La reforma sin forma
La batalla entre Industria y Hacienda por el futuro del sector energ¨¦tico termina con nuevas La v¨ªa usada para taponar el d¨¦ficit el¨¦ctrico la acabar¨¢ pagando los usuarios
Tras meses de debate, de anuncios, de presiones, de filtraciones y enfrentamientos sonados entre el Ministerio de Industria y el Ministerio de Hacienda, el Gobierno ha intervenido en el mercado energ¨¦tico para aprobar un proyecto de ley de medidas fiscales que queda muy lejos de representar una verdadera reforma de un sector fundamental para la econom¨ªa del pa¨ªs. Con el plan de Medidas Fiscales en Materia Medioambiental y Sostenibilidad Energ¨¦tica, el Ejecutivo, no obstante, ha conseguido algo poco habitual: disgustar a todos los afectados por las medidas, sin excepciones ¡ªlo que Industria interpreta como una prueba de lo equilibrado de la medida¡ª, y poner tambi¨¦n de acuerdo a todos los agentes a la hora de adelantar qui¨¦n pagar¨¢ el coste de lo anunciado. Y no hay sorpresas. Lo pagar¨¢n los consumidores.
Por partes. Para comprender toda la agitaci¨®n creada, primero hay que saber qu¨¦ es lo que ha aprobado el Gobierno y por qu¨¦. Es simple. El proyecto contempla media docena de nuevos impuestos, te¨®ricamente dirigidos a las empresas que operan en el sector, tanto tradicionales como del sector de renovables, para recaudar en torno a 3.000 millones de euros y taponar el gran problema que corroe al sistema: un d¨¦ficit acumulado en la ¨²ltima d¨¦cada de 24.000 millones de euros que es resultado de la diferencia entre los costes que se reconocen a las empresas el¨¦ctricas por producir electricidad y las tarifas que pagan la mayor parte de los 25 millones de usuarios.
Industria interpreta el rechazo general como una prueba de equilibrio
Con la ayuda del Tesoro ¡ªuna cesi¨®n del ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro¡ª, que asumir¨¢ v¨ªa amortizaciones e intereses 2.100 millones de la carga que supone la deuda ya acumulada, Industria ha dise?ado un plan (¡°tormenta fiscal¡± lo califican en el sector) para evitar que, al menos en el corto plazo ¡ªl¨¦ase 2013¡ª, el d¨¦ficit el¨¦ctrico siga creciendo exponencialmente. Por ley, el d¨¦ficit de 2013 tiene que ser cero.
As¨ª, si aprueba lo anunciado, en enero habr¨¢ un impuesto general del 6% para todas las empresas productoras de electricidad, un canon (22%) a las centrales hidr¨¢ulicas, impuestos a la producci¨®n y almacenamiento de residuos nucleares, fin de exenciones fiscales a los combustibles f¨®siles que se queman para generar electricidad y un nuevo impuesto de 2,79 c¨¦ntimos por metro c¨²bico al gas natural. Todas las medidas se a?aden al mordisco que Industria dio en marzo, v¨ªa decreto, a los costes reconocidos a las empresas el¨¦ctricas (940 millones) junto con la moratoria a la extensi¨®n de nueva capacidad renovable.
La ¡°tormenta fiscal¡± aprobada la semana pasada tiene poco que ver con el plan inicial de Industria. En julio, el ministerio contemplaba distintos impuestos seg¨²n tecnolog¨ªas (11% e¨®lica y hasta 19% fotovoltaica), adem¨¢s de una tasa general del 4%. Y nada que ver con una verdadera reforma energ¨¦tica. ¡°Es una oportunidad perdida¡±, se lamenta el presidente de la asociaci¨®n patronal Unesa, Eduardo Montes, que aboga por m¨¢s mano dura en el recorte de las primas a las renovables (camino de los 7.000 millones de euros anuales), a las que culpa del aumento del d¨¦ficit tarifario.
