'Lofts' m¨¢s peque?os
Los espacios con pasado industrial sacrifican metros cuadrados para ajustarse al bolsillo del comprador
A pie de calle, en las confluencias de Alcal¨¢ y Arturo Soria, la puerta de un garaje abre el camino al interior de un espacio distinto. Muy amplio, con alturas libres de hasta seis metros y lleno de luz. Ayuda el patio, que irradia al sal¨®n y los dormitorios. A la vista est¨¢ la estructura de vigas met¨¢licas y sorprende el tama?o de los ventanales. Es un loft de 300 metros cuadrados distribuido en dos alturas que integra en su interior un aparcamiento. All¨ª espera Alejandro Mateos, director de Tuloft y encargado de la venta de este espacio. Cuenta que antes fue un almac¨¦n de muebles con una interesante cubierta a dos aguas. Hace cuatro a?os, el estudio Kubo Ene reconvirti¨® esta nave en desuso en una vivienda con estudio de pintura para su propietario, un creativo de publicidad y pintor. Ahora el loft se pone a la venta por 830.000 euros.
Es la inconfundible est¨¦tica loft, que sigue teniendo tir¨®n, que no pasa de moda. Aunque no ha sido ni es ajeno a la crisis y a la sequ¨ªa de las ventas, aguanta el tipo algo mejor. Por ser un producto singular, personalizado y artesanal, "se sigue vendiendo bien", puntualiza Mateos.
Es m¨¢s, en estos a?os se ha ganado a un p¨²blico m¨¢s heterog¨¦neo: parejas j¨®venes e incluso familias y divorciados con hijos. Precisamente lo bueno de un loft es que "se puede modelar para una persona o una familia", explica Alejandra Calabrese, del estudio de arquitectura Unlugar. Los nuevos compiten con la clientela de siempre: artistas, actores, cantantes, profesionales liberales o publicistas con un nivel socioecon¨®mico alto o muy alto que buscan en solitario un espacio diferente en el que vivir o trabajar. "El loft sigue despertando el inter¨¦s del comprador por su adecuaci¨®n a nuevos modelos de familia, pero tambi¨¦n por su precio competitivo", se?ala Roc¨ªo Monasterio, del estudio de arquitectura que lleva el mismo nombre y que ha firmado la reconversi¨®n de numerosos lofts.
Hacerse propietario de uno supone vivir o trabajar en un espacio hecho a medida. Y a un precio que en ocasiones puede ser inferior al de una vivienda tradicional. "Un loft residencial suele ser m¨¢s econ¨®mico, incluyendo el proyecto y la licencia. Hay que tener en cuenta que compramos locales que est¨¢n en un estado lamentable", explican en Roc¨ªo Monasterio y Asociados. Otro atractivo m¨¢s. Los precios se han ajustado, aunque la escasez de oferta ha hecho de colch¨®n para evitar grandes ca¨ªdas. "Los espacios ¨²nicos y de calidad situados en una buena zona de Madrid han bajado muy poco, en torno al 10%. El loft en una zona secundaria y de calidades est¨¢ndar admite rebajas de hasta el 15%", seg¨²n Monasterio.
Se puede vivir en un loft residencial a medida de 80 metros por 3.000 euros por metro cuadrado (240.000 euros); unos 2.700 euros para superficies de hasta 200 metros, y cuando se trata de m¨¢s de 200, el metro sale por 2.500 euros (a partir de 500.000 euros), calculan en Tuloft, empresa que realiza reconversiones de lofts a medida.
Hay m¨¢s cosas que han cambiado. La crisis inmobiliaria ha desdibujado, en parte, el esp¨ªritu del aut¨¦ntico loft alterando sus superficies. Ahora los clientes de Tuloft piden espacios entre 160 metros y 220 metros cuadrados.
