Un pa¨ªs de analfabetos financieros
Banco de Espa?a y la CNMV piden que la educaci¨®n financiera forme parte del curr¨ªculo escolar
La calcopirita es un mineral del cobre. Los estudiantes espa?oles aprenden sus propiedades, pero no saben qu¨¦ es el eur¨ªbor o cu¨¢l es la diferencia entre un dep¨®sito y una cuenta corriente. Durante sus vidas solo una minor¨ªa sacar¨¢ partido a sus conocimientos sobre la calcopirita y, sin embargo, todos tendr¨¢n que tomar decisiones relacionadas con sus ahorros. Julio Segura, presidente de la CNMV, suele usar esta anomal¨ªa para llamar la atenci¨®n de un grave problema: la baj¨ªsima cultura financiera de los espa?oles.
Supervisores, docentes, miembros de la industria financiera y asociaciones de consumidores piden al Gobierno que se tome en serio este d¨¦ficit y que, entre otras medidas, introduzca la Educaci¨®n Financiera como asignatura en la Educaci¨®n Secundaria Obligatoria (ESO). Tambi¨¦n ven urgente fomentar conocimientos b¨¢sicos entre una poblaci¨®n adulta cuyas decisiones de inversi¨®n cobran cada vez m¨¢s importancia en una econom¨ªa en crisis que apunta al desmantelamiento del Estado de bienestar tal y como se hab¨ªa entendido hasta ahora. La baja cultura financiera en un pa¨ªs donde m¨¢s del 90% de los productos financieros se venden en las redes bancarias es, para algunos, una combinaci¨®n explosiva.
El fiasco de las participaciones preferentes es el pen¨²ltimo ejemplo de que, en muchas ocasiones, los ciudadanos no saben ni qu¨¦ producto financiero est¨¢n comprando. Tener unos conocimientos b¨¢sicos de finanzas ayudar¨ªa a separar el grano de la paja. ¡°La crisis actual ha puesto de manifiesto algunas situaciones que posiblemente se hubieran podido mitigar si los niveles de conocimiento financiero de los individuos hubieran sido mayores¡±, aseguran Anna Ispierto e Isabel Oliver en uno de los ¨²ltimos Boletines trimestrales de la CNMV. ¡°Un caso particular es el aumento de la venta de determinados productos a los inversores minoristas, que presentaban dificultades para comprender la informaci¨®n facilitada y evaluar los riesgos que estaban asumiendo¡±, a?aden las t¨¦cnicas del supervisor.
Mientras la cultura financiera no mejora la globalizaci¨®n y la innovaci¨®n, junto con los avances tecnol¨®gicos han aumentado el escaparate de los productos y servicios de inversi¨®n. En muchos casos la nueva oferta lleva aparejado un grado de complejidad mucho mayor. Los consumidores tienen a su alcance nuevos instrumentos (productos de seguros, hedge funds, productos estructurados, hipotecas inversas) con diversidad de comisiones, gastos, rendimientos, plazos de vencimiento... que plantean notables dificultades de comprensi¨®n.
¡°La educaci¨®n contribuye a la estabilidad del sistema financiero. Tener una cultura en este campo hace que las decisiones de inversi¨®n est¨¦n mejor informadas y se eviten determinadas situaciones como el sobreendeudamiento¡±, asegura Jos¨¦ Mar¨ªa Lamamie, director del Departamento de Instituciones Financieras del Banco de Espa?a (BdE).
El nivel de conocimientos financieros en Espa?a est¨¢ por debajo de la media de los pa¨ªses de la OCDE y es sensiblemente inferior al del mundo anglosaj¨®n. ¡°Espa?a solo lleva 30 a?os de desarrollo econ¨®mico. Es poco tiempo. Todav¨ªa existen importantes capas de la poblaci¨®n que no han entrado en contacto con el mundo de la inversi¨®n. Un s¨ªntoma de esta an¨®mala relaci¨®n con el ahorro es que hasta hace poco se formaban colas en los bancos a primeros de mes porque la gente no se fiaba, quer¨ªa ver el dinero de su pensi¨®n y poner al d¨ªa su cartilla¡±, dice Manuel Pardos, presidente de la Asociaci¨®n de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae). ¡°M¨¢s all¨¢ de los profesionales de la inversi¨®n, es evidente que se detectan unas lagunas muy importantes de conocimientos elementales de finanzas. Y no me estoy refiriendo solo a gente sin estudios¡±, apunta Javier M¨¦ndez, director general de la Fundaci¨®n de Estudios Financieros.
