¡°El nivel ¨¦tico de la banca es el mismo que hay en la sociedad¡±
El director del bufete P¨¦rez-Llorca asegura que en tiempos glaciaci¨®n hay que "cazar en la nieve"
Anda estos d¨ªas Pedro P¨¦rez-Llorca (Madrid, 1968) enfrascado entre An¨¢lisis V y Estad¨ªstica, las dos asignaturas que le faltan para terminar, "por fin" ¡ªreconoce con alivio¡ª la licenciatura de Matem¨¢ticas en la UNED. Son dos saberes exigentes que le reclaman un tiempo que debe robar a viajes, esperas en aeropuertos y fines de semana. Aprender es un ejercicio de esfuerzo (tambi¨¦n es licenciado en Econ¨®micas y Empresariales por CUNEF), al igual que convivir con el peso del apellido. El actual director del bufete P¨¦rez-Llorca es hijo de Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca, uno de los siete padres de la Constituci¨®n. De ¨¦l, sin duda, ha heredado la habilidad para narrar y el gusto por las met¨¢foras y las im¨¢genes en la conversaci¨®n. "Estamos en una glaciaci¨®n y hace falta acostumbrarse a cazar en la nieve", aventura sobre la econom¨ªa espa?ola.
Pregunta. ?C¨®mo est¨¢ yendo el a?o en el bufete?
Respuesta. Nos va bien. Este verano superaremos por primera vez la cifra de cien abogados. Y adem¨¢s tenemos mucho trabajo.
P. Profesionalmente, ?es el ejercicio m¨¢s dif¨ªcil que recuerda?
R. No. Para nosotros el m¨¢s complicado fue 2009, que es cuando vimos m¨¢s incertidumbre e inactividad. Por el contrario, 2008 result¨® f¨¢cil, porque cuando las cosas cambian y se derrumban hay mucho trabajo para los abogados.
P. Colegas suyos se quejan de la tremenda y, a su juicio, desleal guerra de precios que vive el sector desde hace ya tiempo.
R. Yo no me quejo. Nosotros hacemos una aproximaci¨®n econ¨®mica. La demanda de nuestros servicios ha disminuido y la oferta no, y esto, seg¨²n ense?a la teor¨ªa econ¨®mica, determina una bajada de precios. Y estos los fija el mercado, y no est¨¢n en nuestra mano. Por lo tanto, hay que hacerlo lo mejor posible en los niveles que establece el mercado.
P. ?Se puede ser mediano y sobrevivir en su sector o es obligatorio tener un gran tama?o?
R. Desde luego que s¨ª. Lo que no se puede es no crecer. Lo importante no es el tama?o que tengas, sino que aumente un poco cada a?o. Esto es lo que creemos. No es lo que piensan muchos de nuestros colegas, pero en esta casa se ve as¨ª. Una organizaci¨®n como la nuestra, o crece, aunque sea de forma modesta, o es muy dif¨ªcil de mantener.
P. ?Tienen alguna compra en el horizonte?
R. No tenemos nada previsto, aunque hay muchas oportunidades en el mercado. Estamos logrando crecer org¨¢nicamente dentro de un sector que no crece.
P. ?Fusionarse est¨¢ descartado?
R. No lo tenemos sobre la mesa, y no nos hace falta.
P. Siempre han estado muy cerca de las cajas de ahorros. De hecho, han participado en los ¨²ltimos tiempos en diversos procesos de fusi¨®n de estas entidades. ?Se imaginaba que su situaci¨®n econ¨®mica era tan mala como hemos visto?
R. No me lo imaginaba. El problema fundamental que tienen es que sus clientes no les pagan. Hay que reconocer que la crisis es culpa de muchos, no solo de cuatro. Seguro que ha habido errores de regulaci¨®n y de legislaci¨®n en la Administraci¨®n, as¨ª como en la toma de riesgos de los bancos y las cajas, pero tambi¨¦n hay muchas compa?¨ªas que no han pagado sus deudas. No se puede hablar de un problema que estaba oculto y que se lleva incubando cuatro a?os. Es un proceso gradual.
