Bruselas admite que ya "est¨¢ trabajando" con Espa?a para flexibilizar el d¨¦ficit

Berl¨ªn y Bruselas creen que una buena cura de austeridad acabar¨¢ trayendo la confianza, solucionar¨¢ la crisis fiscal y, en ¨²ltima instancia, reactivar¨¢ la econom¨ªa. EE UU, el FMI y varios centenares de miles de analistas llevan meses diciendo que en lugar de eso la sobredosis de recortes generalizados puede conducir a Europa a un largo estancamiento, que agravar¨¢ los problemas del d¨¦ficit. Los datos empiezan a confirmar esa tesis all¨¢ donde los tijeretazos han sido m¨¢s duros (Grecia y Portugal, Italia y Espa?a). Y Bruselas empieza a corregir el tiro: la Comisi¨®n Europea abri¨® este jueves oficialmente la puerta a una ligera revisi¨®n de las metas de d¨¦ficit para varios pa¨ªses. Con todos los peros, el comisario de Asuntos Econ¨®micos, Olli Rehn, confirm¨® que ser¨¢ un poco m¨¢s flexible.

Espa?a es la avanzadilla de esa petici¨®n. El PSOE solicit¨® algo parecido en campa?a. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, asegur¨® en Roma que ¡°hablar¨¢¡± con Bruselas para conseguir algo m¨¢s de margen, ante la constataci¨®n de que tambi¨¦n la Comisi¨®n ha fallado estrepitosamente en sus previsiones, informa Carlos E. Cu¨¦. La batalla se presume larga: Rehn quiere que antes de cifrar las nuevas metas de d¨¦ficit, Espa?a deje claros los n¨²meros de 2011 (un agujero del 8%) y, sobre todo, que presente cuanto antes unos Presupuestos duros, con una segunda oleada de recortes en los primeros 100 d¨ªas de Rajoy.

¡°Lo esencial es disponer de toda la informaci¨®n de los derrapes en materia fiscal. Y conocer las medidas de consolidaci¨®n de los Presupuestos¡±, indic¨® Rehn, quien reconoci¨® que ya ¡°trabaja¡± con las autoridades espa?olas en las nuevas metas de d¨¦ficit. Se trata de una negociaci¨®n compleja. Espa?a quiere tener ese margen de inmediato, para no pasarse de frenada con los ajustes tras la escandalera que ya ha provocado la reforma laboral. Y Bruselas considera que el Gobierno se est¨¢ retrasando deliberadamente (por las elecciones andaluzas) y teme que levante el pie del acelerador de la austeridad. Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, medi¨® en ese contencioso a favor de Bruselas: ¡°Dar marcha atr¨¢s en las metas fiscales provocar¨ªa una reacci¨®n inmediata en los mercados¡±.

Ese es el peligro. Pero el tiempo apremia: en los pr¨®ximos d¨ªas, el Ejecutivo confirmar¨¢ el d¨¦ficit de 2011 y c¨®mo se reparte entre administraciones. Publicar¨¢ su previsi¨®n econ¨®mica para este a?o (entre el -1,7% del FMI y el -1% de Bruselas). Y anunciar¨¢ el techo de gasto para 2011, pendiente dos meses despu¨¦s de tomar posesi¨®n.

El programa de estabilidad vigente fija un d¨¦ficit conjunto del 4,4%, desde el 8% de 2011. Por niveles de administraci¨®n, el Gobierno central deber¨ªa establecer un d¨¦ficit del 3,2% (cerr¨® 2011 con un saldo negativo del 5,1%). En el caso de la Seguridad Social, cerr¨® con un d¨¦ficit del 0,06% (y deber¨ªa acabar 2012 con un super¨¢vit del 0,4%). Son los d¨¦ficits del Gobierno y de la Seguridad Social los que est¨¢n en juego en los presupuestos: para lanzar una se?al, el Ejecutivo deber¨ªa hacer un ajuste de 25.000 millones. A finales de diciembre ya se aprob¨® un primer paquete de medidas urgentes de 15.000 millones, por lo que los Presupuestos deber¨ªan incorporar un ajuste adicional de 10.000 millones. Ser¨ªa otro pesado lastre en el crecimiento y el empleo, una ofrenda m¨¢s a la austeridad fiscal a toda costa que exige Bruselas, pero no un imposible.

El siguiente paso ser¨ªa la presentaci¨®n del nuevo programa de estabilidad, en abril. Ah¨ª se comprobar¨¢ si Bruselas acepta suavizar el d¨¦ficit. Las d¨¦cimas que puedan arrancarse ser¨¢n fundamentales para las comunidades, con un ajuste muy exigente (del 2,7% al 1,3%,), que pueden incumplir sus objetivos.