El dinero con ojos adolescentes
El Instituto ?gora de C¨¢ceres fue uno de los 30 centros seleccionados para desarrollar el programa piloto de Educaci¨®n Financiera promovido por el Ministerio de Educaci¨®n, el Banco de Espa?a y la CNMV. Pilar Gonz¨¢lez-Quijano y Antonio M. Arroyo fueron los profesores encargados de impartir esta materia durante el curso 2010-2011 en 3? de la ESO a ni?os con edades comprendidas entre los 14 y los 15 a?os. El proyecto no se desarroll¨® como una asignatura nueva, sino que sus contenidos fueron incluidos en la programaci¨®n de Ciencias Sociales (Geograf¨ªa). Los docentes recibieron materiales de las instituciones promotoras y, adem¨¢s, asistieron a un curso de formaci¨®n espec¨ªfica en Madrid. ¡°Nuestra valoraci¨®n es muy positiva, pues m¨¢s que con contenidos hemos trabajado con comportamientos y realidades cotidianas. Son temas muy pr¨¢cticos y presentes en las vidas de los alumnos¡±, explican los profesores.
La asignatura se distribuy¨® en nueve apartados: educaci¨®n financiera, el consumo inteligente, el ahorro, el presupuesto personal, el dinero en efectivo, las cuentas bancarias, las tarjetas, protecci¨®n de datos personales y relaciones bancarias. La opini¨®n de los alumnos tras la experiencia es un¨¢nime: son contenidos muy ¨²tiles. Sergio, por ejemplo, tiene una cuenta propia y sus padres le permiten tener tarjeta de cr¨¦dito. Piensa que temas como la apertura y cancelaci¨®n de una cuenta, el control de los movimientos o la diferencia entre d¨¦bito y cr¨¦dito son los m¨¢s interesantes. A Soraya lo que le resulta m¨¢s atractivo es todo lo relacionado con el ahorro y la confecci¨®n de los presupuestos familiares. ¡°Al principio pens¨¦ que no me iba a gustar y solo me preocupaba si iba a entrar en el examen. Pero ahora los consejos recibidos me son muy ¨²tiles para no gast¨¢rmelo todo inmediatamente¡±. Mar¨ªa Jes¨²s cree que necesita estar informada, ¡°no vaya a ser que me quieran enga?ar¡±. A Javier y Sergio lo que m¨¢s les ha interesado son las recomendaciones para comprar por Internet.
Conscientes de este d¨¦ficit formativo, el BdE y la CNMV pusieron en marcha el Plan de Educaci¨®n Financiera 2008-2012. La iniciativa iba dirigida a los ni?os en edad escolar y a la poblaci¨®n adulta y, entre otras medidas, contempla un portal en Internet (www.finanzasparatodos.es), seminarios, folletos informativos y la puesta en marcha de un programa piloto de Educaci¨®n Financiera en la ESO. Este ¨²ltimo aspecto es la clave de b¨®veda del proyecto, ya que los supervisores quieren que el Gobierno introduzca de forma reglada contenidos de finanzas en los colegios para que formen parte del expediente acad¨¦mico de los alumnos.
Ni con el PSOE en el poder, ni ahora con el PP, esta petici¨®n ha tenido respuesta. Con las elecciones generales y auton¨®micas (las competencias de Educaci¨®n est¨¢n cedidas a las Comunidades) hubo un par¨®n en las negociaciones para extender el programa piloto y ahora la CNMV y el BdE se han puesto en contacto con el nuevo Ejecutivo para retomar el tema. ¡°El objetivo m¨¢s importante y m¨¢s dif¨ªcil de lograr para la difusi¨®n de la educaci¨®n financiera es conseguir que esta materia entre en el curr¨ªculo escolar. No tiene por qu¨¦ ser una asignatura espec¨ªfica, pero que al menos los ni?os conozcan conceptos b¨¢sicos¡±, destaca Lamamie. EL PA?S se puso en contacto con Educaci¨®n, pero fue imposible saber su opi¨®n al respecto.