El presidente de la poderosa patronal el¨¦ctrica, que agrupa, entre otras, a las dos empresas m¨¢s afectadas por las medidas del Gobierno, Endesa (coste estimado por los nuevos impuestos de 287 millones en el beneficio bruto) e Iberdrola (520 millones), tiene raz¨®n en lo de la oportunidad perdida. Porque el sistema necesita una reforma en profundidad. Para comprenderlo, basta con mirar los datos de la agencia de estad¨ªstica Eurostat. Entre 2006 y 2011, el precio de la electricidad para los consumidores dom¨¦sticos espa?oles, seg¨²n Eurostat, excluidos los impuestos, aument¨® un 69,9%, mientras en la UE (27 pa¨ªses) creci¨® un 19,9%, y en el ¨¢rea euro, un 13,1%.
Se podr¨ªa pensar, quiz¨¢, que con esa subida de precios del 70% en cinco a?os, muy por encima de la inflaci¨®n acumulada en el mismo periodo (12,3%), se podr¨ªan haber ajustado ingresos y costes del sistema para sujetar el d¨¦ficit. Pues no. Lejos de ello, la diferencia entre los ingresos de las empresas y los costes que se les reconocen no ha dejado de crecer. As¨ª pues, como ha admitido el mismo ministro de Industria, Jos¨¦ Manuel Soria, hay tarea ¡ªmucha¡ª por hacer.
Si uno puede imaginar el sector energ¨¦tico como un espacio delimitado por cuatro lados, estos podr¨ªan ser una dependencia de las importaciones del 80%, precios de la electricidad entre los m¨¢s elevados de Europa, el d¨¦ficit de 24.000 millones que convierte a Espa?a en un pa¨ªs ¨²nico en el mundo (informe de PwC) y un sistema tarifario que provoca el mayor n¨²mero de quejas de los usuarios tras los servicios de telecomunicaciones. Un sistema tan achacoso que hasta la defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha decidido abrir una investigaci¨®n para determinar si las facturas de la luz est¨¢n solo hechas para ser cobradas en lugar de para ser entendidas. Y un sistema tan cuarteado que, esta misma semana, la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE), siempre cuidadosa a la hora de la cr¨ªtica, se ha visto obligada a reconocer que ¡°en los mercados minoristas de gas y electricidad se registra un grado elevado de descontento de los consumidores, mayor para el sector el¨¦ctrico¡±.
Los problemas persisten
Pues bien, ninguno de los cuatro lados que forman ese espacio imaginario desaparece con las medidas impositivas anunciadas. Los problemas persisten. Y la confusi¨®n. As¨ª lo destaca Javier Garc¨ªa Breva, exdiputado socialista, exdirector del Instituto de Diversificaci¨®n y Ahorro Energ¨¦tico (IDAE, 2004-2005) y presidente de la Fundaci¨®n Renovables. ¡°El proyecto¡±, sostiene Garc¨ªa Breva, ¡°se apoya en la defensa medioambiental, pero el articulado del texto no alude para nada a cuestiones como la dependencia de los combustibles f¨®siles, la intensidad energ¨¦tica o las emisiones de gases de efecto invernadero¡±. ¡°El medio ambiente¡± asegura, ¡°es una mera disculpa para recaudar¡±.
Las empresas el¨¦ctricas piensan lo mismo: la verdadera reforma queda, una vez m¨¢s, pendiente. Y eso significa que Unesa seguir¨¢ dando la batalla con una idea central: el proyecto impositivo aprobado por el Gobierno prima lo ineficiente (las renovables) sobre lo eficiente y lo m¨¢s barato. L¨®gicamente, lo mejor coincide con sus centrales.
Hay una sensaci¨®n extendida de que la reforma podr¨ªa haber sido peor
Con todos los afectados aparentemente enfadados, la sensaci¨®n m¨¢s extendida es que la cosa pod¨ªa haber ido peor. Incluso la Bolsa, que siempre digiere mal la incertidumbre, se ha comportado de acuerdo con esa idea. En la ¨²ltima semana, las cotizaciones de las tres grandes el¨¦ctricas no se han comportado de forma negativa. Los mercados, aseguran en las empresas, no han reaccionado de forma negativa a la seudorreforma aprobada por el Ejecutivo. Todo pudo ser peor.
