?Y si el rescate no fuera suficiente?
El jefe de estrategia de Lombard Odier augura una quita de la deuda espa?ola
Por lo pesimista de sus previsiones, podr¨ªa ser una versi¨®n europea del doctor Cat¨¢strofe, como se conoce al economista Nouriel Roubini. Hasta el momento sus peores augurios sobre esta crisis siempre se han cumplido y eso es lo malo porque el jefe de estrategia de inversi¨®n de Lombard Odier, Paul Marson (Reino Unido, 1966), considera que no solo es una cuesti¨®n ¡°de aritm¨¦tica¡± que Espa?a pida el rescate financiero sino que ser¨¢ necesaria una ¡°reestructuraci¨®n¡±, met¨¢fora financiera para aludir auna quita de la deuda p¨²blica al estilo de la que Grecia aprob¨® hace unos meses. No ve otra salida si Espa?a quiere poner fin a la crisis. Pero lo primero es el rescate.
¡°Es una especie de juego del rat¨®n y el gato entre el gobierno espa?ol y los mercados¡±, asegura, pero ¡°habr¨¢ rescate porque es una necesidad fundamental dado el nivel de endeudamiento de la econom¨ªa espa?ola¡±. ¡°La aritm¨¦tica es muy sencilla e implacable¡±, explica Marson: cuando el crecimiento de una econom¨ªa es inferior al coste de su financiaci¨®n, necesita un super¨¢vit primario [saldo de ingresos y gastos antes del pago de intereses de la deuda]. En sus previsiones m¨¢s optimistas, Espa?a crecer¨¢ todo lo m¨¢s un 1% anual en los pr¨®ximos cinco a?os y necesitar¨ªa al menos un super¨¢vit del 3%-4% para estabilizar el nivel de deuda, algo que, con los datos actuales en la mano, parece imposible de alcanzar.
¡°El problema en Espa?a es que el sector privado est¨¢ obsesionado con el desapalancamiento y no va a reaccionar a unos bajos tipos de inter¨¦s; los est¨ªmulos podr¨ªan funcionar porque el multiplicador fiscal en el caso de Espa?a es muy bajo pero un mayor ajuste no va a funcionar porque la rebaja en el coste de financiaci¨®n que eso provoca no va a reactivar al sector privado. En esas condiciones, Espa?a va a quedar atrapada en tierra de nadie y eso lleva necesariamente a una reestructuraci¨®n de la deuda¡±, asegura.
Otra cosa son los tiempos. El estratega del banco suizo no sabe si la solicitud de rescate se har¨¢ de forma inmediata o ¡°si el gobierno esperar¨¢ a Navidades¡± pero asegura que ¡°por mucho que la ca¨ªda de la prima de riesgo desde el pasado verano haga pensar otra cosa, nadie va a mostrar inter¨¦s por los bonos espa?oles, nadie quiere quedar atrapado un viernes por la noche con deuda espa?ola en su cartera para encontrarse con que el gobierno pide el rescate un s¨¢bado por la ma?ana y ¨¦sta se desploma¡±.
Marson cree inaceptable que los bonistas no asuman las p¨¦rdidas
En todo caso, Marson encuentra alguna objeci¨®n al rescate tal y como ha sido dise?ado por las autoridades europeas para Espa?a, la compra de deuda p¨²blica por parte del Banco Central Europeo (BCE). ¡°Seguramente, el gobierno estar¨¢ negociando alg¨²n tipo de objetivo por parte del BCE porque la entidad solo se ha comprometido a hacer lo que sea necesario pero no ha dicho cu¨¢les son los l¨ªmites de esas compras y esa es una diferencia sutil pero muy importante. Creo que los espa?oles querr¨ªan un compromiso concreto por parte del BCE y que las ayudas no se sumaran a su stock de deuda sino que fueran compartidas por los socios europeos a trav¨¦s del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)¡±. Las objeciones expuestas tienen su l¨®gica. Antes de trabajar en Lombard Odier, el economista brit¨¢nico trabaj¨® durante varios a?os en el Banco de Inglaterra y, antes de eso, en Goldman Sachs.
