Un gobernador entre dos fuegos
Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, que perdi¨® la confianza del Gobierno que le nombr¨®, se ha convertido ahora en el pimpampum del PP por la crisis de Bankia
Quedan exactamente 61 d¨ªas para que Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez cumpla los seis a?os de mandato como gobernador del Banco de Espa?a (BE). Eso si no decide irse antes, harto de los continuos ninguneos del Gobierno del PP y malparado por la crisis de Bankia, que muy a su pesar va a se?alar para siempre sus ¨²ltimos d¨ªas en la venerada instituci¨®n. Va a ser el remate a una inacabada reforma financiera que no supo abordar, en la que le falt¨® autoridad para enfrentarse a los poderes pol¨ªticos y decisi¨®n para intervenir a tiempo algunas entidades que estaban en una situaci¨®n cr¨ªtica. Y quiz¨¢ le sobr¨® disposici¨®n para mandar recetas de pol¨ªtica econ¨®mica que serv¨ªan para muy poco en la resoluci¨®n de los problemas del sistema financiero y, en cambio, le originaban continuos enfrentamientos con el Gobierno socialista que le hab¨ªa delegado la misi¨®n de cuidarlo.
Le falt¨® autoridad frente a los pol¨ªticos y decisi¨®n para intervenir cajas
Desde que cambi¨® el Ejecutivo el pasado diciembre las relaciones no han ido a mejor. El PP, que en la oposici¨®n jaleaba sus intervenciones (posiblemente excesivas para un gobernador) porque eran golpes bajos a los adversarios por parte de uno de los suyos, le ha marginado conscientemente. El ministro Luis de Guindos, con quien mantuvo una amistosa relaci¨®n en etapas pasadas, apenas se habla con ¨¦l ni le hace part¨ªcipe de decisiones clave como el episodio del pasado fin de semana en el que se precipit¨® la dimisi¨®n de Rodrigo Rato en Bankia. Ahora el PP le ha convertido en el pimpampum ech¨¢ndole todas las culpas de los males de esta entidad y, por extensi¨®n, de la crisis, olvidando la fuerte involucraci¨®n que han tenido las comunidades aut¨®nomas gobernadas por ellos, en este caso la de Madrid, en la reconversi¨®n de las cajas.
Insertado en ese pandem¨®nium, estos meses est¨¢n siendo enormemente intensos para el gobernador; pero este hombre de 67 a?os, que se desbrav¨® en pol¨ªtica muy joven y se curti¨® pasando por diversos altos cargos, es duro de pelar. Tiene la virtud, y tal vez el peligro, de controlar con frialdad sus movimientos, lo que genera desasosiego incluso en sus amigos de siempre. Unos y otros le llaman MAFO, un apelativo que responde a sus iniciales y que a ¨¦l ni le molesta ni le perturba.
Guindos apenas le habla ni le hace part¨ªcipe de decisiones clave
El nombramiento como gobernador pon¨ªa la guinda a una carrera al servicio de la Administraci¨®n (fue secretario de Estado de Econom¨ªa y Comercio con Felipe Gonz¨¢lez y de Hacienda con Rodr¨ªguez Zapatero, y presidente del Tribunal de la Competencia y de la Comisi¨®n del Sistema El¨¦ctrico). Quiz¨¢ la animadversi¨®n del PP hacia ¨¦l tenga su origen en el pecado original que se cometi¨® en su nombramiento: nunca en democracia se hab¨ªa nombrado al gobernador sin pactarlo los dos partidos mayoritarios. Las huestes del PP recuerdan que fue propuesto por Pedro Solbes cuando era secretario de Hacienda (ces¨® de este cargo a los cuatro meses) y aprovechan esa circunstancia para echar le?a al fuego contra ¡°la ruina heredada del PSOE¡±. El caso es que perdida la confianza de unos (cuando se fue Solbes, solo manten¨ªa una interlocuci¨®n correcta con Elena Salgado) y con los otros a la gre?a, MAFO se ha quedado entre dos fuegos.
Pero MAFO ha sido un funcionario ejemplar, con una cabeza bien armada, culto, con buena formaci¨®n en econom¨ªa (es t¨¦cnico comercial del Estado y economista del Estado), educado en una familia librepensadora. Siempre se dijo que no lleg¨® a ser ministro con el PSOE porque ya lo era su hermano Francisco (el carism¨¢tico Paco Ord¨®?ez, al que MAFO veneraba) y cuando pudo serlo ya se le hab¨ªa pasado el arroz. Durante los Gobiernos de Aznar trabaj¨® en el grupo PRISA (EL PA?S, Cinco D¨ªas, cadena SER y Canal +). Su progresiva escora socio liberal no generaba mucha simpat¨ªa en las filas del partido, del que es militante desde que en los a?os setenta entr¨® en Convergencia Socialista Madrile?a. Pero el laissez faire, laissez passer no es lo m¨¢s apropiado para un puesto como el de gobernador, en el que hay que ser m¨¢s decidido que reflexivo, m¨¢s ejecutor que permisivo.
