El imparable ascenso de China a la riqueza
El espectacular crecimiento del gigante asi¨¢tico amenaza la hegemon¨ªa de Estados Unidos despu¨¦s de superar a Alemania, Francia, Reino Unido y Jap¨®n
La historia de la econom¨ªa china es la historia de un ¨¦xito. El despegue econ¨®mico del gigante asi¨¢tico ha sido espectacular en los ¨²ltimos diez a?os, aunque las bases para ese fabuloso crecimiento se establecieron hace m¨¢s de treinta a?os, cuando Deng Xiaoping lanz¨® el proceso de apertura y reforma en 1978. El cambio de modelo comenz¨® a recoger sus frutos a comienzos de la d¨¦cada de los noventa, con la puesta en marcha de reformas estructurales para transformar una econom¨ªa cerrada de corte comunista en una mixta basada en la apertura al exterior, una pol¨ªtica monetaria agresiva y un papel del Estado diluy¨¦ndose paulatinamente.
As¨ª, desde 1991, el PIB chino ha crecido a un ritmo sostenible del 10%. El incremento anual ha sido siempre de dos d¨ªgitos, salvo en 2008 y 2009, a?os en los que el crecimiento fue lastrado por la crisis financiera internacional y la recisi¨®n global, que de manera indirecta sirivi¨® de tranpol¨ªn a China, que ha sabido sacar mayor provecho que Occidente en las actuales circunstancias.
En su mete¨®rica carrera hacia la prosperidad, China ha dejado por el camino a sus rivales asi¨¢ticos y a las naciones occidentales m¨¢s desarrolladas. En 2005 y seg¨²n datos del Banco Mundial, el PIB de China creci¨® un 9,9% y desbanc¨® a Francia del quinto puesto. Pocos meses despu¨¦s hizo lo propio con Reino Unido. En 2007, China daba otro golpe encima de la mesa del poder econ¨®mico al rebasar a la locomotora alemana y anotarse un PIB de 3,38 billones de d¨®lares frente a los 3,32 billones alemanes. Trasladaba de esta manera el campo de juego a Asia, donde ya solo Jap¨®n manten¨ªa a duras penas la rivalidad con Estados Unidos, la potencia que ahora ve amenazada su hegemon¨ªa. En 2010, como todos los analistas aventuraban, China ha llegado al n¨²mero dos para quedarse, debido al peso de su econom¨ªa y su fuerte ritmo de crecimiento, el 10'3% anual frente al 3% de Jap¨®n.
S¨®lo Estados Unidos puede mantener el pulso a China. Y no por mucho tiempo, como coinciden en se?alar casi todos los economistas. El banco de inversiones estadounidense Goldman Sachs calcula que el relevo ocurrir¨¢ en 2027. Las previsiones del Banco Mundial no conceden tanto tiempo de reacci¨®n a EE UU. El relevo al frente del poder econ¨®mico suceder¨¢, seg¨²n este organismo, en 2020.
En comparaci¨®n con el crecimiento mundial de la ¨²ltima d¨¦cada, el de la econom¨ªa china ha sido cinco puntos porcentuales m¨¢s alto. La Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) calcula que Pek¨ªn ha aportado un tercio del crecimiento mundial de 2010. En su an¨¢lisis del pa¨ªs, el organismo considera que el alto crecimiento podr¨¢ mantenerse hasta 2020 si Pekin lleva a cabo reformas estructurales para reducir las desigualdades sociales y se implica m¨¢s en la lucha contra el cambio clim¨¢tico.
Pero la velocidad de crucero de la econom¨ªa china no oculta otros problemas que impiden colocarla en pie de igualdad con el resto de naciones desarrolladas. La renta per c¨¢pita anual de sus ciudadanos (3.600 d¨®lares) es muy inferior a la japonesa (37.800 d¨®lares) o la estadounidense (42.240 d¨®lares). En China, 150 millones de personas viven a¨²n por debajo del umbral de la pobreza, seg¨²n el baremo de Naciones Unidas. El pa¨ªs asi¨¢tico ocup¨® el puesto 103 en la clasificaci¨®n mundial de PIB per c¨¢pita en 2009, entre Angola y El Salvador, seg¨²n datos del Banco Mundial.
China, adem¨¢s, sigue acosada por el fantasma de la inflaci¨®n, La inflaci¨®n en el conjunto de 2010 fue del 3,3%, cuando el objetivo oficial era que no superara el 3%.
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