Un libro re¨²ne a "ovejas negras" de la iglesia mexicana como Solalinde o Vera

Escrita por el periodista Emiliano Ruiz Parra, la obra muestra a quienes "ense?an maneras distintas de transformar la realidad", desde las calles y sin hacer "falsas alabanzas" a la constituci¨®n, seg¨²n manifest¨® el autor durante una presentaci¨®n en la que estuvo acompa?ado por varios de sus protagonistas.

El obispo Ra¨²l Vera, conocido defensor de las v¨ªctimas del narcotr¨¢fico y de los ind¨ªgenas en Chiapas, afirm¨® que la mayor responsabilidad en la descomposici¨®n de la sociedad" mexicana, adem¨¢s del Estado, es la Iglesia cat¨®lica, que debe trabajar por la comuni¨®n de los hombres con Dios, pero tambi¨¦n por la comuni¨®n de ¨¦stos entre s¨ª.

Abog¨® por la formaci¨®n de "sujetos" que "cambien la historia" y consider¨® que s¨®lo la sociedad civil puede "exigir, impulsar y participar" en la construcci¨®n de una sociedad democr¨¢tica.

"A quien entiende su trabajo de autoridad como poder, no como servicio, le molestan los sujetos que tienen opini¨®n y quieren colaborar, a nivel pol¨ªtico, en la construcci¨®n de una sociedad justa y, a nivel eclesi¨¢stico, en el reino de Dios", declar¨®.

Manuel Marinero, sacerdote casado y padre de un hijo, tambi¨¦n integrante de la lista de "ovejas negras" escrita por Ruiz Parra, admiti¨® no entender por qu¨¦ la Iglesia obliga al celibato e hizo hincapi¨¦ en que su vocaci¨®n de marido, padre y sacerdote "no se pelean la una con la otra", pues, precis¨®, "en todas hay amor".

Tras agregar que seguir¨¢ siendo cura porque los "espacios de la Iglesia son muchos", reflexion¨® sobre la cantidad de gente que est¨¢ "apartada de la fe", y mencion¨® de forma especial a las mujeres, a quienes se les niega la posibilidad de ser sacerdotes.

Tambi¨¦n estuvo en la presentaci¨®n el padre Alejandro Solalinde, defensor de los derechos de los emigrantes y director del albergue "Hermanos en el Camino", situado en el municipio de Ixtepec, en Oaxaca, en el sur del pa¨ªs, y al que cada d¨ªa acuden unos 200 indocumentados en busca de comida y refugio.

El padre Solalinde lament¨® que la Iglesia haya dejado de ser un instrumento de comunicaci¨®n con Dios para convertirse en "un fin en s¨ª mismo", en una instituci¨®n que sufre de "esclerosis", que tiene "much¨ªsimo miedo", a "ver la vida como es", pues seg¨²n asegur¨®, "es m¨¢s f¨¢cil ver la uniformidad, que la diversidad".

A su juicio, la soluci¨®n pasa por escuchar y obedecer las ense?anzas de Cristo, seg¨²n las cuales, record¨®, "tendr¨ªamos a mujeres participando en la Iglesia, porque era el ap¨®stol de la inclusi¨®n" y habr¨ªa que dejar "los palacios y hacerse del camino".

"La tarea es para nosotros. Quieran a la Iglesia, pero no la acepten como es. Esta Iglesia no es propiedad del Papa, ni de ning¨²n cura, todos estamos bajo el mismo techo, y el ¨²nico due?o es Cristo. Hoy necesitamos cat¨®licos cr¨ªticos", sentenci¨®.