James Burke, un ejemplo de liderazgo empresarial
Presidi¨® Johnson & Johnson durante el periodo m¨¢s dif¨ªcil de la compa?¨ªa
Los ejecutivos de cualquier empresa, grande o peque?a, muestran su talla como gestores y capacidad de liderazgo cuando las cosas se tuercen. Y es precisamente lo que pas¨® con James Burke cuando estuvo al frente del conglomerado de la salud Johnson & Johnson. Le toc¨® lidiar con una situaci¨®n de p¨¢nico generalizado entre los consumidores por el sabotaje del Tylenol.
Burke, fallecido el pasado viernes a los 87 a?os de edad tras una larga enfermedad, fue consejero delegado de J&J entre 1976 y 1989. Su perfil oficial dice que introdujo a la compa?¨ªa de Nueva Jersey en nuevas ¨¢reas del negocio de la salud, con productos como las lentes de contacto o para la diabetes. Adem¨¢s, bajo su mandato inici¨® las primeras operaciones en China.
Nadie pone en duda que Jim Burke fue uno de los grandes l¨ªderes en la historia empresarial estadounidense. La revista Fortune le nombr¨® hace nueve a?os como uno de los 10 mejores consejeros delegados de la Am¨¦rica Corporativa. Y como dice Alex Gorsky, el reci¨¦n asignado jefe de J&J, fue una persona que inspir¨® a mucha gente dentro y fuera de la sociedad.
James Burke naci¨® en Rutland (Vermont). Su padre vend¨ªa seguros. No fue el ¨²nico en su familia que lleg¨® a lo m¨¢s alto. El nombre de su hermano Daniel se asocia con una de las mayores compa?¨ªas de medios de EE UU y el hijo de este, Stephen, es desde enero el consejero delegado de NBC Universal tras ser absorvida por Comcast. Su hermana Phillys fue ejecutiva de Avon.
El reconocido gestor empez¨® a trabajar para J&J en 1953, como director de producto en una de sus filiales. Llevada seis a?os al frente de la firma de New Brunswick cuando siete personas murieron por envenenamiento en Chicago tras ingerir c¨¢psulas de Tylenol, el analg¨¦sico m¨¢s vendido. El consejero delegado reaccion¨® de forma decidida, retirando el producto del mercado y modificando el empaquetado del mismo.
Su respuesta a la crisis es ahora un ejemplo de estudio en las escuelas de negocios m¨¢s prestigiosas del pa¨ªs como Harvard, donde estudi¨®. Los que recuerdan el evento tres d¨¦cadas despu¨¦s, destacan de Burke que fuera siempre con la verdad por delante, una cualidad que suele escasear en el mundo de los negocios y donde los incidentes se suele quedar en una mera disculpa.
El reto era enorme, si se piensa que el Tylenol representaba en la ¨¦poca una quinta parte de los ingresos de la compa?¨ªa. El crimen de las c¨¢psulas envenenadas no fue resuelto. Ahora se piensa que el sabotaje tuvo que suceder en alg¨²n punto de la cadena comercial, no en la producci¨®n del medicamento. Burke salv¨® la marca que se asocia con la primera crisis del consumo moderna.
Y cuando la imagen del tratamiento estaba recuperada y las ventas volvieron a su nivel previo a la crisis, Burke tuvo que lidiar de nuevo con otro caso de envenenamiento, este en 1986 en Nueva York. El ejecutivo, a quien seguramente ayud¨® su experiencia pr¨¢ctica en el campo del marketing, dec¨ªa que la clave fue preservar la confianza del consumidor.
Durante su mandato, J&J triplic¨® los ingresos y multiplic¨® por cinco el beneficio. Tras jubilarse se puso al frente de la organizaci¨®n por una Am¨¦rica sin drogas, fundada por la asociaci¨®n de anunciantes en EE UU. Por su trabajo tanto en el mundo de la empresa como en social. fue reconocido en 2000 por Bill Clinton con la medalla presidencial de la Libertad, la m¨¢xima distinci¨®n que se concede en EE UU a un civil.
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