Menos vulnerables
La opci¨®n adoptada finalmente significa que es el Estado quien asume las deudas
No hab¨ªa muchas alternativas. En ausencia de esa l¨ªnea de cr¨¦dito, el Tesoro espa?ol tendr¨ªa que haber afrontado pr¨®ximas subastas de t¨ªtulos de deuda p¨²blica en condiciones tan precarias o m¨¢s que las existentes hasta el pasado jueves. De esa particular vulnerabilidad ven¨ªan dando cuenta no solo los mercados secundarios de bonos espa?oles (con tipos de inter¨¦s cercanos al umbral que determin¨® la intervenci¨®n en otras econom¨ªas de la eurozona), sino tambi¨¦n los de acciones, en particular de los bancos. Precisamente, la suavizaci¨®n de las tensiones de las dos ¨²ltimas jornadas de la semana pasada ven¨ªa explicada en gran medida por la presunci¨®n de la proximidad de alguna forma de apoyo europeo, de rescate. Las probabilidades eran mayores para una de las dos posibles espec¨ªficamente destinadas al sector bancario. No ha salido la m¨¢s conveniente: la asignaci¨®n directa de los fondos europeos a las propias instituciones bancarias, sin pasar por el FROB o cualquier otro operador p¨²blico que exigiera su c¨®mputo como deuda p¨²blica. No era pol¨ªtica ni jur¨ªdicamente f¨¢cil, y en todo caso contrario a la diligencia que se precisaba.
La opci¨®n adoptada finalmente significa que es el Estado quien asume las deudas. Los fondos a recibir, hasta un m¨¢ximo de 100.000 millones de euros, los negociar¨¢ el Gobierno una vez se estimen las necesidades de recapitalizaci¨®n del sector. Estas vendr¨¢n determinadas, en gran medida, por la evaluaci¨®n encomendada por el propio gobierno a dos compa?¨ªas privadas. La condicionalidad fundamental asociada a esa l¨ªnea de cr¨¦dito deber¨¢n satisfacerla los bancos receptores de la ayuda.
La tercera alternativa era el rescate a la manera convencional, como ha sido aplicado en los casos de Grecia, Irlanda y Portugal: los fondos europeos ir¨ªan directamente al Gobierno espa?ol acompa?ados de estrictas cl¨¢usulas de "condicionalidad" sobre las pol¨ªticas econ¨®micas, desde luego sobre la fiscal. Ese tipo de rescate habr¨ªa tenido lugar de persistir la deprecaci¨®n de la deuda p¨²blica o ante un nuevo episodio de insolvencia bancaria.
No son pocas, ni poco relevantes, las inc¨®gnitas sobre la modalidad aprobada. Entre ellas, los tipos de inter¨¦s que finalmente se apliquen, los plazos de devoluci¨®n y, desde luego, las exigencias a los bancos y las posibles al Gobierno. Con todo, el principal factor de incertidumbre es la reacci¨®n de los mercados en las pr¨®ximas jornadas, no necesariamente en la de lunes. Si dominara la interpretaci¨®n m¨¢s racional, deber¨ªamos encontrarnos con un clima significativamente mejor. Una recapitalizaci¨®n bancaria cre¨ªble debilita uno de los dos elementos que alimentaban el bucle diab¨®lico entre erosi¨®n de la solvencia bancaria, depreciaci¨®n de la deuda p¨²blica y mayor recesi¨®n de la econom¨ªa. La conversi¨®n de la deuda privada en deuda p¨²blica no se ha eliminado ni mucho menos, pero se puede reducir de forma significativa su principal fuente de alimentaci¨®n, a trav¨¦s del saneamiento bancario. De todas formas, aunque la deuda p¨²blica no aumente mediante obligadas nacionalizaciones bancarias, seguir¨¢ acusando el menor crecimiento de la econom¨ªa espa?ola y las consecuencias de unas pol¨ªticas econ¨®micas que en su totalidad son, al menos en el corto plazo, manifiestamente contractivas. El rescate aprobado el s¨¢bado no ha hecho, por tanto, sino sentar las bases para la desactivaci¨®n del principal foco de inestabilidad financiera en Espa?a y en la eurozona: la crisis bancaria espa?ola. Para que no signifique solo pan para hoy es necesario alejar los escenarios de una recesi¨®n espa?ola m¨¢s intensa y amplia. Sin crecimiento econ¨®mico no se pagan las deudas, y a partir del s¨¢bado estas son mayores.
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