Los inspectores del Banco de Espa?a culparon a Caruana de los problemas de la banca con el 'ladrillo'
Su asociaci¨®n acus¨® en 2006 al gobernador en una demoledora carta de "pasividad" y de falta de exigencia a bancos y cajas. -Los funcionarios alertaron de los riesgos del estallido de la burbuja inmobiliaria
"Hay motivos suficientes para la preocupaci¨®n, especialmente si se tiene en cuenta el legado de los seis a?os de mandato del se?or don Jaime Caruana". Una ins¨®lita carta enviada por la asociaci¨®n de inspectores del Banco de Espa?a en mayo de 2006 al entonces vicepresidente econ¨®mico, Pedro Solbes, cargaba as¨ª contra la gesti¨®n del gobernador del Banco de Espa?a en aquella etapa. En los aleda?os de la mayor crisis econ¨®mica en medio siglo, la preocupaci¨®n de los inspectores del organismo supervisor result¨® prof¨¦tica: "Evitar, en lo posible, que las consecuencias de los errores cometidos por las entidades al conceder sus operaciones [de cr¨¦dito] acaben siendo transferidas, de una manera u otra, a la sociedad en su conjunto".
En su carta, revelada ahora por El Mundo, la asociaci¨®n de inspectores del Banco de Espa?a no duda en se?alar una de las "causas m¨¢s evidentes" de los desequilibrios que ya arrastraba la econom¨ªa espa?ola: "La pasiva actitud adoptada por los ¨®rganos rectores del Banco de Espa?a, con su gobernador a la cabeza, ante el insostenible crecimiento del cr¨¦dito bancario en Espa?a durante los a?os de mandato del se?or Caruana". Una burbuja de cr¨¦dito que los inspectores relacionaban con otra burbuja, que ning¨²n Gobierno quiso ver (ni del PP ni del PSOE) y con la propia falta de diligencia del organismo supervisor. Por si no quedaba claro: "Los inspectores del Banco de Espa?a no compartimos la complaciente actitud del gobernador del Banco de Espa?a ante la creciente acumulaci¨®n de riesgos en el sistema bancario espa?ol derivados de la an¨®mala evoluci¨®n del mercado inmobiliario nacional durante sus seis a?os de mandato".
La asociaci¨®n de inspectores opt¨® por enviar la carta en los estertores del mandato de Caruana, que hab¨ªa sido nombrado por el Gobierno del PP en 2000. Entonces ya era conocido que el nuevo Ejecutivo socialista hab¨ªa elegido a Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, n¨²mero dos de Solbes, para sustituirlo al frente del Banco de Espa?a. El relevo tuvo lugar en julio de 2006, apenas mes y medio despu¨¦s del contundente aviso de los inspectores. Desde el Banco de Espa?a, Caruana pas¨® al FMI durante la presidencia de Rodrigo Rato y, de ah¨ª, fue nombrado director general del Banco de Pagos de Basilea (BIS, por sus siglas en ingl¨¦s), cargo que pas¨® a ocupar en abril de 2009.
La misiva de los inspectores resulta ser una historia alternativa a la explicaci¨®n oficial del Banco de Espa?a sobre la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera. Primero, considera al "desmedido crecimiento del cr¨¦dito bancario" como "una de las causas principales de la extraordinaria subida del precio de los inmuebles" que hab¨ªa producido en Espa?a entre 2000 y 2006, subida que no cedi¨® hasta dos a?os desp¨²es. Y, luego, reprocha al propio gobernador "falta de determinaci¨®n" para exigir "rigor" a las entidades financieras "en la asunci¨®n de riesgos".
Para la asociaci¨®n de inspectores, la explosi¨®n del cr¨¦dito en la d¨¦cada pasada tuvo una ra¨ªz eminentemente nacional: "El proceso de aceleraci¨®n del cr¨¦dito bancario, originalmente circunscrito a las entidades con menor cultura en el control de sus riesgos, se ha ido extendiendo a las dem¨¢s entidades de cr¨¦dito que operan en el sistema financiero espa?ol por efecto de la, por otro lado, saludable competencia". En la explicaci¨®n de los inspectores, las entidades con menos control de riesgos (referencia impl¨ªcita a algunas cajas de ahorros) tiraron la competencia a la baja y hubo una rebaja generalizada de las exigencias en la concesi¨®n de cr¨¦ditos para no perder cuota de mercado.
