Adi¨®s a la peseta
El 28 de febrero de 2002, Espa?a dice adi¨®s a su ¨²ltima moneda propia: la peseta. Tambi¨¦n se despiden de sus monedas nacionales todos los pa¨ªses que han adoptado el euro, a excepci¨®n de Alemania, Holanda, Irlanda y Francia que ya lo hicieron antes. A pesar de que la acogida de la moneda ¨²nica europea ha sido muy buena en todos los pa¨ªses, una cierta melancol¨ªa ha te?ido las respectivas despedidas de las viejas monedas.
Nuestra peseta, con 133 a?os cumplidos, gozar¨¢ de un emotivo homenaje. La Real Casa de la Moneda ha preparado una serie de actos para despedir a la peseta bajo el lema De la Calle al Museo, y se ha dise?ado un logotipo especial para ilustrar este acontecimiento. As¨ª, en Madrid, m¨¢s de 200 actores, malabaristas, m¨²sicos, payasos y acr¨®batas recorrer¨¢n el jueves 28 las calles de la capital con la peseta como motivo de referencia de sus representaciones.
Ya de noche, la fiesta se trasladar¨¢ a numerosos restaurantes del pa¨ªs, que preparar¨¢n un men¨² especial regado con un cava conmemorativo, etiquetado especialmente para la ocasi¨®n. Paralelamente, el madrile?o Museo de la Casa de la Moneda recibir¨¢ a la peseta en la que ser¨¢ su morada definitiva con un espect¨¢culo audiovisual en el que se elevar¨¢n ocho grandes monedas hasta el techo de este edificio para ser introducidas en su lugar dentro del Museo.
As¨ª pues, a partir del 1 de marzo, la peseta desaparecer¨¢ de la circulaci¨®n para formar parte de la Historia y protagonizar la exposici¨®n La Peseta, de la calle al Museo que se podr¨¢ visitar a partir de esa fecha en la Casa de la Moneda.
De la peseta al euro
Seg¨²n del Banco de Espa?a, hasta el 19 de febrero se hab¨ªan retirado de la circulaci¨®n billetes y monedas en pesetas por valor de 39.361 millones de euros, lo que representa un 81% de la cantidad que circulaba al final de 2001.
El proceso se est¨¢ realizando con m¨¢s rapidez de lo previsto y se estima que en torno al 85% del valor de las pesetas que se han de retirar habr¨¢n vuelto al Banco de Espa?a a fecha de hoy, una vez concluido el per¨ªodo de convivencia de euros y pesetas. De cualquier forma, siempre habr¨¢ una cantidad irrecuperable entre las pesetas que se llevan los turistas, las que se guarda la gente como recuerdo, o las que se pierden.
En la actualidad circulan ya en Espa?a 43.262 millones de euros, un volumen de billetes y monedas m¨¢s que suficiente para realizar todas las operaciones comerciales habituales en nuestro pa¨ªs. En cualquier caso, hasta el pr¨®ximo 30 de junio, los espa?oles podemos cambiar las pesetas por euros en cualquier entidad financiera y, a partir de esa fecha y por tiempo ilimitado, en el Banco de Espa?a.
El destino de las pesetas
En el caso de los billetes, el Banco de Espa?a calcul¨® que ser¨ªa necesario retirar y destruir unos 1.780 millones. El peso aproximado de cada billete es de 1 gramo, por lo que estar¨ªamos hablando de unas 1.780 toneladas de papel moneda. Debido a los complejos procesos de impresi¨®n a los que se somete el papel en la fabricaci¨®n de billetes, no se pueden reciclar para fabricar otros nuevos billetes, por lo que, una vez recogidos, clasificados, verificados y contados, se destruyen.
En concreto, se trituran y con sus restos se fabrican unos cilindros de papel prensado, llamados briquetas, con los que se han ensayado usos industriales o como material de construcci¨®n, aunque ninguno de ellos parece realmente rentable.
En cuanto a las monedas, hasta el 30 de junio, cuando finalice el per¨ªodo de canje en las entidades financieras, se habr¨¢n retirado unos 6.500 millones de piezas, lo que aproximadamente supone 32.000 toneladas de metal. Una vez realizada su cuantificaci¨®n, las monedas se env¨ªan a la F¨¢brica Nacional de Moneda y Timbre para su inutilizaci¨®n mediante un proceso mec¨¢nico que trocea las monedas (desmonetizaci¨®n), y su posterior fundici¨®n.
El metal de estas monedas no puede ser reutilizado para la acu?aci¨®n de euros porque las aleaciones son distintas. Sin embargo, algunos de estos metales s¨ª pueden ser aprovechados para usos industriales, por lo que han sido adjudicados a distintas empresas en una subasta p¨²blica.
As¨ª, por ejemplo, las monedas de una peseta servir¨¢n para la fabricaci¨®n de barriles de cerveza, las de diez, cincuenta y doscientas, para la construcci¨®n de tuber¨ªas de refrigeraci¨®n, y las de cinco, veinticinco y doscientas pesetas, para la elaboraci¨®n de h¨¦lices de barcos.
Historia de la peseta
De esta manera finaliza la vida de la unidad monetaria que, desde 1868, ha sido la moneda de referencia y ¨²nica de curso legal en Espa?a. Con la Reina Isabel II en el exilio, el gobierno provisional surgido de la Revoluci¨®n de 1868, presidido por Francisco Serrano, promulg¨® el Decreto Figueroa -en reconocimiento a Laureano Figueroa, ministro de Hacienda-, en el que se creaba la nueva unidad monetaria.
La primera pieza fue acu?ada en 1869 y ten¨ªa en el anverso la figura de una mujer tendida sobre el Pe?¨®n de Gibraltar con una rama de olivo en la mano. En 1874, el gobierno concedi¨® el monopolio monetario al Banco de Espa?a, que produjo diferentes pesetas a lo largo de todos estos a?os hasta el 21 de noviembre del a?o 2000, cuando finaliz¨® la producci¨®n de los billetes en pesetas, y el 19 de junio de 2001 para las monedas. Como curiosidad, la moneda de cien pesetas fue la ¨²ltima pieza que sali¨® de las m¨¢quinas de impresi¨®n.
Podemos decir que la peseta nace y muere con el prop¨®sito de modernizar Espa?a. Naci¨® en el siglo XIX, en sustituci¨®n de los reales y escudos, para intentar adecuar la moneda espa?ola a la Uni¨®n Monetaria Latina constituida en 1865 por Francia, B¨¦lgica, Italia, Suiza y Grecia. El d¨ªa 28 de febrero de 2002 muere reemplazada por el euro por motivos similares: el mantenimiento de la estabilidad de precios y la direcci¨®n de una pol¨ªtica monetaria ¨²nica para toda la zona euro.
Enlaces de inter¨¦s:
Fuentes:
Banco de Espa?a y Real Casa de la Moneda.
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