Paul Marson confiesa que all¨¢ donde va en los ¨²ltimos tiempos ¡ª¡±me ha pasado en sendas reuniones en Z¨²rich y en Mosc¨²¡±¡ª, Espa?a es el principal centro de inter¨¦s de los inversores. El estratega desgrana parte de su presentaci¨®n: ¡°la econom¨ªa tiene cosas buenas y cosas malas¡±. Entre estas, que la deuda del sector privado sigue siendo ¡°enorme¡±, casi tanto, a su juicio, como sobrevalorados est¨¢n todav¨ªa los precios de la vivienda, y que la econom¨ªa pr¨¢cticamente carece de crecimiento potencial. Entre las positivas, el proceso de reestructuraci¨®n del sistema financiero y la puesta en marcha del banco malo. Subraya, no obstante, que ¡°los grandes bancos espa?oles son comparativamente bastante estables¡± pero insiste en que el persistente deterioro del sector inmobiliario har¨¢ mella incluso en los balances de las mejores entidades, como el Santander, dice.
Aunque el economista apoya la idea de crear un banco malo, recuerda una m¨¢xima asociada a esta figura: ¡°inevitablemente, alguien tiene que perder dinero¡±. Hasta ahora, recuerda, los ¨²nicos que han perdido dinero han sido los contribuyentes, ya que el Gobierno ha metido al Estado en el capital de las entidades intervenidas, y los accionistas con el desplome ca¨ªda del precio de las participaciones. ¡°Pero el Gobierno se ha negado a que los bonistas, los que poseen deuda de esas entidades y han metido su capital en ellas, asuman p¨¦rdidas. Y eso es inaceptable no hay raz¨®n para que no suceda¡±.
Marson pide algo que parece dif¨ªcilmente asociado a un economista aunque s¨ª a los tiempos de crisis: ¡°hace falta m¨¢s imaginaci¨®n¡±. ¡°No hay problemas de liquidez en Europa, basta ver el dinero que cada d¨ªa dejan los bancos en el BCE. El problema es la falta de coordinaci¨®n entre los responsables europeos para buscar respuestas a la crisis y adoptar medidas que vayan en la misma direcci¨®n. De hecho, la ausencia de problemas de liquidez solo sirve para retrasar la soluci¨®n al problema¡±.
Irlanda y Portugal como precedentes
Aunque con los datos actuales pueda resultar provocadora la idea de una reestructuraci¨®n de la deuda espa?ola, lo cierto es que los precedentes de Irlanda y Portugal, como pa¨ªses sometidos a un programa de ajuste a cambio de un rescate financiero, no ofrece excesivas garant¨ªas de que un plan de ayuda europeo acabe con semejante riesgo.
El rescate no ha puesto fin a los problemas de financiaci¨®n de estos pa¨ªses ni ha logrado estabilizar sus cuentas p¨²blicas. Eso explica que ambos gobiernos sigan con m¨¢xima atenci¨®n la evoluci¨®n de las negociaciones con Espa?a para intentar beneficiarse de las condiciones que, en su d¨ªa, se le impongan.
Irlanda busca que los fondos que ha utilizado para recapitalizar sus bancos no contabilicen como deuda p¨²blica, lo que suceder¨ªa si se aplicaran los acuerdos de la cumbre europea de junio y los fondos del rescate pudieran recapitalizar directamente a los bancos, un extremo en el que Espa?a tambi¨¦n ha demostrado m¨¢ximo inter¨¦s.
En el caso de Portugal, el Gobierno quiere que el pa¨ªs tambi¨¦n pueda acceder al programa de compra de deuda que el BCE ha previsto para Espa?a porque eso aliviar¨ªa sus necesidades de financiaci¨®n y podr¨ªa dedicar parte de los fondos desembolsados por su rescate a programas de est¨ªmulo de su maltrecha econom¨ªa. Francfort, de momento, no se ha pronunciado al respecto.
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