La crisis bancaria nos cuesta tres facturas
?Es bueno el banco malo dibujado ayer por Luis de Guindos? Empecemos por lo menor. Hay cuatro detalles que pueden chirriar.
Uno, la exclusi¨®n del menudeo, pisos y cr¨¦ditos de precio inferior a 100.000 / 250.000 euros netos, puede ser peligrosa, por abultada: la autoridad deber¨ªa decir qu¨¦ porci¨®n suponen de lo da?ado.
Dos, de mayor calado: se asegura que la fijaci¨®n de los precios de venta de los inmuebles de la banca traspasados al banco malo o Sociedad de Gesti¨®n de Activos (SGA) estar¨¢ ¡°ligado al valor econ¨®mico real de los activos¡±. La formaci¨®n de precios es siempre ardua cuesti¨®n; m¨¢s aun en este mercado tan atribulado. Si del banco malo salen luego caros, la operaci¨®n de sanear fracasa. Si salen demasiado baratos, puede malear a¨²n m¨¢s los otros inmuebles y cr¨¦ditos hoy sanos.
Pagaremos por la ayuda pasada, por el ¡°banco malo¡± y por el rescate
Tres, ?c¨®mo rebatir ahora a las promotoras e inmobiliarias en su queja contra el trato preferencial a la banca (casi la mitad de la SGA la financiar¨¢ el FROB, el Estado) cuando adolecen de similares problemas? Ya se sabe que la banca al cabo es sist¨¦mica, pero...
Cuatro, el banco malo llega con retraso, respecto a la primera reforma financiera de febrero. Nada tr¨¢gico, eso puede recuperarse, y crearlo en el plazo pactado con la UE, hasta diciembre. Lo preocupante es que el retraso denota que fue resultado de la negociaci¨®n para el rescate bancario de julio, y no iniciativa del Gobierno, ni de la gran banca ¡ªque deber¨¢ financiar la mitad larga del instrumento¡ª, que recelan de ¨¦l. Un recelo de pastoso augurio.
En cualquier caso, con esta nueva pieza en el tablero, ya puede otearse la cuesti¨®n mayor, si los objetivos de las reformas financieras de 2012 cumplir¨¢n sus objetivos. Tambi¨¦n eran cuatro:
1.- Sanear el sistema financiero. Parece que esta vez se toca ya suelo. La limpieza de activos dudosos debiera ser impecable, a no ser que las entidades contin¨²en con atajos como el de la refinanciaci¨®n de cr¨¦ditos morosos ocultando la incapacidad de impago de sus deudores. Asevera el Banco de Espa?a que lo vigilar¨¢.
La reforma sanea a la banca pero no aumenta, por s¨ª sola, el cr¨¦dito
2.- Dinamizar el mercado de la vivienda. Entre las provisiones hechas y las nuevas rebajas de precio que traer¨¢ el nuevo banco malo, puede suceder, pues hay demanda, aunque sea d¨¦bil, pero no a los precios a los que se oferta.
3.- Estimular la concesi¨®n de cr¨¦dito. Esta reforma ser¨¢ una condici¨®n necesaria para eliminar una causa del estrangulamiento crediticio. Pero no es suficiente, porque la principal es el exceso de endeudamiento de familias y empresas: hasta que no se reduzca, no surgir¨¢ nueva demanda solvente.
4.- Coste cero para el contribuyente. Lo m¨¢s probable es lo contrario: que el coste sea muy alto. El sector p¨²blico pagar¨¢ una triple factura: por el banco malo, por los costes ya incurridos, por el rescate bancario desde la UE.
No sabemos a¨²n cu¨¢ntos cr¨¦ditos da?ados ir¨¢n al banco malo. Alguna estimaci¨®n apunta que totalizar¨¢n unos 80.000 millones. La experiencia pasada (UVI bancaria...) demuestra que, a¨²n con largos plazos, solo se recupera una parte de la inversi¨®n p¨²blica. Y ahora el riesgo p¨²blico espa?ol tiene aqu¨ª varias vertientes: aporta el 45% del capital del banco malo a trav¨¦s del FROB; el Estado garantiza el 100%; y el BCE, en cuyo capital Espa?a supone en torno a un 8%, admite la deuda emitida por la SGA como ¡°colateral¡± (prenda, garant¨ªa).
A esta partida de dif¨ªcil estimaci¨®n, se le suma otra: los cerca de 20.000 millones ya vencidos, pr¨¢cticamente irrecuperables, otorgados sobre todo a las cajas a trav¨¦s del FROB. De ellos, el sector bancario solo aport¨® unos 5.000 millones. El resto, ustedes, queridos lectores.
Y al total se le a?ade el importe del coste del rescate europeo. Como engrosar¨¢ la deuda espa?ola ¡ªhasta que no pueda ir directamente a la banca, lo que obstaculizan Alemania, Finlandia y Holanda¡ª, ser¨¢ tirando por lo bajo el coste de financiar 40.000 millones del rescate, a un tipo medio del 5%, 2.000 millones anuales.
La cuant¨ªa final depender¨¢ de la rapidez de las ventas de los pisos, de la coyuntura, del formato final del rescate europeo... Lo que es seguro es que, contra lo prometido, el contribuyente pagar¨¢ de su bolsillo buena parte de la crisis de la banca. ?No deber¨ªa ¨¦sta aumentar su contribuci¨®n, por ejemplo a trav¨¦s del Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos? En concepto, digamos, de autoayuda del sector.
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