La peor noticia en el peor momento

La intervenci¨®n de Cajasur es una noticia muy negativa para la econom¨ªa espa?ola, para la deuda soberana, para el Gobierno y, c¨®mo no, para el sistema financiero. Los agoreros que vaticinaban quiebras de entidades financieras por la burbuja inmobiliaria dir¨¢n que ten¨ªan raz¨®n, que el sistema financiero espa?ol tiene m¨¢s problemas de los que admite. Sin embargo, la situaci¨®n no es comparable con la que han vivido Reino Unido, EE UU, Holanda o Irlanda, donde han quebrado los bancos m¨¢s importantes. Cajasur supone apenas el 0,6% de los activos del sector. Y aun as¨ª, el efecto de preferir la intervenci¨®n a una fusi¨®n con Unicaja puede acarrear graves consecuencias por la tensa situaci¨®n que viven los mercados internacionales: puede provocar un efecto domin¨® sobre el sector financiero e incluso sobre la ya de por s¨ª complicada situaci¨®n fiscal. Es previsible que la pr¨®xima semana aumenten los problemas para la deuda espa?ola. Por eso, la decisi¨®n de los sacerdotes-consejeros de pedir la intervenci¨®n del Banco de Espa?a es de una irresponsabilidad may¨²scula.

La caja cordobesa ten¨ªa que negociar una reducci¨®n de plantilla y una rebaja de salarios porque sus trabajadores y directivos cobran m¨¢s que los de Unicaja. Pero en Cajasur tienen presente que en la intervenci¨®n de CCM no ha habido ni un solo despido. La diferencia es que en ese caso no hay solapamiento de oficinas con la entidad absorbente, Cajastur.

La caja cordobesa ha quedado al margen de los acuerdos entre el presidente Zapatero y Mariano Rajoy sobre el sistema financiero. En aquella reuni¨®n convinieron que PP y PSOE colaborar¨ªan para acelerar las fusiones, pero Cajasur -y su estructura jer¨¢rquica- no es de este mundo. La situaci¨®n de la entidad, pr¨¢cticamente en bancarrota, pone de manifiesto el anacronismo que supone que la Iglesia controle una entidad de ahorro con 19.000 millones en activos y 14.500 millones en dep¨®sitos.

Tras este episodio no faltar¨¢n quienes acusen al Banco de Espa?a de falta de autoridad. Lo cierto es que lo intent¨® todo hasta el final: Unicaja acept¨® la fusi¨®n, prolong¨® los plazos acordados, y la entidad casi quebrada, Cajasur, se neg¨® a firmar cuando ya parec¨ªa todo atado. Caer¨¢n palos sobre el gobernador, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, que cometi¨® errores con CCM.

Ahora queda lo peor: pagar los errores de gesti¨®n de Cajasur, con un agujero inmobiliario y de morosidad cercano a los 2.000 millones. El supervisor tiene la alternativa de trocear la entidad, con un mayor coste laboral: sea como sea, son p¨¦simas noticias para Zapatero, para la banca espa?ola y tal vez incluso para el euro.