Jap¨®n, un a?o despu¨¦s de la cat¨¢strofe
El pa¨ªs cuenta con recursos para afrontar la nueva crisis: ahorro privado, super¨¢vit por cuenta corriente, reservas exteriores y una poblaci¨®n cualificada
Las favorables perspectivas de crecimiento econ¨®mico de la econom¨ªa japonesa se truncaron el 11 de marzo del a?o pasado cuando un terremoto de magnitud 9 seguido por un tsunami con olas de hasta 10 metros y un accidente nuclear en la central costera de Fukushima asolaron la zona noreste del pa¨ªs, afectando especialmente a la regi¨®n de Tohoku. A finales del mes de agosto los costes humanos se elevaban a 15.700 muertos, 4.500 desaparecidos, 5.700 heridos y cerca de 124.000 personas evacuadas.
A pesar de que el ¨¢rea directamente afectada fue la zona costera, el impacto se dej¨® sentir en todo el pa¨ªs. Este severo golpe inicial se debi¨® b¨¢sicamente a tres factores. En primer lugar, al da?o en las infraestructuras tanto privadas como p¨²blicas. En segundo lugar, a las fuertes restricciones el¨¦ctricas en la regi¨®n de Kanto, que incluye Tokio y representa un ¨¢rea de 42 millones de personas y del 40% del PIB, abastecida el¨¦ctricamente por Tokyo Electric Power Company (TEPCO). En tercer lugar, los da?os en las f¨¢bricas de autom¨®viles y de componentes electr¨®nicos. Las rupturas en la cadena de abastecimiento interrumpieron el suministro de partes y componentes tanto al resto del pa¨ªs como al exterior. Jap¨®n representa una quinta parte de la producci¨®n mundial de semiconductores y el 30% mundial de las exportaciones de maquinaria y componentes, cuyos principales mercados de destino son Estados Unidos y Asia.
El terremoto y sus consecuencias han supuesto una crisis dentro de otra crisis para el pa¨ªs
El terremoto y sus consecuencias han supuesto para Jap¨®n una ¡°crisis en medio de otra crisis¡±. Durante el periodo 2002-2007, Jap¨®n experiment¨® un estable y continuo crecimiento econ¨®mico, la contribuci¨®n de las exportaciones a China, especialmente, ha sido determinante en el crecimiento del PIB real y ha permitido al pa¨ªs superar la grave crisis financiera internacional. A pesar de estas perspectivas favorables, la deflaci¨®n se resiste a desaparecer, la tasa de paro contin¨²a manteni¨¦ndose alta comparada con los niveles anteriores a la crisis y el endeudamiento del sector p¨²blico es uno de los m¨¢s elevados de los pa¨ªses desarrollados.
El envejecimiento de la sociedad japonesa y el fuerte crecimiento de la deuda p¨²blica han generado incertidumbre en la poblaci¨®n, especialmente respecto a la sostenibilidad de la asistencia m¨¦dica p¨²blica y de las pensiones. Se estima que en el a?o 2020 cerca del 30% de la poblaci¨®n tendr¨¢ m¨¢s de 65 a?os. Esta situaci¨®n presiona al alza los gastos en seguridad social de un sector p¨²blico que ya de por s¨ª se encuentra altamente endeudado. Las contribuciones m¨¢s las subvenciones a la seguridad social est¨¢ previsto que alcancen el 33% de la renta nacional en 2025.
Jap¨®n tiene margen para elevar el impuesto sobre el consumo, el m¨¢s bajo de las econom¨ªas avanzadas
Por otro lado, los pron¨®sticos sobre el abastecimiento energ¨¦tico son inciertos. En la actualidad 35 de los 54 reactores est¨¢n cerrados por mantenimiento, el resto deber¨¢ cerrarse la pr¨®xima primavera para la inspecci¨®n.
A todos estos aspectos hay que a?adir el marco de inestabilidad pol¨ªtica que vive el pa¨ªs, que en cinco a?os ha tenido seis primeros ministros. El gobierno de Yoshihiko Noda se enfrenta a muchos retos: la unidad del partido, dividido entre la facci¨®n pro-Ozawa y la facci¨®n anti-Ozawa; la reconstrucci¨®n de la zona devastada; acabar con el accidente nuclear y sus consecuencias sin demora; poner en marcha medidas de ayuda econ¨®mica que frenen el proceso de deslocalizaci¨®n empresarial que se est¨¢ produciendo a causa de la apreciaci¨®n del yen.
Uno de los problemas que m¨¢s preocupa actualmente a la sociedad japonesa es la financiaci¨®n del d¨¦ficit corriente y de la deuda acumulada del pa¨ªs. Tal y como algunos acad¨¦micos en Jap¨®n y diversos organismos internacionales han manifestado, el pa¨ªs tiene margen para aumentar el impuesto sobre el consumo, que actualmente es del 5%, el m¨¢s bajo entre las econom¨ªas avanzadas. Recientemente, el Gobierno ha presentado un plan para aumentarlo progresivamente al 8% en 2014 y al 10% en 2015.
En definitiva, la incipiente recuperaci¨®n econ¨®mica que el pa¨ªs estaba experimentando qued¨® truncada con los terribles accidentes del 11 de marzo de 2011, inici¨¢ndose un periodo de grandes sacrificios y de incertidumbres pol¨ªticas, econ¨®micas y sociales. No obstante, Jap¨®n cuenta con recursos para afrontar la nueva situaci¨®n: una elevada tasa de ahorro privado, super¨¢vit por cuenta corriente, un fuerte nivel de reservas exteriores y una poblaci¨®n preparada, disciplinada y trabajadora. Adem¨¢s, cerca del 95% de su deuda est¨¢ financiada por el ahorro interno. Muchos estamos seguros de que lo conseguir¨¢.
?ngels Pelegr¨ªn es doctora en Econom¨ªa Aplicada, docente de los Estudios de Asia Oriental de la UOC y profesora de la UB.
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