EE UU no es una sociedad an¨®nima
Las diferencias entre administrar una empresa y dirigir una econom¨ªa
"Y la avaricia -acu¨¦rdense de lo que les digo- no solo salvar¨¢ a Teldar Paper, sino tambi¨¦n a esa otra sociedad an¨®nima que funciona tan mal llamada EE UU".
As¨ª es como el personaje de ficci¨®n Gordon Gekko conclu¨ªa su famoso discurso de la avaricia es buena en el largometraje de 1987 Wall Street. En la pel¨ªcula, Gekko se lleva su merecido. Pero en la vida real, el gekko¨ªsmo ha triunfado, y la pol¨ªtica basada en la idea de que la avaricia es buena es una de las principales razones por las que los ingresos del 1% m¨¢s rico han aumentado mucho m¨¢s r¨¢pidamente que los de la clase media.
?Entiende Romney la diferencia entre administrar una empresa y dirigir una econom¨ªa?
Hoy, sin embargo, nos vamos a centrar en el resto de esa frase, que compara Estados Unidos con una sociedad an¨®nima. Esta tambi¨¦n es una idea que ha sido com¨²nmente aceptada. Y es la parte esencial del argumento de Mitt Romney para ser elegido presidente: en realidad, est¨¢ afirmando que lo que necesitamos para arreglar nuestra econom¨ªa enferma es alguien que haya triunfado en los negocios.
Al hacerlo, l¨®gicamente, se ha buscado un examen riguroso de su carrera empresarial. Y resulta que hay como m¨ªnimo un tufillo a Gordon Gekko en el tiempo que pas¨® en Bain Capital, una empresa de capital riesgo; se dedicaba a comprar y vender negocios, a menudo en detrimento de los empleados, en vez de ser alguien que dirig¨ªa empresas pensando a largo plazo. (Adem¨¢s, ?cu¨¢ndo va a hacer p¨²blicas sus declaraciones de la renta?). Tampoco ayuda a su credibilidad el hacer afirmaciones insostenibles acerca de su papel como "creador de empleo".
Pero hay un problema m¨¢s profundo en toda esta idea de que lo que este pa¨ªs necesita es un empresario de ¨¦xito como presidente: Estados Unidos no es, en realidad, una sociedad an¨®nima. Hacer una buena pol¨ªtica econ¨®mica no se parece en nada a maximizar los beneficios de una empresa. Y los empresarios -aunque sean empresarios magn¨ªficos- no tienen, en general, una percepci¨®n especial de lo que hace falta para poner en marcha una recuperaci¨®n econ¨®mica. ?Por qu¨¦ una econom¨ªa nacional no es como una sociedad an¨®nima? Para empezar, no hay una simple cuenta de resultados. Y adem¨¢s, la econom¨ªa es inmensamente m¨¢s compleja que una empresa privada, por grande que esta sea.
Los pa¨ªses, por peque?os que sean, se venden la mayor parte de lo que producen a s¨ª mismos
Sin embargo, la cuesti¨®n m¨¢s relevante para nuestra coyuntura actual es que incluso las sociedades an¨®nimas gigantescas venden la mayor parte de lo que producen a otra gente, no a sus empleados. Por otra parte, los pa¨ªses, por peque?os que sean, se venden la mayor parte de lo que producen a s¨ª mismos, y los grandes clientes de pa¨ªses grandes como Estados Unidos son por lo general ellos mismos.
S¨ª, es verdad que hay una econom¨ªa mundial. Pero seis de cada siete trabajadores estadounidenses trabajan en empresas del sector de los servicios, que generalmente est¨¢n aisladas de la competencia internacional, y hasta nuestros fabricantes venden gran parte de su producci¨®n al mercado nacional.
Y el hecho de que nos vendamos casi todo a nosotros mismos supone una enorme diferencia cuando pensamos en la pol¨ªtica. Consideremos lo que pasa cuando una empresa se dedica a reducir costes implacablemente. Desde el punto de vista de los propietarios de la empresa (aunque no de sus empleados), cuanto m¨¢s se reduzcan los costes, mejor. Cualquier d¨®lar que se quite del lado de los costes en la cuenta de resultados se suma a los resultados netos.
Pero la historia es muy diferente si un gobierno reduce el gasto cuando se enfrenta a una econom¨ªa deprimida. F¨ªjense en Grecia, Espa?a e Irlanda, todos ellos pa¨ªses que han adoptado duras pol¨ªticas de austeridad. En cada uno de los casos, el desempleo se ha disparado, porque los recortes en el gasto p¨²blico han afectado fundamentalmente a los fabricantes nacionales. Y en cada uno de los casos, la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico ha sido mucho menor de lo esperado, porque la recaudaci¨®n fiscal ha disminuido al hundirse la producci¨®n y el empleo.
Donde se ha querido reducir el d¨¦ficit, la recaudaci¨®n fiscal ha disminuido al hundirse la producci¨®n y el empleo
Claro que, para ser justos, ser un pol¨ªtico de carrera no es necesariamente una preparaci¨®n mejor para dirigir la pol¨ªtica econ¨®mica que ser un empresario. Pero Romney es el que afirma que su carrera le hace especialmente apto para la presidencia. ?He mencionado ya que el ¨²ltimo empresario que vivi¨® en la Casa Blanca fue un tipo llamado Herbert Hoover? (A menos que contemos al expresidente George W. Bush).
Y tambi¨¦n est¨¢ la cuesti¨®n de si Romney entiende la diferencia entre administrar una empresa y dirigir una econom¨ªa.
Como muchos observadores, me qued¨¦ un tanto sorprendido por la ¨²ltima defensa que ha hecho Romney de su historial en Bain, es decir, que hizo lo mismo que hizo la Administraci¨®n de Obama cuando rescat¨® al sector automovil¨ªstico, y de paso despidi¨® a empleados. Uno pensar¨ªa que Romney preferir¨ªa no hablar de una pol¨ªtica sumamente eficaz que pr¨¢cticamente todos en el partido republicano, incluido ¨¦l mismo, denunciaron en su d¨ªa.
Pero lo que realmente me dej¨® at¨®nito fue la forma en que Romney describi¨® las medidas del presidente Obama: "Lo hizo para tratar de salvar la empresa". No, no se?or; lo hizo para salvar al sector, y de ese modo salvar puestos de trabajo que de otra manera habr¨ªan sido destruidos, lo cual habr¨ªa profundizado la recesi¨®n estadounidense. ?Entiende Romney esta distinci¨®n?
No hay duda de que Estados Unidos necesita pol¨ªticas econ¨®micas mejores que las que tiene ahora, y aunque gran parte de la culpa por las malas pol¨ªticas corresponde a los republicanos por su oposici¨®n de tierra quemada a todo lo que sea constructivo, el presidente ha cometido algunos errores importantes. Pero no vamos a conseguir unas pol¨ªticas mejores si el hombre que se siente en el Despacho Oval el a?o que viene piensa que su trabajo consiste en urdir una compra apalancada de Estados Unidos, SA.
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