Unas cuentas para enmendar
Los Presupuestos nacen lastrados por las dudas en ingresos, pensiones y paro
Comparar la realidad y los Presupuestos espa?oles para 2013, cuando ni siquiera se han aprobado en el Parlamento, se parece al juego de las siete diferencias. Reducirlas a cero no va a ser f¨¢cil. Precisar¨¢ de unas previsiones robustas, lo m¨¢s pr¨®ximas posible a lo que va a suceder. Pero el Gobierno se aferra a unos pron¨®sticos que la realidad ¡ªy las revisiones posteriores de organismos internacionales y analistas privados¡ª han dejado viejos (y muy optimistas) en apenas dos meses.
Adem¨¢s, la cosa se complica cuando se estudian los n¨²meros presentados hace apenas ocho d¨ªas y se descubre que parten de las cuentas p¨²blicas de 2012, que fueron enmendadas apenas una semana despu¨¦s de recibir el visto bueno parlamentario.
¡°Los Presupuestos nacen con dos pecados originales¡±, sostiene Jon¨¢s Fern¨¢ndez, director del servicio de estudios de Solchaga&Recio. ¡°Asumen que va a cumplir con el objetivo de d¨¦ficit en 2012, y se basa en un cuadro macroecon¨®mico muy optimista¡±. Otros expertos consideran que ¡°la previsi¨®n de ingresos para 2013 parte de unos supuestos de recaudaci¨®n de este a?o que son de dif¨ªcil cumplimiento¡±, como apunta Francisco de la Torre, de la Organizaci¨®n de Inspectores de Hacienda (IHE).
Sea como fuere, lo cierto es que la Administraci¨®n General del Estado comienza a dar s¨ªntomas de raquitismo. Apenas hay hueco donde meter la tijera sin el riesgo de tocar el hueso de las pensiones y las prestaciones por desempleo.
A esto se suma que la flojera de la econom¨ªa merma los ingresos por impuestos, los jibariza.
En esta paradoja se inscriben los Presupuestos para 2013 que inician el debate en el Congreso con la probabilidad de que sean enmendados a fondo durante el proceso. Las partidas que m¨¢s incertidumbre arrojan y con m¨¢s papeletas parar sufrir cambios en su tramitaci¨®n a lo largo del pr¨®ximo a?o son las siguientes:
La subida fiscal no ser¨¢ suficiente
¡°Claramente la crisis fiscal en Espa?a es una crisis de ingresos¡±, sostiene Jos¨¦ Ignacio Conde-Ruiz, subdirector de Fedea. ¡°En la mayor¨ªa de los pa¨ªses se ha mantenido la presi¨®n fiscal durante la crisis, pero en Espa?a ha ca¨ªdo un 6% del PIB¡±. Este profesor de Econom¨ªa en la Universidad Complutense a?ade: ¡°Los ingresos han ca¨ªdo del 41% del PIB al 35%. Eso indica que el sistema recaudatorio no funciona y requiere una reforma en profundidad¡±.
Por el efecto que la crisis tiene sobre los ingresos, otros expertos dudan de que se vayan a lograr los objetivos de recaudaci¨®n de 2012. Y si ese punto de partida falla, cumplir lo de 2013 se vuelve complicado.
Precisamente esa fue una de las cr¨ªticas m¨¢s aceradas que lanz¨® al Gobierno Pedro Saura, portavoz socialista de asuntos de Hacienda en el Congreso: ¡°Hay un desfase de casi 14.000 millones entre lo que el Gobierno dice que va a recaudar este a?o y lo que realmente va a hacer¡±. Saura, doctor y profesor de Econom¨ªa por la universidad de Murcia, considera que la subida de los tipos del IVA y los cambios en el Impuesto de Sociedades no ser¨¢n suficientes para compensar el desfase.
En una l¨ªnea parecida est¨¢ Francisco de la Torre, del IHE, que explica que la ejecuci¨®n presupuestaria hasta agosto est¨¢ unos 5.000 millones por debajo de la de 2011. Si, adem¨¢s, el Gobierno estima que este a?o se ingresar¨¢n 7.000 millones m¨¢s, se deduce que las arcas p¨²blicas tendr¨¢n que recaudar 12.000 millones adicionales en el ¨²ltimo trimestre.
Este inspector fiscal considera que los ¨²ltimos cambios tributarios aprobados por el Ejecutivo no desplegar¨¢n todo el efecto esperado. El m¨¢s importante de los que acompa?an a los Presupuestos es la limitaci¨®n de la libertad de amortizaci¨®n para las grandes empresas. ¡°Aunque pueda suponer m¨¢s recaudaci¨®n, perjudica las inversiones de estas empresas¡±. Esta medida y otras para anticipar el cobro de impuestos (pagos fraccionados) supone adelantar el pago a las empresas que no andan bien de liquidez por lo que podr¨ªan aumentar las devoluciones y aplazamientos y mermar la recaudaci¨®n.
Las exportaciones, la ¨²nica partida del PIB que crece, son las que menos impuestos dejan en las arcas p¨²blicas. Cada vez m¨¢s, las grandes empresas pagan sus impuestos en el exterior.
