No es oro todo lo que reluce en las hipotecas

La pelea por captar clientes hipotecarios no ha hecho m¨¢s que empezar. En un a?o dif¨ªcil como est¨¢ previsto que sea ¨¦ste, las entidades se lanzan a vender sus productos de una forma cada vez m¨¢s llamativa. Como es l¨®gico, recurren a la publicidad, cuanto m¨¢s sorprendente mejor. Y, en este terreno, como sucede casi siempre, no es oro todo lo que reluce. La Asociaci¨®n de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de Espa?a (Adicae) ha analizado pr¨¢cticamente una treintena de folletos publicitarios y ninguno de ellos ha resultado estar "limpio de polvo y paja".

Las entidades financieras no registran ante el Banco de Espa?a los folletos promocionales, pese a estar obligadas

Para empezar porque una buena parte de estos bancos y cajas, pese a estar obligados a ello, no registran su publicidad en el Banco de Espa?a y tampoco la pasan por los organismos competentes de las comunidades aut¨®nomas para que los supervisen. En segundo lugar, porque utilizan un lenguaje poco objetivo -"se repiten palabras como f¨¢cil, c¨®modo, simple, ventajas, tranquilidad, flexibilidad, gratis, es posible, oportunidad?"- que "est¨¢ exclusivamente dirigido a que el consumidor tome una decisi¨®n irreflexiva que puede conllevar una contrataci¨®n irresponsable del producto, o del producto no adecuado".

A este respecto la Adicae a?ade que "en los folletos, el consumidor encuentra mucha letra peque?a, muchas veces ilegible; nos remiten a asteriscos; existen muchas excepciones y requisitos?" que, en general, hacen que conseguir todas las ventajas explicitadas sea realmente complicado.

En lo que a los propios elementos de los pr¨¦stamos se refiere se explica que "las entidades financieras no informan de la TAE -y si lo hacen, a veces utilizan de nuevo la letra peque?a-, es decir, del coste anual del cr¨¦dito incluyendo intereses, gastos?, lo que impide que se puedan establecer comparaciones directas y r¨¢pidas entre distintas ofertas". Adem¨¢s, dan "una defectuosa informaci¨®n sobre los plazos ofrecidos y sus vencimientos haciendo que el consumidor considere de lo m¨¢s normal los 40 a?os de endeudamiento".

Cuidado con los accesorios

En la publicidad hipotecaria "los diferenciales -los m¨¢rgenes que se aplican, en general, sobre el Eur¨ªbor para obtener el tipo de inter¨¦s definitivo- siempre aparecen bonificados al m¨¢ximo, dando una imagen de oferta general que no se adec¨²a a la realidad. S¨®lo en algunos casos, de nuevo recurriendo a la letra peque?a, aparece qu¨¦ diferencial se aplica si no se cumplen todos los requisitos que, a veces, superan entre domiciliaciones, seguros, aportaciones, uso de tarjetas? m¨¢s de la media docena". A este respecto, Adicae se?ala que "no hay que olvidar que la obligaci¨®n de contratar productos accesorios no est¨¢ permitida por la legislaci¨®n de consumo. Como en las hipotecas, no se obliga pero se vincula el precio real del cr¨¦dito a estos productos, es necesario calcular su coste pues, en algunos casos, puede no compensar un diferencial m¨¢s corto".

Ante este panorama, desde la asociaci¨®n reclaman la creaci¨®n de una comisi¨®n de publicidad hipotecaria que eval¨²e con car¨¢cter previo su contenido; la promulgaci¨®n de un c¨®digo de derecho bancario que obligue al cumplimiento de, al menos, unos m¨ªnimos; la realizaci¨®n de inspecciones de esta publicidad por parte del Banco de Espa?a que, a su vez, deber¨ªa crear un organismo especializado sobre la vulneraci¨®n del derecho de informaci¨®n de los consumidores en materia financiera.