De un supervisor se espera que sepa enderazar la nave en tiempos de zozobra
Dicen que el cargo de gobernador entra?a antipat¨ªa y distancia, que un banquero central debe ser una persona sosegada, tranquila, previsible y aburrida. Apenas lleg¨® a la torreta de mando, bajo la mirada de la vecina diosa Cibeles, MAFO quiso transmitir que ten¨ªa al menos alguno de esos atributos, que iba con talante dialogante y ganas de ser met¨®dico; pero en estos a?os se ha ganado fama de taciturno, dif¨ªcil y dubitativo. Se le tacha de no haber sabido aglutinar al personal, pese a que se reconoce en ¨¦l un trato amable y cort¨¦s. Sab¨ªa que entraba en un templo que algunos de sus anteriores inquilinos hab¨ªan consagrado con actuaciones casi milagrosas otras crisis bancarias y le hab¨ªan dado un halo si no de santidad s¨ª de carisma reverencial. El paso, el peso y el poso de hombres como Mariano Rubio y Luis ?ngel Rojo dejaban el list¨®n muy alto e infund¨ªan un respeto casi sagrado a personas que ven¨ªan de otros mundos m¨¢s profanos.
Posiblemente quiso tomar lo mejor de los dos y puso todo el empe?o, porque cuando fue nombrado gobernador su formaci¨®n y experiencia financieras eran escasas. Para algunos observadores esa carencia puede explicar lagunas en el dise?o y aplicaci¨®n de los sucesivos planes de reforma financiera. Pero ¨¦l iba con la lecci¨®n aprendida. Las advertencias sobre la gestaci¨®n de una peligrosa burbuja inmobiliaria por parte de los servicios de inspecci¨®n proced¨ªan de los tiempos de su predecesor, Jaime Caruana, y ¨¦l lleg¨® con la intenci¨®n de atajar el problema que aquel dej¨® sin resolver.
MAFO quiso atajar la b¨²rbuja inmobiliaria que su antecesor dej¨® sin resolver
Sin embargo, se encontr¨® con m¨¢s obst¨¢culos de los que preve¨ªa, principalmente de los dirigentes pol¨ªticos regionales y locales de todos los colores pol¨ªticos, reacios a perder poder en las cajas. No supo o no se atrevi¨® a enfrentarse a ellos, lo que explica el retraso en la intervenci¨®n del BE ante problemas que crecieron hasta convertirse en casi incontrolables. Ocurri¨® con las cajas de la Comunidad Valenciana, las gallegas o incluso Caja Madrid, donde los dirigentes del PP le pusieron la proa desde el primer momento y ¨¦l no dio el paso adelante para impedir la revuelta cuando ten¨ªa los balances a su favor. El caso es que se permitieron fusiones econ¨®micamente absurdas con las consecuencias que se pueden observar ahora. ¡°Ten¨ªa que haber tomado el modelo de ordeno y mando de Mariano Rubio y ponerse los manguitos como Arist¨®bulo de Juan [director general con aquel] para abordar las reformas sin que le regateara nadie¡±, se?ala uno de esos observadores.
Esa pudo ser la clave de su gesti¨®n, que va a quedar como manifiestamente mejorable y llena de claroscuros (m¨¢s oscuros que claros). Claros porque impuls¨® reformas necesarias que deb¨ªan haberse abordado anteriormente, principalmente la de las cajas. Pero m¨¢s oscuros porque, adem¨¢s de dedicarse con ah¨ªnco a pedir medidas econ¨®micas que era secundario en el banco, las reformas financieras se fueron retrasando y con muchos condicionantes. La intervenci¨®n de Caja Castilla La Mancha (CCM) son¨® m¨¢s a un intento de ejemplarizar, ya que estaba controlada por el PSOE, que de acabar con una lacra cada vez m¨¢s pesada. Hab¨ªa un racimo de cajas que pod¨ªan haber seguido la misma suerte, incluso antes: Cajasur, CAM, Bancaja y otras muchas cuyos problemas quedaron absorbidos en las fusiones.
Pero ah¨ª se encontr¨® con la visceral oposici¨®n de los barones del PP, muchos de los que ahora le culpan. El BE siempre ha argumentado que ¡°no se puede intervenir hasta que no hay problemas de solvencia y las entidades cumpl¨ªan los coeficientes; adem¨¢s la intervenci¨®n es lo m¨¢s caro y traum¨¢tico, por lo que se buscaban soluciones previas¡±. As¨ª ocurri¨® en efecto con CCM, sin ¨¦xito, y posteriormente con Cajasur, con ¨¦xito. Es posible que los resultados de las pruebas de estr¨¦s confundieran al gobernador y retardaran cualquier acci¨®n interventora. No obstante, ¨¦l nunca alab¨® las bondades del sistema financiero espa?ol. Fue Zapatero. ?l siempre advirti¨® que hab¨ªa que mantenerlo bajo vigilancia. Asimismo, y adem¨¢s del rechazo pol¨ªtico, tampoco convenci¨® a la patronal sectorial de cajas. ¡°No hay m¨¢s que ver que la fusi¨®n del Popular y Pastor se hizo sin problemas¡±, aseguran fuentes cercanas al BE.
Tambi¨¦n se apela a que la crisis, que va a seguir cuando se vaya, determin¨® su actuaci¨®n desde casi el principio de su mandato. ¡°Pero eso no le vale de excusa, de un supervisor se espera que sepa enderezar la nave en tiempos de zozobra, porque en los de bonanza lo hace cualquiera¡±, sostiene un colega de profesi¨®n que reconoce que ¡°ha decepcionado a muchos de sus defensores y amigos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Banco de Espa?a
- Pol¨ªtica monetaria ¨²nica
- Euro
- Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez
- Reforma financiera
- Zona euro
- Crisis deuda europea
- Moneda
- PSOE
- Pol¨ªtica financiera
- Bankia
- Crisis financiera
- PP
- Bancos
- Econom¨ªa europea
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Finanzas p¨²blicas
- Uni¨®n Europea
- Banca
- Empresas
- Organizaciones internacionales
- Finanzas
- Pol¨ªtica
- Espa?a