No es tan fiero el le¨®n como lo pintan

En tres semanas consecutivas el nuevo Gobierno ha sacado adelante medidas y reformas de gran calado, cuyos efectos seguramente no se ver¨¢n a corto plazo, pero que sientan las bases para que las estructuras e instituciones que condicionan el comportamiento de nuestra econom¨ªa se fortalezcan y permitan un mejor desempe?o a medio y largo plazo. Puede que en algunos aspectos estas reformas se queden cortas o no sean las m¨¢s eficientes (el tiempo lo dir¨¢, en todo caso), pero suponen avances importantes en el camino ya emprendido en la anterior legislatura.

La reforma laboral no es una revoluci¨®n, ni es tan agresiva como nos avanzaron. Es la terminaci¨®n de muchos de los pasos que el anterior Gobierno no se atrevi¨® a dar. Ello puede decirse de la eliminaci¨®n (por fin) del contrato indefinido ordinario anterior, con indemnizaciones de hasta 45 d¨ªas por a?o trabajado y 42 mensualidades, y la generalizaci¨®n del existente de fomento del empleo con indemnizaciones de 33 d¨ªas hasta 24 mensualidades en caso de ser improcedente, y 20 d¨ªas y 12 mensualidades en caso procedente, acompa?ado de una definici¨®n m¨¢s clara de las causas objetivas del despido. En esencia, esto no cambia la filosof¨ªa y el tronco principal de la normativa anterior, que es la tutela judicial del despido, algo que forma parte de la forma de entender la protecci¨®n al trabajador en Europa continental, frente a la visi¨®n liberal anglosajona. Es, pues, un paso importante que nos alinea con el resto de la eurozona (a¨²n nos quedamos algo altos en materia de despido), pero no es una revoluci¨®n. Tampoco se ha eliminado la contrataci¨®n temporal sin causalidad. Por ello seguir¨¢ existiendo la excesiva segmentaci¨®n del mercado laboral, algo que la anterior reforma y la actual quer¨ªan atajar.

La reforma laboral es la terminaci¨®n de muchos de los pasos que el anterior Gobierno no se atrevi¨® a dar

Se acaba con la ultraactividad indefinida de los convenios (aunque dos a?os de pr¨®rroga si las partes no llegan a un acuerdo para renovarlos parece mucho), se introducen los cambios contemplados en el Acuerdo para el Empleo y la Negociaci¨®n Colectiva firmado por los sindicatos y la patronal en enero en materia de flexibilidad interna y negociaci¨®n colectiva (la desvinculaci¨®n de los salarios del IPC), se refuerza dicha flexibilidad primando los convenios de empresa y las cl¨¢usulas de descuelgue, y se presta atenci¨®n a una asignatura pendiente en las empresas espa?olas, la formaci¨®n de sus trabajadores. Todo ello (y m¨¢s aspectos que en la brevedad de esta p¨¢gina no es posible comentar) son medidas importantes y positivas que no merecen una huelga general, si es que alguien est¨¢ pensando en ello.

En cuanto a los indicadores m¨¢s interesantes de la semana, destacan el ¨ªndice de producci¨®n industrial (IPI), los que confecciona la Agencia Tributaria de acuerdo con las declaraciones de las grandes empresas y las compraventas de viviendas, todo ello referido a diciembre.

No se ha eliminado la contrataci¨®n temporal sin causalidad por lo que seguir¨¢ existiendo la excesiva segmentaci¨®n del mercado laboral

El IPI no fue tan malo como el de los tres meses anteriores. Gracias a ello, la media del cuarto trimestre de 2011 registr¨® un retroceso de ¡°s¨®lo¡± el 8,4% anualizado respecto al trimestre precedente [gr¨¢fico superior izquierdo]. El a?o empez¨® en positivo, pero ya a partir del segundo trimestre las cosas se torcieron, como en casi todas las ramas de actividad, acusando el debilitamiento de la demanda, tanto externa como sobre todo interna. En cifras medias anuales se produjo una ca¨ªda de la producci¨®n industrial del 1,4%, lo que supone una reca¨ªda tras la modesta recuperaci¨®n del 0,8% del a?o anterior. Los primeros indicadores que tenemos de enero del sector industrial apuntan a nuevas ca¨ªdas, pero a menor ritmo que en el cuarto trimestre del pasado a?o. En esta l¨ªnea se sit¨²an los afiliados a la Seguridad Social y el PMI del sector [gr¨¢fico superior derecho].

El conjunto de indicadores de la Agencia Tributaria confirma el profundo deterioro de la coyuntura. En el ¨²ltimo trimestre las ventas interiores declaradas por las grandes empresas cayeron a un ritmo anualizado del 9% respecto al trimestre anterior; las exportaciones de bienes, un 12%, y las importaciones, un 18% [gr¨¢fico inferior izquierdo]. A la vista de todos estos datos, parece que el retroceso del PIB de tres d¨¦cimas (-1,2% en tasa anualizada) estimado por el INE para el ¨²ltimo trimestre, cuyos detalles conoceremos el jueves pr¨®ximo, se queda corto.