Un testigo de Microsoft desmonta la teor¨ªa de que sus competidores est¨¢n tras las sanciones
La defensa de la empresa inform¨¢tica hab¨ªa basado su estrategia en demostrar que el castigo que se le quiere imponer ha sido dise?ado por la competencia para sacar partido del juicio
La Justicia estadounidense sentenci¨® el a?o pasado que Microsoft hab¨ªa convertido en un monopolio el dominio de su sistema operativo Windows, con pol¨ªticas como integrarlo con el navegador Explorer, lo que dej¨® fuera de juego a su rival Netscape. Desde hace unos meses se celebra en Washington un proceso para decidir el castigo que se le impone por estas pr¨¢cticas al gigante inform¨¢tico, proceso en el que Microsoft ha basado su defensa en que las sanciones que se le pretenden imponer han sido pensadas por sus empresas competidoras para sacar partido del juicio. Una de las bases de este argumento fue la declaraci¨®n de un testigo, que sin embargo anoche se ha retractado y ha dicho que las cosas no son como las cont¨®, que quiz¨¢ se le ha malinterpretado.
Keneeth Elzinga, economista de la Universidad de Virginia, que testific¨® en su momento a petici¨®n de la empresa, presentado por Microsoft, dijo en su momento ante el juez que fueron los competidores los que hab¨ªan "desarrollado" las sanciones que ahora proponen los nueve estados que han mantenido el pulso judicial contra la empresa estadounidense.
Sin embargo, esta estrategia de la defensa, que pretend¨ªa probar con documentos y correos electr¨®nicos de empresas como Sun Microsystems, Novell o AOL Time Warner, se tambalea despu¨¦s de que Elzinga reconociera anoche al ser interrogado por el abogado de la acusaci¨®n que cuando dijo "hab¨ªa desarrollado" quer¨ªa decir que "hab¨ªan apoyado".
Sanciones demasiado duras
Elzinga ha reconocido adem¨¢s que las medidas de castigo que supuestamente hab¨ªan pensado los competidores de Microsoft coincid¨ªan con las dictadas por el juez Jackson, que en su momento orden¨® la divisi¨®n en dos de la empresa. Un tribunal de apelaci¨®n decidi¨® despu¨¦s que esta sanci¨®n era desproporcionada, y ahora se barajan varios castigos de menor calado, pero que el presidente de Microsoft, Bill Gates, ya ha anunciado que podr¨ªan acabar con Windows.
La acusaci¨®n espera que Microsoft comparta el c¨®digo fuente de su sistema operativo con otras empresas, para que ¨¦stas puedan dise?ar programas y aplicaciones tan compatibles con Windows como las de la propia compa?¨ªa.
Adem¨¢s, los fiscales quieren reducir Windows a la m¨ªnima expresi¨®n, eliminando todos los programas que no sean necesarios y que, seg¨²n ellos, s¨®lo est¨¢n all¨ª para aprovechar el tir¨®n del sistema operativo y eliminar as¨ª a los productos similares de la competencia. Ayer, la acusaci¨®n renunci¨® sin embargo a demostrar la viabilidad de este producto, porque hab¨ªa pedido a Microsoft que lo desarrollase y la empresa le respondi¨® que tardar¨ªa un tiempo ilimitado, lo que podr¨ªa alargar indefinidamente el juicio.
De los 18 Estados que presentaron la demanda contra la compa?¨ªa en 1998 por sus actividades monopol¨ªsticas, s¨®lo nueve han llegado hasta el final. El resto, y el Gobierno estadounidense, que tambi¨¦n particip¨® en el proceso al principio, llegaron a acuerdos extrajudiciales con la compa?¨ªa en noviembre de 2000.
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