A estos argumentos se a?ade que la confianza de los consumidores est¨¢ en el m¨ªnimo hist¨®rico, lo que condiciona la evoluci¨®n del IVA, el impuesto que m¨¢s debe crecer en 2013. El Ministerio de Hacienda se agarra a la idea de que sus medidas dar¨¢n resultado y que las reformas estructurales emprendidas activar¨¢n la econom¨ªa lo suficiente para mantener su previsi¨®n de ingresos.
Pensiones: Un mal punto de partida
Las cuentas de la Seguridad Social nacen con un pecado original y una duda, si se revisar¨¢n las pensiones de acuerdo con la evoluci¨®n de los precios. Los presupuestos se han calculado a partir de los de 2012, unas cuentas completamente fallidas, tanto por los gastos como por los ingresos.
En lo que va de a?o, el gasto en pensiones contributivas ¡ªla partida que consume casi el 90% de los recursos del sistema de pensiones¡ª crece a un ritmo del 4,4%. Los presupuestos de 2012 avanzaban un aumento del 2,9%. Esto puede suponer que en diciembre, el desembolso total se acerque a los 104.000 millones de euros, y no a los 102.000 que anticip¨® el Ministerio de Hacienda. Esos 2.000 millones de diferencia descabalgan los c¨¢lculos que ha presentado el Gobierno para 2013.
Saber cu¨¢nto va a crecer el gasto en pensiones contributivas de un a?o a otro es sencillo. En la calculadora se introducen tres variables: n¨²mero de pensionistas, pensi¨®n media e incremento decretado por el Gobierno (el 1%). El resultado de la ecuaci¨®n en 2013 es el 4,3%. ¡°Ese porcentaje se acerca a la realidad¡±, admite Miguel ?ngel Garc¨ªa, director del gabinete econ¨®mico de CC OO, ¡°pero no se calcula sobre lo que se va a gastar este a?o, sino sobre lo presupuestado¡±. Esto le lleva a pensar que el a?o que viene, las pensiones costar¨¢n casi 108.000 millones y no 106.350.
Para ahorrar, el Gobierno ha anunciado m¨¢s reformas en el sistema (jubilaci¨®n parcial y anticipada), pero en opini¨®n de Garc¨ªa no ser¨ªa suficiente. ¡°Esto no se puede corregir r¨¢pidamente, salvo que los cambios entren en vigor inmediatamente¡±, afirma.
Tampoco conf¨ªa en que se cumplan las previsiones Javier D¨ªaz-Gim¨¦nez, profesor de Econom¨ªa en el IESE. Y eso partiendo de que ¨¦l descarta completamente que el Gobierno vaya a actualizar las pensiones de acuerdo con el IPC de noviembre. ¡°Bruselas no les va a dejar¡±, asevera contundente. Revisar las pensiones el mes que viene y consolidar la p¨¦rdida de poder adquisitivo de los pensionistas en 2012 a?adir¨ªa encarecer¨ªa la factura. ?Cu¨¢nto? Si se hiciera como siempre, en torno a 2.500 millones anuales.
Tambi¨¦n el lado de los ingresos presenta ser¨ªas dudas. El Ejecutivo ha hecho un esfuerzo al asumir definitivamente todos aquellos gastos de la Seguridad Social que no tienen que ver con las cotizaciones sociales (pensiones no contributivas, complementos a m¨ªnimos, deuda atrasadas¡), en total m¨¢s de 15.000 millones, un 75% m¨¢s que el a?o anterior. Pero el mercado laboral va a seguir deterior¨¢ndose en 2013. Esto, probablemente, har¨¢ insuficiente el esfuerzo gubernamental y llevar¨¢ a que no se cumpla la previsi¨®n de que cuadren las cuentas perfectamente.
Calcula la Seguridad Social que los ingresos por cotizaciones (105.863 millones) apenas bajar¨¢n un 0,4%. Sorprende que lo haga, cuando en 2013 continuar¨¢ cayendo el empleo y a¨²n m¨¢s que espere que crezcan las cuotas sociales de los ocupados.
Tal vez las previsiones macroecon¨®micas del Gobierno sirvan para justificar estos n¨²meros. Espera una ca¨ªda del empleo del 0,5% y un aumento de los salarios del 1,5%. Pero lo cierto es que, por dif¨ªcil que pueda parecer, tambi¨¦n estos pron¨®sticos parecen, tristemente, muy optimistas.
Adem¨¢s, como en el caso del gasto en pensiones contributivas, los ingresos tambi¨¦n pecan: la ca¨ªda se calcula partiendo del presupuesto de 2012. Hasta el pasado agosto, la ca¨ªda de ingresos por cotizaciones era del 2,6%. Si se mantiene este ritmo, los ingresos reales de la Seguridad Social ser¨¢n de 102.500 millones y en 2013, respetando la previsi¨®n del Gobierno quedar¨ªa, por tanto, en unos 102.000.
