El principio de un largo final de la crisis
La soluci¨®n a la grave situaci¨®n financiera empieza a vislumbrarse
La gran incertidumbre y desasosiego que vivi¨® la sociedad espa?ola la semana anterior, acerca de la necesidad de tener que pedir la ayuda financiera a los socios europeos, parece que se ha ido despejando en la ¨²ltima. Podr¨ªamos decir, incluso, que ahora se vislumbra ya la soluci¨®n a la grave situaci¨®n financiera, que, como hemos comentado en varias ocasiones, es la puerta que debe derribarse para que la econom¨ªa pueda iniciar alg¨²n d¨ªa una recuperaci¨®n duradera. Parece claro que el Gobierno acepta la necesidad de acudir a la ayuda del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), pero solo para financiar el saneamiento de los bancos que no puedan llevarlo a cabo por s¨ª mismos, no para financiar al Estado, como han sido los casos de Grecia, Irlanda y Portugal. Ello parece razonable, pues, una vez que los bancos hayan sido saneados, Espa?a no presenta mayores problemas fiscales que muchos de los pa¨ªses del euro. Es m¨¢s, su nivel de deuda notablemente inferior a la media de dichos pa¨ªses da holgura suficiente para plantear un ajuste fiscal m¨¢s suave y dilatado en el tiempo con el fin de que no ahogue la recuperaci¨®n de la econom¨ªa, que es lo que de verdad empezar¨¢ a solucionar todos los problemas (el crecimiento es como los goles en el f¨²tbol, que todo lo solucionan).
Alguien podr¨¢ pensar que c¨®mo se puede llegar a esta conclusi¨®n cuando, a ra¨ªz del estallido de la crisis de Bankia, parece haberse destapado la caja de Pandora, desparram¨¢ndose por la piel de toro hisp¨¢nica todos los males posibles. As¨ª ha sido interpretado por muchos analistas y buena parte de los medios de comunicaci¨®n. Sin embargo, la crisis de Bankia y las presiones internacionales y de los mercados han obligado a las autoridades a tomar el toro por los cuernos y afrontar de una vez por todas el saneamiento y recapitalizaci¨®n del sistema bancario. Se ha cambiado la estrategia. Hasta ahora, las medidas que se iban tomando part¨ªan de una restricci¨®n inicial que condicionaba todo el proceso: que el Estado no deb¨ªa poner un euro en el rescate de los bancos. Grave error. Ello obligaba a ir haciendo los saneamientos poco a poco, al ritmo que permitiera la generaci¨®n de recursos por parte de las entidades con los que hacer las correspondientes provisiones. Una consecuencia, entre otras varias, era que las mismas no pod¨ªan valorar y deshacerse de sus activos inmobiliarios rebajando suficientemente sus precios, ya que ello les hubiera hecho incurrir en p¨¦rdidas inabordables. Pero a su vez imped¨ªa la reducci¨®n del stock de viviendas sin vender y alimentaba la desconfianza de los mercados en nuestros bancos y, por extensi¨®n, en la solvencia del Estado, negando la financiaci¨®n necesaria a la econom¨ªa. Todo ello manten¨ªa a la econom¨ªa espa?ola sin posibilidades de recuperaci¨®n.
La estrategia con los bancos pasaba por que el Estado no pusiera un duro en ellos. Grave error
Ahora se va a hacer una valoraci¨®n m¨¢s estricta de los balances de las entidades, lo que va a aflorar nuevas p¨¦rdidas en algunas entidades. Pero, lo m¨¢s importante, se va a disponer del dinero necesario para sanearlas y recapitalizarlas. Cuando el proceso est¨¦ concluido, podr¨¢ fluir de nuevo el cr¨¦dito a las empresas y familias solventes que lo necesiten, y la prima de riesgo se normalizar¨¢. Por eso podemos hablar del principio del fin.
Crece la fractura entre quienes han perdido su empleo y los que no
Ahora bien, debemos ser conscientes de que hasta llegar a una recuperaci¨®n de la econom¨ªa s¨®lida y suficiente para crear empleo nos queda un largo y tortuoso camino, en el que vamos a sufrir ca¨ªdas del PIB y aumentos del paro significativos. Los datos del mercado laboral y de producci¨®n industrial conocidos esta semana son bien ilustrativos [ver gr¨¢ficos adjuntos]. Los afiliados a la Seguridad Social, en cifras desestacionalizadas, disminuyeron en m¨¢s de 60.000 personas en mayo y acumulan una reducci¨®n de casi 600.000 en los ¨²ltimos 12 meses (un 3,4%). Por su parte, el paro registrado, tambi¨¦n desestacionalizado, aument¨® en m¨¢s de 80.000 personas (525.000 en los 12 ¨²ltimos meses). Un problema a?adido grave es que los beneficiarios de prestaciones por desempleo, aunque tambi¨¦n aumentan, lo hacen menos que los parados, por lo que disminuye la tasa de cobertura. Esta se situaba a comienzos de 2010 en torno al 80%, y ahora, en el 65%. Este es un indicador de otra crisis grave: la fractura social entre los que conservan su empleo y los que lo han perdido, de la que tambi¨¦n hay que ocuparse.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (Funcas).
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