"Hemos pasado de hacer viviendas de 250 y 400 metros cuadrados a reducir superficies hasta los 90 y 150 metros y as¨ª ajustar precios", indica Christian Postigo, director general de Loftspain. Esta compa?¨ªa est¨¢ a punto de finalizar una promoci¨®n de 12 lofts en el barrio de Salamanca, en la calle de Alc¨¢ntara esquina con la de Ayala, "una de las ¨²ltimas de Madrid construida en un patio de manzana y que lleva la firma de un arquitecto de renombre, Nieto Sobejano", apunta Postigo. Se levanta en lo que fue un antiguo taller de marmolister¨ªa de principios del siglo XX, del que se ha podido conservar la b¨®veda catalana en los techos, los forjados y los muros perimetrales. "En los dos ¨²nicos lofts que nos quedan reducimos los precios un 35%". El de 125 metros ha pasado de 908.000 a 585.000 euros, con garaje y trastero. Y el de 185 metros, que se vend¨ªa por 1.355.000 euros, ahora cuesta 895.000 euros, con garaje.
Los espacios buenos llegan al mercado con cuentagotas. La oferta es tan justa porque el tejido industrial en el centro de Madrid es muy limitado, y el proceso administrativo para conseguir las licencias de uso residencial, largo y complicado. "Los edificios industriales ofrecen espacios m¨¢s impactantes y amplios que los locales comerciales y son m¨¢s parecidos al estilo neoyorquino de loft, pero en raras ocasiones se puede conseguir el cambio de uso a residencial en Madrid", explica Mateos. No ocurre lo mismo en Barcelona, cuyo Ayuntamiento apoya la reconversi¨®n y mantenimiento de la est¨¦tica de estos edificios. "Hay muy pocos espacios con valor arquitect¨®nico y, adem¨¢s, cuanto m¨¢s se rehabilitan los centros urbanos, menos queda para reconvertir", se?ala Monasterio.
Existen algunos inmuebles susceptibles de transformarse en lofts en el interior de la M-30, en zonas como la Guindalera, Tetu¨¢n y Arganzuela, as¨ª como en Chamber¨ª y Salamanca. "Buscamos espacios con precios de entre 1.500 y 2.000 euros el metro cuadrado, a lo que hay que sumar los costes de transformaci¨®n (de 900 a 1.200 euros), m¨¢s licencias, proyectos y gesti¨®n", dice el director de Tuloft, empresa que cuenta con 15 en venta.
Comprar un loft industrial puede ser hasta un 30% m¨¢s barato que uno residencial. Aunque hay que tener en cuenta algunas cosas antes de firmar. "Si queremos que un loft con un antiguo uso industrial pueda ser habitado como vivienda, debe tener una licencia municipal de cambio de uso a residencial, que vendr¨¢ seguida de la licencia de primera ocupaci¨®n. Lo que en Madrid hace que estos espacios sean residenciales es que cumplan con el Plan General de 1997", explica Postigo.
El Ayuntamiento de Madrid concreta. "Es necesario que lo permita la norma zonal de aplicaci¨®n. En una industrial no ser¨¢ posible, mientras que s¨ª lo ser¨¢ en una cuyo uso caracter¨ªstico es el residencial. Y habr¨¢ que cumplir otros requisitos, como las dimensiones m¨ªnimas, la ventilaci¨®n o la catalogaci¨®n del edificio". La mayor¨ªa de los inmuebles que se han construido como lofts en zonas perif¨¦ricas de la ciudad nada tienen que ver con estas piezas casi de coleccionista. Son despachos profesionales, mal llamados lofts. "Se trata de obra nueva, sin ning¨²n pasado industrial, con una arquitectura discreta y fuera del centro de las ciudades", opina Postigo. Est¨¢n en pol¨ªgonos de la calle de los Hermanos Garc¨ªa Noblejas (Madrid), Alcobendas, Rivas, San Sebasti¨¢n de los Reyes o Camarma de Esteruelas, donde se han construido 800 lofts id¨¦nticos.
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