Deuda el¨¦ctrica: con la ley en los talones
El Gobierno anuncia cambios en la fiscalidad de la energ¨ªa para atajar el grave d¨¦ficit del sector
El a?o pr¨®ximo, el sector el¨¦ctrico tiene que estar como una patena: limpio, brillante, sin manchas, sin deuda. Lo dice la ley (Real Decreto 14/2010): en 2013, el d¨¦ficit tarifario ¡ªla diferencia entre el coste real de la electricidad y lo que los usuarios pagan por ella, seg¨²n definici¨®n de la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE)¡ª tiene que ser cero. Se trata de contener la marea de deuda acumulada desde el a?o 2002 que a finales de este a?o puede rondar los 29.000 millones de euros, en torno al 3% del PIB espa?ol. ¡°No se puede admitir que el d¨¦ficit tarifario se convierta en un problema de d¨¦ficit p¨²blico¡± asegur¨® el ministro de Industria, Jos¨¦ Manuel Soria, reci¨¦n iniciado el a?o. Para hacer frente al problema, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunci¨® ayer, sin concretar, que se va a modificar la fiscalidad del sector.
Pero hay asuntos, como es el caso del d¨¦ficit, sobre los que es m¨¢s f¨¢cil hablar que actuar. La prueba: han pasado seis meses desde la rotunda sentencia de Soria. No en vano, el d¨¦ficit tarifario ha convertido al consumidor el¨¦ctrico espa?ol en un caso ¨²nico en el mundo, seg¨²n destac¨® la consultora PwC. ¡°Espa?a¡± se?al¨® en su informe Diez temas candentes del sector el¨¦ctrico espa?ol ¡°es el ¨²nico pa¨ªs del mundo en el que los clientes mantienen una deuda con el conjunto del sector el¨¦ctrico¡±.
A la vista de las definiciones de la CNE sobre el d¨¦ficit y de las conclusiones de los expertos, cabr¨ªa pensar que el consumidor espa?ol no ha hecho otra cosa sino beneficiarse de tarifas irreales, baratas, responsables ¨²ltimas de una monta?a de deuda que hay que pagar a 15 a?os vista, previa colocaci¨®n ¡ªcuando se puede¡ª en el mercado con aval del Estado. Pues no. El consumidor de electricidad espa?ol, adem¨¢s, paga tarifas que est¨¢n entre las m¨¢s caras de la UE (datos de Eurostat sin tener en cuenta los impuestos) tras subir m¨¢s de un 70% en apenas seis a?os.
El mal funcionamiento del sistema es evidente. Y parece haber llegado la hora de adoptar medidas. Las que se han tomado hasta la fecha no son suficientes. Industria, hasta ahora, ha decidido aplicar una moratoria al pago de primas a las nuevas instalaciones de renovables, subir las tarifas el¨¦ctricas a los usuarios (7% en abril y 4% en julio), recortar los pagos (en torno a 1.150 millones) a las compa?¨ªas tradicionales por distribuir y tener disponibles las centrales, as¨ª como prolongar la vida ¨²til de la central nuclear de Garo?a (50% de Endesa y 50% de Iberdrola), que deb¨ªa cerrar en 2013, otros seis a?os al menos.
Las medidas que se han adoptado hasta ahora han sido insuficientes
Pero son necesarias m¨¢s medidas. Y mientras llegan, los actores energ¨¦ticos de la representaci¨®n, agrupados por intereses (el¨¦ctricas, empresas fotovoltaicas y termosolares, petroleras y grandes industrias consumidoras, fundamentalmente) batallan por salir lo m¨¢s indemnes posibles de la reforma que plantea el Gobierno. En general, la t¨¢ctica que emplean es simple: la culpa ¡ªla causa de que el consumidor el¨¦ctrico deba al sector el¨¦ctrico un 3% del PIB¡ª es del rival.
La pelea y la reforma tienen lugar ¡ªno hay que olvidarlo¡ª en un momento de fuerte ca¨ªda de la demanda (-2,1% en 2011, a niveles de 2006) y con un sector el¨¦ctrico hinchado, agobiado por un exceso de capacidad (100.576 MW) que es muy evidente en el caso de las centrales que funcionan con gas.
En el todos contra todos, las el¨¦ctricas llevan cierta ventaja porque tienen experiencia en la labor de lobby, conocen todos los meandros de la Administraci¨®n y est¨¢n m¨¢s que acostumbradas a influir en la opini¨®n p¨²blica. Desde su punto de vista, ali?ado por la patronal que las agrupa, Unesa, las responsables del d¨¦ficit que ahoga al sector energ¨¦tico son las energ¨ªas renovables. No todas ellas ¡ªpor su puesto no la energ¨ªa e¨®lica¡ª, sino las solares: fotovoltaica, protagonista de la gran burbuja del quinquenio 2005-2010 y termosolar. Para Unesa, el caso es claro: los 7.000 millones anuales en primas destinadas al r¨¦gimen especial (incluye la cogeneraci¨®n) son la causa del desbarajuste.
La reforma del sector se plantea en un momento de fuerte ca¨ªda de la demanda
En el extremo opuesto, las empresas fotovoltaicas y termosolares, se?alan a los privilegios obtenidos por las empresas tradicionales a la hora de fijar los precios de la distribuci¨®n y del transporte (regulados), as¨ª como los precios de la energ¨ªa en las subastas trimestrales como la causa del desastre que sufre el sector.
Las cuentas de las empresas solares contra las tradicionales son contundentes: seg¨²n afirman, los beneficios de las grandes compa?¨ªas por transporte y distribuci¨®n desde que comenz¨® a crecer el d¨¦ficit de tarifa superan lo que ellas han cobrado en subvenciones; adem¨¢s, est¨¢n pendientes de liquidaci¨®n los famosos CTC (costes de transici¨®n a la competencia) y hay que examinar con lupa el funcionamiento de un sistema que retribuye por igual a las diferentes tecnolog¨ªas, sin tener en cuenta si est¨¢n o no amortizadas.
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