Hoy no compro nada

Una estampida de consumidores ¨¢vidos por hincarle el diente a las rebajas en el estado de Nueva York ha causado la muerte este viernes a un dependiente de los grandes almacenes Wal-Mart. El hombre, de 34 a?os, pereci¨® pisoteado a las cinco de la ma?ana, despu¨¦s de que un millar de personas arrancara las puertas de un comercio donde hoy, al igual que en todo Estados Unidos, se inauguraba la temporada de rebajas en medio de la peor crisis del ¨²ltimo siglo.

Pero son excesos tan escalofriantes como ¨¦ste los que parecen cargar de raz¨®n a los organizadores del Buy Nothing Day (D¨ªa de no comprar) que hoy se abstendr¨¢n de gastar dinero como llamada simb¨®lica hacia un cambio de actitud vital. El viernes posterior a Acci¨®n de Gracias, d¨ªa en el que arrancan las rebajas en Estados Unidos, es el escogido anualmente desde mediados de los noventa para invitar a 'la abstinencia'. La convocatoria se traslada a ma?ana para el resto del planeta.

?Es posible renunciar durante un d¨ªa al ir de compras? Se trata de un acto simb¨®lico pero detr¨¢s de esta decisi¨®n, subyace toda una filosof¨ªa que urge a cambiar el mundo. Con las hipotecas y los despidos pis¨¢ndole los talones a gran parte de la poblaci¨®n occidental, este a?o salir de compras navide?as no ser¨¢ precisamente el deporte m¨¢s practicado. Pero m¨¢s all¨¢ de la crisis, hay quien piensa que el consumismo desmedido en el que nuestro planeta lleva inmerso desde la mitad del siglo XX no s¨®lo es malo para el bolsillo sino para el planeta y el esp¨ªritu. "Este a?o es particularmente significativo porque la crisis econ¨®mica es tan grave y afecta directamente a tantos pa¨ªses que la gente est¨¢ empezando a hacerse preguntas. ?Es necesario seguir alimentando la cultura del consumo sin l¨ªmite? ?Va a poder soportarlo el planeta? Por primera vez parece que el motivo de la crisis ha sido precisamente el exceso de consumo y eso est¨¢ obligando a la gente a reflexionar" afirma Kalle Lash, director de la revista Adbusters, una publicaci¨®n canadiense que analiza tendencias desde un punto de vista cr¨ªtico, obliga a pensar desde perspectivas ecol¨®gicas e invita al cambio de actitudes hacia el consumo. Desde Adbusters comenz¨® a promoverse la convocatoria del Buy Nothing Day en 1994, aunque la iniciativa no parti¨® de la revista sino de un hombre en crisis econ¨®mica: Ted Dave.

Los or¨ªgenes del 'Buy Nothing Day'

Este dise?ador gr¨¢fico canadiense, en pleno ataque de frustraci¨®n por el encarecimiento de la vida, empapel¨® Vancouver en 1992 con carteles convocando al D¨ªa de no comprar nada, una idea que se le ocurri¨® a modo de broma pero cargada de sentido. Su objetivo era invitar al boicott del comercio durante 24 horas "porque todo a nuestro alrededor est¨¢ concebido para incitarnos a consumir y ya no pod¨ªa m¨¢s". Era adem¨¢s una forma de enviar una se?al a los popes de la econom¨ªa, advirti¨¦ndoles de que el verdadero poder econ¨®mico est¨¢ en manos de la gente. "La idea de votar con tu dinero es una forma apol¨ªtica de buscar soluciones a un problema pol¨ªtico" explica Dave en su web.

Dave colaboraba con la revista y su redacci¨®n recogi¨® el testigo. "Al principio los seguidores de esta convocatoria eran fundamentalmente ecologistas radicales que consideraban que el exceso de consumo era negativo para el planeta. Pero a finales del milenio se empez¨® a unir gente con una base m¨¢s filos¨®fica, ciudadanos saturados por el bombardeo de mensajes destinados a estimular el consumo y que se unieron al Buy Nothing Day para decir 'no puedo m¨¢s'. Despu¨¦s del 11S adquiri¨® una dimensi¨®n m¨¢s pol¨ªtica: los atentados demostraron que las diferencias econ¨®micas son demasiado extremas y ya no son sostenibles y eso hizo que m¨¢s gente se uniera a la convocatoria. Adem¨¢s hay budistas, cat¨®licos, cristianos... todas las religiones predican contra la avaricia y la acumulaci¨®n de bienes materiales as¨ª que el mensaje del Buy Nothing Day lo entienden muy bien".

Actualmente la revista Adbusters tiene 'alistados' 80.000 culture jammers (complicadores de cultura) en todo el mundo. "El culture jammer es una persona que entiende que el consumo tiene una parte oscura, que considera que el humor es una parte muy importante para subrayar temas que nos preocupan y que participa activamente en esta convocatoria u otras relacionadas" explica Lash.

La convocatoria

Desde la web de Adbusters se centraliza una convocatoria que extiende sus tent¨¢culos por todo el mundo y que incluye desde flash mobs de gente vestida de zombi ejerciendo de muertos vivientes en supermercados con carritos vac¨ªos a largas colas falsas en cajeros autom¨¢ticos. En Nueva York uno de los protagonistas de las celebraciones de hoy ser¨¢ el Reverendo Billy, fundador de la Church of Stop Shopping (Iglesia del 'No compre m¨¢s'), un veterano grupo teatral que mezcla la comedia, la m¨²sica y la informaci¨®n con el objetivo de concienciar al mundo de la necesidad de buscar alternativas al consumismo actual. ?l cr¨ªtica la invasi¨®n de cadenas multinacionales como Starbucks y predica por una vuelta al consumo directo, a una escala m¨¢s local como ¨²nica forma de sostenibilidad del planeta.

Sobre ¨¦l ya se han hecho varios documentales, inclu¨ªdo What would Jesus buy? que produjo Morgan Spurlock, director del c¨¦lebre documental anti fast-food Super Size Me. El reverendo Billy ha encabezado algunas de las manifestaciones recientes celebradas en Wall Street contra el rescate gubernamental de los bancos estadounidenses en quiebra y hoy invita a bailar gratis a los neoyorquinos en un parque donde repartir¨¢ exorcismos para tener una navidad 'libre de deudas'. M¨¢s all¨¢ de la parte l¨²dica de su campa?a, el reverendo, cuyo verdadero nombre es Bill Talen, no habla en broma: "El rescate de los bancos ha sido como ir a comprar a la fuerza. Han utilizado nuestro dinero pero nosotros no hemos tenido alternativa. Los bancos y empresas han convencido al gobierno de que hay que salvar su econom¨ªa a toda costa. Pero yo quiero una econom¨ªa diversificada, donde las cuentas saneadas de una econom¨ªa local no tengan necesariamente que reflejarse en las cuentas de Wall Street. Ir de compras aumenta el conformismo. Y hoy es importante subrayar que no todos los ciudadanos estamos de acuerdo con esta cultura del gasto". Sin duda, el hombre que pereci¨® hoy bajo la estampida de consumidores de Wal-Mart le dar¨ªa la raz¨®n.