Monti espera a que Espa?a mueva ficha y active la intervenci¨®n

¡°Italia no necesita rescates ni escudos porque cuenta con una de las situaciones financieras m¨¢s s¨®lidas de Europa¡±. El primer ministro italiano, Mario Monti, pronunci¨® esta frase en La Moncloa, al lado del presidente del Gobierno espa?ol, Mariano Rajoy, tratando de distanciar a Italia de Espa?a.

Al mismo tiempo que pretende huir de la inevitable comparaci¨®n, Monti parece esperar que Rajoy abra el camino, pida el rescate y d¨¦ paso a la acci¨®n del Banco Central Europeo (BCE), con la certeza de que solo Fr¨¢ncfort puede frenar la hemorragia de la prima de riesgo. ¡°Italia intenta separar su camino del de Madrid, que parece ya encarrilada hacia el grito de socorro. Creo que Espa?a estar¨¢ obligada a hacerlo y Monti no puede evitarlo. Solo puede intentar evitar que le salpique¡±, se?ala Tito Boeri, catedr¨¢tico de la Universidad Bocconi de Mil¨¢n, que no es partidario de que Italia pida el rescate. ¡°Draghi [en referencia al presidente del BCE] va a pedir mucho a cambio¡±.

Otros expertos creen que Italia podr¨ªa beneficiarse indirectamente de una eventual petici¨®n de ayuda por parte de Espa?a con la consiguiente intervenci¨®n del BCE. Los argumentos a favor de esta posici¨®n son: que en Italia no explot¨® ninguna burbuja inmobiliaria y que los bancos no est¨¢n repletos de hipotecas fallidas; y que la deuda soberana alcanza el 123% del PIB, pero las cuentas del Estado acabar¨ªan el a?o en positivo si no hubiera que pagar los intereses del Estado. Es decir, Italia tendr¨ªa lo que los expertos llaman super¨¢vit primario (que excluye el servicio de la deuda). ¡°Cuando Rajoy pida formalmente la intervenci¨®n del BCE y Europa se la avale, los mercados se van a tranquilizar¡±, considera Mario Seminerio, economista y autor del blog Phastidio.net. ¡°Monti necesita esto: un par¨¦ntesis, un lapso de tiempo durante el cual el coste de nuestra deuda se estabilice en niveles razonables. Va a aprovechar para seguir con las reformas estructurales que poco a poco van a corroer el d¨¦ficit y, en un par de a?os, permitir¨¢n el crecimiento¡±. Los escudos de Fr¨¢ncfort proteger¨ªan a Espa?a, pero, de rebote, tambi¨¦n a Italia. En la misma posici¨®n se sit¨²an columnistas de diarios tan distintos como Corriere della Sera y La Repubblica.

Pero Monti no necesita solo que muevan ficha Rajoy Draghi. Tambi¨¦n precisa la confianza del Parlamento. La legislatura que abri¨® en 2008 Silvio Berlusconi, a quien el tecn¨®crata relev¨® en noviembre pasado, se agota en abril. En teor¨ªa, derecha, centro e izquierda apoyan al Ejecutivo. Pero, en la pr¨¢ctica, ya tienen la mirada puesta en las elecciones. Con el objetivo de reconquistar el consenso de un electorado despechado, se arriman y se alejan de Monti al comp¨¢s de su propia conveniencia cortoplacista. El Partido Democr¨¢tico critica los sacrificios y los recortes. El Pueblo de la Libertad est¨¢ molesto por la p¨¦rdida de soberan¨ªa nacional; Italia de los Valores y Movimiento Cinco Estrellas ¡ªlos ¨²nicos que suben en las encuestas y que desde el principio se opusieron al equipo de Monti¡ª se suman con alegr¨ªa al carro del populismo.

El peligro es que las elecciones se transformen en un refer¨¦ndum sobre Europa, su moneda y sus instituciones. El mi¨¦rcoles, en Finlandia, uno de los Estados del euro m¨¢s exigentes con los recortes en los pa¨ªses con problemas, el primer ministro italiano advirti¨® del riesgo de ¡°un Gobierno no europe¨ªsta, no favorable al euro ni a la disciplina del presupuesto¡±.