La crisis financiera palestina reduce al m¨ªnimo las compras en Ramad¨¢n
Abu Mohamed Shabat, de 42 a?os y empleado del gobierno del movimiento islamista Ham¨¢s que controla la franja de Gaza, ha decidido este a?o minimizar la lista de productos a comprar para ahorrar algo de dinero por si ocurre una emergencia.
"S¨®lo he gastado 70 d¨®lares en productos b¨¢sicos para el Ramad¨¢n como harina, aceite, algunos quesos, verduras y frutas. No voy a poder comprar este mes otros productos necesarios como d¨¢tiles, frutos secos o postres", explica.
Los dos gobiernos de los territorios palestinos -el de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Cisjordania y el de Ham¨¢s en Gaza- atraviesan una crisis financiera que ha impedido que se puedan pagar a tiempo los salarios de sus 185.000 empleados.
Esta situaci¨®n ha provocado a su vez la recesi¨®n econ¨®mica y se ha dejado sentir en los mercados palestinos, donde vendedores y comerciantes tienen que lidiar con unas ventas escasas a pesar de que, a diferencia de otros a?os, hay cantidad de productos para elegir.
"S¨®lo tratamos de vender la mercanc¨ªa, recuperar nuestro capital y luego ya pensaremos en los beneficios", indica Luai Murtaja, que regenta una peque?a tienda en el mercado de la capital de Gaza.
Murtaja se queja de que "la gente s¨®lo compra lo b¨¢sico para ir tirando" lo que se refleja en su negocio.
Como el resto de los musulmanes en todo el mundo, los palestinos ayunan alrededor de 15 horas durante los 30 d¨ªas que dura el Ramad¨¢n -durante las que no comen, beben ni fuman- pero luego hacen dos grandes comidas para las que intentan conseguir los mejores productos: una al caer el sol y otra al amanecer.
A las duras condiciones de realizar un ayuno en pleno verano se suman otros factores que influyen en el estado de ¨¢nimo general de la poblaci¨®n.
As¨ª, la decisi¨®n de la ONU de reducir la asistencia financiera a los refugiados palestinos y la escasez de combustible y electricidad en la paup¨¦rrima Gaza, donde habitan mill¨®n y medio de personas, han deteriorado considerablemente la situaci¨®n.
Nael Musa, profesor de Ciencias Econ¨®micas en la Universidad Al Nayah de Naplusa, explica que el d¨¦ficit presupuestario que arrastra la ANP tambi¨¦n tiene su impacto en los mercados en v¨ªsperas del Ramad¨¢n.
Los economistas se?alan que el volumen de negocio en los mercados en Cisjordania y Gaza se encuentra en gran medida limitado porque la econom¨ªa sigue deterior¨¢ndose mientras aumenta la tasa de desempleo y la pobreza.
Samer Mohamed, de la ciudad cisjordana de Ramala, intenta que el 60 por ciento del salario que ha cobrado a finales de junio le alcance para poder comprar los productos de este mes.
Dos semanas despu¨¦s pudo cobrar el otro 40 por ciento de su sueldo aunque no tiene mucha confianza en el futuro: "qui¨¦n sabe si recibiremos nuestros salarios del mes de julio".
La crisis presupuestaria en la ANP -que tiene el compromiso de pagar a sus 150.000 empleados- supera, seg¨²n datos oficiales, los mil millones de d¨®lares.
La ¨²ltima demora en el pago de las n¨®minas se ha resuelto parcialmente en el ¨²ltimo minuto gracias a una aportaci¨®n urgente de Arabia Saud¨ª a la ANP para que pudiera realizar el pago del 40 por ciento restante tras haber abonado el 60 por ciento de las n¨®minas de los funcionarios.
Por esta raz¨®n, Samer, como otros empleados de la ANP en Cisjordania y Gaza, decidi¨® reducir sus compras.
"Mi mujer generalmente hace la lista de la compra, pero este Ramad¨¢n no he seguido sus indicaciones y he comprado lo que he podido", dice mientras merodea en el mercado de Ramala.
Coincide con ¨¦l Samir al Khatib, otro funcionario residente en Naplusa, al norte de Cisjordania.
"Este a?o, a ra¨ªz de que los salarios han sido cobrados en dos fases, hemos reducido los gastos porque tememos que no nos paguen julio o agosto", explica.
La ANP arrastra desde hace a?os una crisis presupuestaria debida en gran medida a que los pa¨ªses donantes -y en particular los ¨¢rabes- no han cumplido con sus compromisos de pago.
La situaci¨®n econ¨®mica ha llevado a que, por primera vez en a?os, las escenas de poco consumo sean similares en los mercados de Ramala y de Gaza.
Saud Ab¨² Ramad¨¢n
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