P. ?Se ha cerrado en falso la reforma del sistema financiero?
R. Ahora es f¨¢cil decir cu¨¢les son los fallos en las reformas que desde 2008 se est¨¢n dando en el sistema financiero. El error ha sido la timidez. Hay dos formas de abordar los problemas. Una es a la carga. Y otra, m¨¢s continental, que es a las trincheras. Cuando esto empez¨®, en la mayor¨ªa de los pa¨ªses de Europa continental, incluyendo el nuestro, la reacci¨®n fue atrincherarse tanto por parte de los Gobiernos como de las entidades. Y se hizo mal. Habr¨ªa sido mejor una soluci¨®n a la carga: adelantarse a los problemas.
P. Tambi¨¦n hemos presenciado muchos comportamientos en las cajas y en algunos bancos muy dif¨ªciles de asumir. ?Existe una p¨¦rdida de valores ¨¦ticos en el sistema financiero?
R. [Una pausa larga] La hay. Ha habido comportamientos claramente incorrectos. Y algunos de esos casos est¨¢n en los tribunales. Pero no soy partidario de demonizar al sector financiero. El nivel ¨¦tico que tiene es un reflejo del que existe en la sociedad.
P. En vista de los esc¨¢ndalos que estamos viendo, parece que en el ¨¢rea de derecho penal econ¨®mico nos les faltar¨¢ trabajo...
R. S¨ª. Es una de las cosas que hemos hecho en los ¨²ltimos cuatro a?os: abrir una rama de penal econ¨®mico, y nos va bastante bien. Estamos muy contentos y tenemos mucho trabajo.
P. ?Eso es bueno o malo?
R. Ni bueno ni malo. Una vez m¨¢s, es un reflejo de la sociedad.
P. ?Les han pedido consejo sus clientes para repatriar capitales aprovechando la amnist¨ªa fiscal?
R. Por supuesto. Todos los despachos que tienen una actividad fiscal o tributaria est¨¢n recibiendo preguntas.
P. ?Muchas o pocas?
R. Bastantes.
P. ?Qu¨¦ ¨¢reas del bufete podr¨¢n aportar m¨¢s a la cuenta de resultados este a?o?
R. Durante los ¨²ltimos ejercicios la actividad que m¨¢s ha crecido es aquella que no tiene que ver con operaciones, pues no necesita financiaci¨®n. Han aumentado muchos litigios, arbitrajes, cuestiones de derecho p¨²blico, penal econ¨®mico y laboral. Pero no nos podemos dormir y pensar que hay unas ¨¢reas que pueden crecer y otras que no. Tenemos una cuota discreta. Somos m¨¢s peque?os que la competencia, y esto es algo que cuando el mercado crece poco la gente lo valora mucho.
P. Muchas empresas presumen de presencia en el exterior y ustedes siguen anclados en Espa?a. ?No es un riesgo?
R. Somos muy internacionales en el tipo de trabajo que hacemos y en los clientes. Cuesti¨®n distinta es si para seguir teniendo actividad fuera necesitas abrir oficinas en el exterior. Aqu¨ª se puede distinguir entre la estrategia imperial y la tao¨ªsta, que consiste en no hacer nada. Nosotros hemos seguido una estrategia tao¨ªsta. En alg¨²n momento tendremos que ser m¨¢s imperiales, o sea, agresivos, pero no a corto plazo.
P. ?C¨®mo se est¨¢ viendo a Espa?a desde fuera?
R. Pues mal. Hay dos actitudes dominantes. Una es el desinter¨¦s. Es la menos hiriente: "Espa?a no est¨¢ entre nuestras prioridades" o "en este momento no nos planteamos ninguna inversi¨®n". Pero alguna cosa peor hemos o¨ªdo, como: "Mira, no le quiero dedicar tiempo a hablar de Espa?a". Luego hay otra actitud en algunas personas, sobre todo en el mundo anglosaj¨®n. Entronca con la afici¨®n hist¨®rica de que los del norte siempre lo hacen bien y los del sur, mal; de ah¨ª surgen los PIGS (Portugal, Italia, Grecia y Espa?a). Ordenar as¨ª el acr¨®nimo no fue casualidad.
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