Un representante del sector fotovoltaico que pide anonimato admite que sus asociados habr¨ªan aceptado incluso tasas superiores al 6% aprobado por el Consejo de Ministros siempre que el Gobierno hubiera flexibilizado el recorte previo a las primas aplicado en 2010 por el Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero (30% en tres a?os).
Entre las empresas tradicionales, m¨¢s acostumbradas a no dar ninguna ventaja al regulador, es m¨¢s dif¨ªcil encontrar a alguien que reconozca abiertamente que el Gobierno pod¨ªa haber ido m¨¢s lejos. Pero para eso est¨¢n los analistas. Los de Nomura, por ejemplo, s¨ª han se?alado en sus informes que el mercado tem¨ªa algo peor. Por cierto, Nomura apunta sin ambages lo que temen y han advertido pr¨¢cticamente todas las asociaciones de consumidores: que quien pagar¨¢ finalmente la bater¨ªa fiscal aprobada ser¨¢ el consumidor de a pie. Los expertos dan por hecho que el nuevo impuesto general del 6% ser¨¢ trasladado por parte de los productores a los consumidores finales, aunque la repercusi¨®n puede que no sea instant¨¢nea.
Sobrecostes y menos competitividad
La conclusi¨®n de los analistas es facilona porque todo el mundo lo admite. La patronal gasista, Sedigas, ha dejado claro lo que va a suceder. Desde la asociaci¨®n se ha advertido de que ¡°una tasa de 2,79 c¨¦ntimos por metro c¨²bico penalizar¨¢ la competitividad de la industria con un incremento del coste del gas de un 7%. Tampoco favorecer¨¢ a la econom¨ªa dom¨¦stica, que deber¨¢ asumir ese mismo 7% junto con una importante alza en los precios al consumo repercutidos por el incremento del coste de la energ¨ªa¡±. Se puede decir m¨¢s alto, pero no m¨¢s claro. O quiz¨¢ s¨ª. La Asociaci¨®n de Empresas con Gran Consumo de Energ¨ªa (AEG), que agrupa a empresas que concentran un 12% del consumo el¨¦ctrico global, ha asegurado en una nota que las medidas de Industria van a provocar ¡°un importante sobrecoste¡± que ser¨¢ repercutido directamente sobre el consumidor industrial, lo que conducir¨ªa a la ¡°definitiva p¨¦rdida de competitividad de la gran industria¡±.
Una vez m¨¢s, la revisi¨®n profunda del sistema queda para ma?ana
La cuesti¨®n es relativamente sencilla. Pese a que el ministro Jos¨¦ Manuel Soria se apresur¨® a se?alar que los nuevos impuestos no tienen por qu¨¦ afectar al bolsillo de los usuarios, lo cierto es que no hay nada que impida a las empresas hacerlo. La consecuencia es obvia. Tambi¨¦n lo creen en la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE). La ¨²nica duda all¨ª es qu¨¦ porcentaje de subida se trasladar¨¢ al consumidor: ¡°La totalidad, probablemente, no¡±, se?alaba esta semana un consejero.
Todas las c¨¢balas tienen lugar adem¨¢s cuando el Gobierno tiene que decidir qu¨¦ suceder¨¢ con las tarifas de ¨²ltimo recurso (TUR) que pagan 20 millones de usuarios en el ¨²ltimo trimestre del a?o. Soria ha adelantado que la parte regulada de las TUR (los llamados peajes de acceso), que suponen la mitad del recibo, no van a variar. Todo depende, por tanto, de la subasta de energ¨ªa (Cesur) que se celebra el pr¨®ximo martes.
Los precios han estado muy vol¨¢tiles, sostienen los especialistas, y con ocasi¨®n de la anunciada reforma han comenzado a moverse. Pero nada apunta a que haya subidas significativas en los precios. Otra cosa ser¨¢ a partir del mes de enero. Porque con el proyecto de ley aprobado se achica agua de un sistema agrietado, pero no se resuelve el problema. Consecuencia: una vez m¨¢s, lo importante ¡ªuna revisi¨®n profunda del funcionamiento del sistema¡ª queda pendiente. Para ma?ana.
