Un testamento con justificaciones
Ord¨®?ez se desmarca de Guindos y pospone la recuperaci¨®n del cr¨¦dito
¡°Debemos estar orgullosos de lo mucho que hemos avanzado estos a?os¡±. Con esta optimista frase ha concluido este martes Miguel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, gobernador del Banco de Espa?a, su ¨²ltimo discurso ante la comunidad bancaria. Fue un testamento y una justificaci¨®n de los casi seis a?os (2006-2012) en los que ha pilotado ¡°una aut¨¦ntica reconversi¨®n industrial del sistema bancario espa?ol¡±, como el mismo defini¨® esta etapa. Su papel actual no puede ser m¨¢s delicado. Nombrado por el anterior Gobierno socialista, del que fue alto cargo, las desavenencias de Ord¨®?ez con el PP ya casi no se ocultan. Uno de sus mayores cr¨ªticos ¨Cen privado¡ª es el ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, seg¨²n directivos de entidades financieras. Solo el gran peso institucional de su puesto y la mala imagen que provocar¨ªa ante los mercados, ha evitado su salida adelantada. En julio ceder¨¢ el mando a alguien af¨ªn a Guindos y a Rajoy. Incluso una parte de los ministros del anterior Gobierno le lanzaron cr¨ªticas aceradas.
Ord¨®?ez ha le¨ªdo este martes un texto medido en el que se puso ¡°la venda antes de la herida¡±. El gobernador ha evitado la autocr¨ªtica; ha explicado que la ausencia de leyes le impidi¨® actuar con antelaci¨®n y rapidez; ha acusado a algunos pol¨ªticos (probablemente de Galicia) de interferir para torpedear las mejores fusiones de cajas; ha explicado que la reforma ha durado mucho tiempo porque no se ha usado el dinero p¨²blico para crear un banco malo (algo que ¨¦l nunca defendi¨®); ha criticado a los gestores de algunas cajas; ha pedido a estas entidades que dejaran de ser accionistas relevantes de los bancos y ha alabado los pasos dados por el PP y el PSOE.
Pero Ord¨®?ez se ha desmarcado del discurso de Guindos. El ministro dice que con la reforma financiera volver¨¢ el cr¨¦dito. El gobernador advirti¨® que la restructuraci¨®n es necesaria pero ¡°el cr¨¦dito no mejorar¨¢ hasta que no se reduzca el d¨¦ficit p¨²blico o se mejore el mercado de trabajo¡±.
Ord¨®?ez es consciente de que el Gobierno le ha dejado de lado en la ¨²ltima reforma. Ha quedado como un brazo ejecutor de lo que determina Econom¨ªa. Quiz¨¢ por eso advirti¨® ayer que no se puede ¡°interferir en las decisiones de supervisi¨®n¡±. Lo hizo sin acusar a nadie, pero quiz¨¢ fue una manera de mostrar una factura oculta debajo de la mesa. El gobernador reclam¨® que le transfirieran poderes de Econom¨ªa al Banco de Espa?a. ¡°Convendr¨ªa traspasar buena parte de las competencias del r¨¦gimen sancionador, en l¨ªnea con lo que pide el FMI¡±. ¡°El que sanciona tiene la sart¨¦n por el mango y pone firmes a los gestores¡±, recuerdan algunos ejecutivos. Tambi¨¦n pidi¨® ¡°instrumentos propios de la supervisi¨®n que le permitan la correcci¨®n temprana de los problemas¡±, con lo que admiti¨® una carencia fundamental del organismo.
Sus dardos m¨¢s envenenados fueron para algunos gestores de cajas, que se preocuparon ¡°de mantener el poder, o el nivel de las prejubilaciones o de d¨®nde se colocaban las sedes¡± antes que evitar p¨¦rdidas a la entidad. En el sector algunos valoraron la sinceridad con que explic¨® ¡°sus limitaciones reales¡±. Otros criticaron que no hubiera reclamado las competencias antes y apuntaron al error (tambi¨¦n del Gobierno) de no inyectar dinero p¨²blico a la banca en 2008 o 2009 ¡°cuando todos lo hicieron. El da?o a la econom¨ªa hubiera sido menor. No es un balance para estar orgulloso¡±.
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