Condena de 21 millones a PwC por una auditor¨ªa defectuosa a Torras
La firma ocult¨® datos que habr¨ªan evitado operaciones irregulares de De la Rosa
El Tribunal Supremo ha condenado a PricewaterhouseCoopers (PwC) a pagar m¨¢s de 20 millones al Grupo Torras por una auditor¨ªa defectuosa que no reflej¨® con fidelidad las cuentas de la sociedad. La auditor¨ªa data de 1990, cuando el grupo estaba en manos del empresario Javier de la Rosa, condenado en diversos casos de corrupci¨®n. Seg¨²n el tribunal, la auditora (entonces, Coopers & Lybrand) pint¨® un panorama optimista y alejado de la realidad financiera. Los socios ¡°dieron por buena¡± esa informaci¨®n, lo que les impidi¨® ¡°reaccionar contra sus administradores¡±.
En 1992, los antiguos responsables de Torras, con De la Rosa a la cabeza, presentaron su dimisi¨®n. Aflor¨® entonces un d¨¦ficit estratosf¨¦rico: m¨¢s de 900 millones. Unos meses despu¨¦s, los nuevos gestores solicitaron la suspensi¨®n de pagos. En su demanda, la empresa considera que podr¨ªa haberse acogido antes a esa medida de haber tenido una auditor¨ªa fiable. El Instituto de Contabilidad y Auditor¨ªa de Cuentas concluy¨® que PwC omiti¨® datos clave: operaciones de aumento de capital, incumplimientos de la normativa mercantil o gastos de retribuci¨®n de los directivos, entre otros.
Con el reproche y la sanci¨®n de ese instituto en la mano, en 2006 Torras abri¨® la v¨ªa judicial y reclam¨® el pago de 89,5 millones como indemnizaci¨®n por da?os y perjuicios. Un juzgado de primera instancia de Barcelona admiti¨® en parte la demanda y conden¨® a PwC a pagar 15,8 millones y unos intereses que suman m¨¢s de cinco millones. Aquella sentencia concluy¨® que, una vez presentada la auditor¨ªa, el empresario catal¨¢n y los suyos efectuaron desembolsos ¡°de nula racionalidad econ¨®mica¡± que supusieron un ¡°evidente quebranto¡± para el grupo.
Entre las operaciones irregulares que deben ser compensadas figura la ¡°venta de activos por un valor muy superior al de mercado¡± o el pago de facturas que ¡°no obedecen a servicios efectivamente prestados¡±. Tambi¨¦n se incluye el pr¨¦stamo a una empresa propiedad de Torras para comprar unos terrenos en Sant Sadurn¨ª d¡¯Anoia. Esos terrenos fueron recomprados m¨¢s tarde a un precio distinto.
Sentencias contradictorias
El juez de primera instancia concluy¨® que la auditora cometi¨® una acci¨®n ¡°injusta¡± e incumpli¨® su contrato al presentar una auditor¨ªa ¡°defectuosa¡±. Y subraya que, aunque no hubo intencionalidad, s¨ª hubo una ¡°conducta negligente¡± que caus¨® un ¡°da?o indudable¡± en el patrimonio de Torras. Al aparentar una situaci¨®n econ¨®mica m¨¢s favorable de la real, los socios no pudieron tomar las decisiones oportunas e impedir que el equipo de De la Rosa siguiera con sus desmanes. Hay, por tanto, un ¡°nexo causal¡±.
La Audiencia de Madrid admiti¨® los hechos, pero lleg¨® a la conclusi¨®n opuesta: no hay relaci¨®n de causa-efecto, por lo que imputar a los auditores ¡°la actuaci¨®n de unos gestores que han sido condenados¡± es ir ¡°demasiado lejos¡±. Los magistrados alud¨ªan a la sentencia de la Audiencia Nacional que, en 2006, conden¨® a De la Rosa a cinco a?os de c¨¢rcel por apropiarse indebidamente de 375 millones de euros del grupo Torras, filial espa?ola del grupo inversor kuwait¨ª KIO.
El Supremo ha anulado la sentencia que exoneraba a PwC y ha confirmado la de primera instancia. Pero matiza que del importe deber¨¢n restarse ¡°los pagos ya realizados¡± por administradores condenados. Consultada por este diario, la oficina de Baker&McKenzie en Barcelona, que representa a Torras, rehus¨® hacer comentarios. PwC recurrir¨¢ la sentencia. Fuentes de la auditora matizaron que esta fue ¡°la primera entidad que detect¨® y denunci¨® los problemas de Torras¡±.
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