?Otro factor que exige la mejora de la educaci¨®n financiera tiene que ver con los cambios demogr¨¢ficos y su impacto en los sistemas de pensiones. La poblaci¨®n envejece y la esperanza de vida es cada vez mayor. Al mismo tiempo, la crisis ha destapado ciertas carencias en la sostenibilidad del sistema p¨²blico de pensiones. En este contexto, no se explica muy bien la composici¨®n del ahorro de las familias: el 80% se destina a la vivienda y solo el 20% a inversiones financieras (?y de este porcentaje casi la mitad va a dep¨®sitos!). Es decir, el conocimiento de los instrumentos de previsi¨®n complementarios a los ingresos por jubilaci¨®n son muy bajos.
La tasa de sustituci¨®n en Espa?a (porcentaje que representa la pensi¨®n p¨²blica con respecto al ¨²ltimo salario) es del 81%, cuando la media de la OCDE est¨¢ en el 42%, mientras que el patrimonio de los fondos de pensiones se sit¨²a tan solo en un 8,1% del PIB. ¡°La crisis empieza a traspasar responsabilidades a los individuos que antes asum¨ªa el Estado o la empresa en relaci¨®n con la jubilaci¨®n. Este cambio de paradigma exige forzosamente una mayor cultura financiera. Si los ciudadanos tuvieran mayores conocimientos probablemente invertir¨ªan a m¨¢s largo plazo y tendr¨ªan una mentalidad de ahorro todos los meses pensando en su pensi¨®n¡±, seg¨²n ?ngel Mart¨ªnez Aldama, director general de la Asociaci¨®n de Instituciones de Inversi¨®n Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco).
En este marco de complejidad creciente de los productos financieros, la Uni¨®n Europea desarroll¨® una normativa, conocida como MiFid, que ten¨ªa como objetivo mejorar la protecci¨®n de los peque?os ahorradores. Esta legislaci¨®n fue adoptada por Espa?a en 2007 y sus principales ¨¢mbitos de actuaci¨®n eran dos: por un lado, proporcionar mejor formaci¨®n a los vendedores de productos y, por otro, asegurarse de que solo se vendiesen aquellos activos que encajasen mejor con el perfil de riesgo de los clientes a trav¨¦s de la realizaci¨®n de test de idoneidad o conveniencia.
Espa?a es un pa¨ªs muy bancarizado donde m¨¢s del 90% de los productos se venden en las oficinas de bancos y cajas, circunstancia que contrasta con otros mercados como el brit¨¢nico donde los asesores independientes tienen una cuota de negocio superior al 40%. Tras los ¨²ltimos fiascos, aumentan las voces que denuncian que la supuesta protecci¨®n de la MiFid no ha servido para mitigar los riesgos del bajo nivel de educaci¨®n financiera de los espa?oles.
¡°La bancarizaci¨®n del sistema no tiene por qu¨¦ ser un riesgo a?adido¡±, opina Javier M¨¦ndez. ¡°Se han dado pasos importantes en la formaci¨®n de los comerciales bancarios. El problema no est¨¢ ah¨ª, sino en el lado de la demanda donde el nivel de desconocimiento es enorme. Quiz¨¢s donde haya que mejorar es a la hora de conocer las necesidades de los clientes. Los tests de idoneidad no pueden hacerse de forma autom¨¢tica, no deben quedarse en un simple formulismo¡±, agrega este experto.
En 2009 el supervisor burs¨¢til dio el visto bueno a la creaci¨®n de Empresas de Asesoramiento Financiero (Eafis). Esta figura solo puede emitir recomendaciones de inversi¨®n, no vender productos propios ni de terceros. Con esta filosof¨ªa se intenta evitar los potenciales conflictos de inter¨¦s de los bancos en su triple papel de confeccionador-asesor-vendedor de productos financieros. Actualmente hay 91 Eafis registradas en la CNMV, aunque de momento han robado poca cuota de mercado a los bancos. Al cliente le sigue costando pagar solo porque le den consejos de inversi¨®n.
¡°La cultura financiera ayuda mucho y deber¨ªa ser promovida desde la Administraci¨®n. Ahora bien, ?de qu¨¦ sirve saber si te tienes que conformar con lo que te vende el comercial de tu oficina bancaria siguiendo instrucciones de su central?¡±, se cuestiona V¨ªctor Alvargonz¨¢lez, consejero delegado de Profim, empresa de asesoramiento financiero. ¡°Hay un monopolio en la oferta. Ninguna iniciativa de alfabetizaci¨®n va a servir de mucho si el asesoramiento sigue consistiendo en la simple colocaci¨®n de productos por parte de las entidades. Si no se apoya el desarrollo de una alternativa al sistema de distribuci¨®n bancario de productos este pa¨ªs se encamina a una esclerosis financiera¡±, subraya Alvargonz¨¢lez.
