Portugal paga hasta cinco veces m¨¢s que hace un a?o para colocar su deuda a corto plazo

Portugal contin¨²a con dificultades para rebajar los altos intereses que exigen los inversores para comprar su deuda a corto plazo y que hoy han vuelto a rozar hoy el 5 por ciento, cinco veces m¨¢s altos que hace tan s¨®lo un a?o. Pese a la elevada penalizaci¨®n, Portugal ha logrado colocar 1.157 millones de euros, cerca del montante m¨¢ximo de la subasta, establecido hoy en 1.250 millones de euros.

El pa¨ªs, inmerso todav¨ªa en una profunda recesi¨®n que no se espera que remita hasta 2013 -su PIB cay¨® en el segundo trimestre en un 0,9 por ciento-, sigue sin dar suficientes se?ales de confianza a ojos de los compradores de deuda p¨²blica, que piden una alta rentabilidad para asumir el riesgo.

Seg¨²n los datos divulgados por el Tesoro, se adjudicaron 985 millones de euros en letras a tres meses a un inter¨¦s del 4,854 %, una d¨¦cima menos que en la anterior subasta, pero pr¨¢cticamente cinco veces m¨¢s que en una emisi¨®n similar realizada a mediados de agosto de 2010. En t¨ªtulos a seis meses se colocaron otros 172 millones de euros a cambio de una rentabilidad del 4,989 %, tres cent¨¦simas superior a la de la ¨²ltima vez y m¨¢s del doble que hace un a?o.

Portugal no logra vender su deuda a corto plazo a un inter¨¦s que no ronde el 5% desde que acordara en mayo con la Uni¨®n Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) su rescate financiero para salvarle de la bancarrota, establecido en 78.000 millones de euros. Esta cantidad -de la que ya han llegado al pa¨ªs m¨¢s de 20.000 millones- cubre las necesidades financieras del pa¨ªs a largo plazo, aunque para afrontar las de a corto debe seguir recurriendo a emisiones como la de hoy.

Mientras en el mercado primario no se registran cambios, en el secundario -donde se compran y venden las obligaciones adquiridas en subastas p¨²blicas- los inversores dan un respiro al pa¨ªs, con la presi¨®n sobre la deuda lusa a la baja. Hoy mismo, los t¨ªtulos portugueses a diez a?os cotizaban a un inter¨¦s del 10,48 %, muy lejos todav¨ªa del bono alem¨¢n, que lo hac¨ªa al 2,3 %, pero significativamente m¨¢s bajo que el m¨¢ximo hist¨®rico alcanzado hace cerca de un mes, cuando super¨® la barrera del 13 %.

Otro dato esperanzador para el pa¨ªs ha sido la ¨²ltima cifra del paro conocida hoy y que refleja una mejor¨ªa de tres d¨¦cimas en la tasa de desempleo durante el segundo trimestre respecto a los tres primeros meses del a?o, hasta el 12,1%. Portugal se encuentra ahora inmerso en la puesta en marcha de un vasto programa de ajustes y reformas acordadas con la UE y el FMI, algunas de las cuales ya han comenzado a suscitar pol¨¦mica.

El nuevo Gobierno, de signo conservador, ya ha aprobado varias medidas controvertidas desde que resultara elegido el pasado mes de junio, entre ellas un incremento del precio de los transportes p¨²blicos y un aumento del IVA que grava la electricidad y el gas, que pasan del 6 al 23%. Estos ajustes se suman a la privatizaci¨®n de empresas p¨²blicas, a la venta de los derechos especiales que manten¨ªa el Estado en sectores estrat¨¦gicos y a los cambios en la legislaci¨®n laboral para abaratar el despido.

Algunos de estos recortes han sido contestados por partidos de la oposici¨®n, sindicatos y organizaciones de consumidores, que reclaman al Ejecutivo que adelgace las estructuras del Estado, como prometi¨®, y recuerdan que los recortes perjudican el consumo y la inversi¨®n. El Gobierno, por su parte, considera que la receta para recuperar el crecimiento econ¨®mico es reducir el gasto p¨²blico -que acometer¨¢ en los pr¨®ximos meses- y promover el ahorro.

La actuaci¨®n de los conservadores lusos ha sido respaldada por la misi¨®n enviada por la UE y el FMI para evaluar el cumplimiento del programa pactado con Portugal, que consider¨® positivos los avances realizados hasta el momento. La ¨²nica excepci¨®n a este dictamen fue el sector bancario portugu¨¦s,

al que las instituciones internacionales pidieron que aumente su capital y reduzca los efectos del endeudamiento financiero.