¨ª pintar con otros colores. Y tal vez tambi¨¦n por la necesidad de buscar colores m¨¢s profundos, m¨¢s serios. En estas cosas hay una mezcla de todo. Como el sentirme cerca de la tierra. Siempre he querido acercarme a las formaciones del cosmos. En el fondo estamos hechos de tierra... y volvemos a ella.
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