Esa carrera en la concesi¨®n de cr¨¦ditos tuvo adem¨¢s su correlato en las necesidades de financiaci¨®n. El endeudamiento con entidades internacionales, tal¨®n de Aquiles de la econom¨ªa espa?ola, se agudiz¨®. "Los riesgos se han visto incrementados de forma muy acusada por la necesidad de entidades de cr¨¦dito de acudir al ahorro exterior para conseguir los fondos necesarios para financiar el crecimiento de su inversi¨®n crediticia", a?ade la carta. Ante tal situaci¨®n, los inspectores destacan que es "la ¨²nica instituci¨®n con autoridad normativa y capacidad t¨¦cnica suficientes" para actuar era, y es, el Banco de Espa?a. Y concluyen, en mayo de 2006, que su actuaci¨®n hab¨ªa sido insuficiente.
Los inspectores recuerdan que, ya en 2006, el Banco de Espa?a ten¨ªa a su disposici¨®n una "bater¨ªa de sanciones, medidas de intervenci¨®n y de sustituci¨®n de sus administraciones" para atar en corto a las entidades que asum¨ªan riesgos excesivos. Y que solo la "pasividad del Banco de Espa?a en los ¨²ltimos seis a?os" explica que no se pusiera "freno a los crecimientos del cr¨¦dito que considere inadecuados".
En la carta de 2006, los inspectores consideraban que "el n¨²mero de familias que tendr¨¢ que afrontar serias dificultades para hacer frente a sus compromisos financieros crecer¨¢ de forma alarmante". Pero tambi¨¦n que "la gran mayor¨ªa de las entidades de cr¨¦dito espa?olas est¨¢n bien capitalizadas y que, por ello, su solvencia no es previsible que se vea comprometida a¨²n en los escenarios m¨¢s desfavorables". Claro que la asociaci¨®n de inspectores, como ocurri¨® con los Gobiernos, los organismos multilaterales y buena parte de los expertos, no fue capaz de predecir el descalabro financiero internacional que provocar¨ªa dos a?os despu¨¦s, la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers.
El aviso a navegantes de la inspecci¨®n, que aseguraba en la carta haber informado puntualmente de los riesgos a los ¨®rganos de direcci¨®n del Banco de Espa?a entre 2000 y 2006, tuvo un eco limitado en las palabras y los hechos del nuevo gobernador del Banco de Espa?a, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez. En su primer informe anual, en junio de 2007, advirti¨® de que la incipiente desaceleraci¨®n del sector inmobiliario "podr¨ªa hacer sufrir los m¨¢rgenes de la cuenta de resultados" de las entidades financieras y carg¨® contra "la disminuci¨®n de los est¨¢ndares de calidad en la oferta de financiaci¨®n". Pero tambi¨¦n rese?¨® que no hab¨ªa "indicios de que vayan a trasladarse dificultades al sector, pese al mayor crecimiento de los activos dudosos". Unos meses antes, en su primera comparecencia en el Congreso como gobernador del Banco de Espa?a, consideraba que no habr¨ªa un estallido de la burbuja inmobiliaria, sino "una previsible desaceleraci¨®n gradual de los precios de la vivienda".
El mensaje, como las actuaciones, se endurecieron tras el terremoto financiero internacional y la Gran Recesi¨®n a principios de 2009. Las intervenciones que reclamaba la inspecci¨®n llegaron solo entonces, en Caja Castilla La Mancha (marzo de 2009) y Cajasur (mayo de 2010). Y ahora es patente que la acumulaci¨®n de riesgos mezclaba muy mal con una crisis financiera internacional, un escenario adverso que muy pocos anticiparon: el sector ya ha tenido que pedir prestado m¨¢s de 11.000 millones en ayudas p¨²blicas, las entidades espa?olas hacen un dr¨¢stico ejercicio de transparencia para evitar el castigo de los mercados y el Gobierno prepara una ronda de nacionalizaciones temporales para las cajas en apuros.
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