Fundaci¨®n Renovables / En unos meses, vuelta a empezar
La Fundaci¨®n Renovables (movimiento ciudadano que aboga por el cambio de modelo energ¨¦tico) cree que el proyecto de ley, si no se modifica en su tramitaci¨®n, no servir¨¢ para solucionar los problemas del sistema el¨¦ctrico y mucho menos los del conjunto del sector energ¨¦tico. La Fundaci¨®n augura que en unos meses se plantear¨¢ de nuevo la necesidad de abordarlos, y con m¨¢s urgencia.
El texto aprobado por el Gobierno, sostiene, solo tiene un af¨¢n recaudatorio, no aborda temas esenciales del sector energ¨¦tico como la formaci¨®n de precios en el sistema el¨¦ctrico y no contiene medidas contundentes de eficiencia, de reducci¨®n de consumo de combustibles f¨®siles y de emisiones, que son los verdaderos problemas de la energ¨ªa en el pa¨ªs.
Inversores fotovoltaicos / Atrapados entre dos recortes
¡°Estamos atrapados¡±. Lo dice el presidente de la Asociaci¨®n de Productores e Inversores de Energ¨ªas Renovables (Anpier), Miguel Mart¨ªnez-Aroca, que asegura representar a 4.000 peque?os inversores en instalaciones fotovoltaicas. Anpier, que no se ha integrado en la plataforma com¨²n fotovoltaica UNEF (agrupa tambi¨¦n a empresas instaladoras y grandes empresas e inversores), comparte con esta asociaci¨®n una petici¨®n al ministro Soria: que no solape en 2013 el recorte del 30% en las primas que aprob¨® en 2010 el Gobierno socialista para cortar la gran burbuja fotovoltaica con la tasa del 6% reci¨¦n aprobada. Pese a todo, en el sector fotovoltaico se admite que la presi¨®n de grandes inversores y fondos internacionales ha evitado males mayores.
Productores de papel / Amenaza de deslocalizaciones
El sector papelero, gran consumidor energ¨¦tico y a la vez productor mediante sistemas de cogeneraci¨®n de electricidad, ha advertido de que el c¨¦ntimo verde al gas ¡ªlos 2,79 c¨¦ntimos por metro c¨²bico¡ª y el 6% a pagar por producci¨®n de electricidad tendr¨¢n ¡°un efecto de deslocalizaci¨®n en unos de los sectores industriales que mejor estaban respondiendo a la crisis¡±. Con 17.200 empleos directos, el sector sostiene que la reforma energ¨¦tica planteada dificultar¨¢ el acceso de estas empresas a los mercados internacionales. Las empresas agrupadas en Aspapel utilizan para su producci¨®n gas (63%) y biomasa, y han apostado por la cogeneraci¨®n el¨¦ctrica y la exportaci¨®n para apuntalar su actividad en un momento de crisis econ¨®mica.
La exigencia patronal / Cambios en el sistema de primas
Las grandes empresas el¨¦ctricas y la patronal que las agrupa, Unesa, mantienen como una de sus m¨¢s importantes peticiones que las primas que reciben las renovables se paguen v¨ªa Presupuestos Generales del Estado y no mediante las tarifas, como ahora sucede. Pues bien, el proyecto de ley reci¨¦n aprobado abre la v¨ªa a esa posibilidad. La disposici¨®n adicional segunda se?ala que ¡°los ingresos obtenidos en aplicaci¨®n de la presente ley se destinar¨¢n a financiar determinadas costes del sistema el¨¦ctrico¡±. (...) ¡°Las partidas concretas¡±, prosigue, ¡°ser¨¢n establecidas en la Ley de Presupuestos Generales del Estado y ser¨¢n tenidas en cuenta en las disposiciones que se dicten para el establecimiento de los peajes de acceso¡±. ?V¨ªa libre al cambio?
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