¡°No creo que a nadie le interese que la cultura financiera siga siendo baja. Un mayor nivel de conocimientos favorece a todo el mundo, empezando por los bancos, ya que no hay peor cosa que un cliente descontento. Es cierto que la soluci¨®n al problema ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil en un sistema como el anglosaj¨®n donde hay una mayor separaci¨®n entre el asesoramiento y la venta de productos. En Espa?a este esquema se ha empezado a desarrollar con las Eafis, pero es un proceso que lleva tiempo¡±, indica Beatriz Alejandro, directora del Instituto BME.
Manuel Pardos tiene otra visi¨®n sobre el compromiso de la banca. ¡°Hay sectores de la industria que quieren que la cultura financiera se mantenga baja. Como mucho quieren que los ahorradores tengan los conocimientos que ellos les dan. As¨ª no se educa a la poblaci¨®n, sino que se moldea a la masa. Lo ¨²nico que han aportado los bancos a la alfabetizaci¨®n han sido ingentes cantidades de dinero para pagar campa?as de publicidad enga?osas¡±, opina el presidente de Adicae.
Este peri¨®dico se ha puesto en contacto con la Asociaci¨®n Espa?ola de Banca (AEB) para saber su opini¨®n sobre el debate de la educaci¨®n financiera y conocer qu¨¦ iniciativas han puesto en marcha sus asociados para mejorarla. No ha sido posible hablar con ning¨²n portavoz y la AEB se ha limitado a facilitar un documento de la Federaci¨®n Bancaria Europea que recoge las iniciativas que hacen las entidades locales en esta materia. ¡°Los miembros de la AEB han dedicado secciones en sus p¨¢ginas web a educar e informar a los clientes sobre cuestiones espec¨ªficas como los productos de ahorro, los fondos de inversi¨®n y los planes de pensiones (...) La AEB tambi¨¦n dirige un centro universitario de estudios financieros (CUNEF)¡±. ?Suficiente?
M¨¢s cultura, m¨¢s ahorro
Anna Ispierto e Isabel Oliver, del Departamento de Estudios, Estad¨ªsticas y Publicaciones de la CNMV, escribieron un art¨ªculo titulado La educaci¨®n financiera y su relevancia en las decisiones econ¨®micas: evidencias e iniciativas en el bolet¨ªn del supervisor burs¨¢til del cuarto trimestre de 2011. En este trabajo analizan numerosos art¨ªculos y estudios llevados a cabo por diversos pa¨ªses e instituciones que coinciden en el diagn¨®stico: existe una deficiente formaci¨®n financiera entre los individuos, que los lleva a gestionar sus ahorros de forma manifiestamente mejorable.
Los primeros estudios importantes relacionados con la alfabetizaci¨®n financiera datan de la d¨¦cada de 1990, motivados por las decrecientes tasas de ahorro de los hogares estadounidenses. El debate se centraba en la eficacia de los incentivos fiscales a la hora de ahorrar, aunque surgieron otras l¨ªneas de investigaci¨®n, como la que exploraba la posibilidad de que las tasas de ahorro estuvieran causadas, al menos en parte, por la falta de conocimientos financieros. Entre
los trabajos realizados destaca el de Bernheim y Garret cuya conclusi¨®n es que el nivel de ahorro aumentaba con la provisi¨®n de educaci¨®n sobre estos temas en el puesto de trabajo.
En otro trabajo posterior, Bernheim, Garret y Maki analizaron los efectos de la educaci¨®n financiera durante la edad escolar sobre el ahorro individual. La principal conclusi¨®n es que los programas de educaci¨®n incrementan significativamente las tasas de ahorro de los individuos y la acumulaci¨®n de riqueza durante la edad adulta. Por su parte, en un estudio de Lusardi y Mitchell se analizan los niveles de alfabetizaci¨®n financiera entre los mayores de cincuenta a?os. La principal conclusi¨®n es que los conocimientos son escasos y, en segundo lugar, que los conocimientos y la planificaci¨®n de la jubilaci¨®n tienen una clara correlaci¨®n positiva. Adem¨¢s, aquellos con nociones m¨¢s avanzadas tienden a invertir en productos m¨¢s sofisticados como las acciones.
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