Recortes frente a aumento del paro
El Gobierno meti¨® la tijera en el seguro contra el desempleo el pasado julio. Conf¨ªa en ¨¦l para embridar de una vez una de las partidas que m¨¢s ha crecido desde que comenz¨® la crisis. Para este a?o, Hacienda confiaba en que el gasto cayera por primera vez desde que comenz¨® la crisis. Pero la realidad ¡ªll¨¢mese recesi¨®n¡ª ha dado al traste con esa previsi¨®n. Hasta agosto, el gasto crec¨ªa un 5,7%. De seguir as¨ª, a final de a?o las prestaciones supondr¨¢n unos 31.000 millones de euros, aunque la factura podr¨ªa bajar si, como es previsible, bastantes parados agotan sus derechos en estos meses.
Sea como sea, 2012 acabar¨¢ con un gasto muy por encima de lo presupuestado. Por lo que para que se cumpliera lo que ha pronosticado el Gobierno, casi 27.000 millones, la ca¨ªda del gasto contra el desempleo deber¨ªa ser mucho mayor del previsto (unos 1.500 millones).
Esa ca¨ªda de gastos no ser¨ªa posible sin el endurecimiento de las condiciones para acceder a cobrar el seguro de desempleo que el Ejecutivo decret¨® en verano. Esto lleva a Garc¨ªa, de CC OO, a ser prudente en sus c¨¢lculos ya que no sabe cual ser¨¢ el impacto de las medidas restrictivas sobre la renta activa de inserci¨®n, gasto que los presupuestos esperan que meng¨¹e en un 27%.
Los intereses estrechan el margen de maniobra
Cuando una administraci¨®n tiene que destinar casi lo mismo en pagar la carga de la deuda (38.590 millones) que en todos los ministerios (39.722 millones) o m¨¢s que para pagar la n¨®mina de todo su personal (33.289 millones) le queda poco margen para actuar. El cap¨ªtulo de intereses, el segundo m¨¢s importante de las cuentas tras las pensiones, es uno de los que menos incertidumbres arroja.
El ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, explic¨® la semana pasada que los obesos intereses tienen m¨¢s que ver con el volumen de la deuda que con los altos tipos que paga el Tesoro por sus emisiones. La deuda p¨²blica del Estado alcanzar¨¢ en 2013 el 90,5% del PIB ¡ªincluido el rescate a la banca¡ª, cuando hace solo cinco a?os estaba en el 37%. La ¨²nica duda sobre su cumplimiento est¨¢ en un cambio en la estrategia de emisiones de bonos del Gobierno. Es decir, que subaste m¨¢s deuda a corto plazo para aprovechar su menor coste y las ventajas que promete el BCE.
¡°No obstante, si el gasto en intereses fuera el mismo que en 2012, los gastos no financieros consolidados solo caer¨ªan un 1% en vez de aumentar un 2,2%, lo que indica que, excluyendo el coste por intereses, los presupuestos no son tan restrictivos como el Gobierno quiere hacer ver¡±, apuntan Jos¨¦ Ignacio Conde-Ruiz y Juan Rubio Ram¨ªrez en el blog Nada es gratis de Fedea.
La inversi¨®n queda bajo m¨ªnimos
Uno de las r¨²bricas de las cuentas p¨²blicas que m¨¢s ha encogido al calor de la crisis son las inversiones. El cap¨ªtulo de inversiones reales y transferencias de capital ha menguado un 56% desde 2008. La amputaci¨®n para 2013 dejar¨¢ esta partida en 10.500 millones, un 15,6% menos que este a?o. ¡°Pronto llegar¨¢ el momento en que no se cubra ni la depreciaci¨®n del capital p¨²blico, lo que conllevar¨¢ un efecto sobre la calidad y el funcionamiento de los servicios p¨²blicos¡±, reflexionan Conde-Ruiz y Rubio-Ram¨ªrez. Es decir, que las inversiones son tan pocas que ponen en riesgo el buen estado de las infraestructuras p¨²blicas.
El ferrocarril se lleva el peor bocado en los Presupuestos para 2013, con un recorte del 26%. Tambi¨¦n habr¨¢ menos dinero para nuevas carreteras o para aeropuertos.
Contenci¨®n en los gastos de personal
A pesar de que los funcionarios y empleados p¨²blicos han perdido cerca de un 25% de poder adquisitivo durante la crisis, de que cada vez hay menos interinos y eventuales, el gasto de personal crecer¨¢ un 0,4% en 2013 por el alza de las clases pasivas ¡ªlas pensiones de los funcionarios¡ª. Por eso Jon¨¢s Fern¨¢ndez se muestra pesimista y augura nuevos recortes: ¡°Creo que los empleados p¨²blicos no cobrar¨¢n alguna de sus pagas extras en 2013¡±, lamenta.
Este experto al igual que los otros consultados para elaborar esta informaci¨®n consideran que el proyecto de Presupuestos de 2013 presenta muchas inc¨®gnitas en un momento en que el pa¨ªs necesita certidumbres. Apuntan a las pensiones, el paro y los ingresos como las partidas que pueden lastrar estas cuentas.
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