Mittal gana a Par¨ªs la batalla del acero
El millonario angloindio Lakshmi Mittal renuncia a su ERE en el grupo sider¨²rgico pero evita la amenaza de nacionalizaci¨®n del Gobierno franc¨¦s
El ministro franc¨¦s de Recuperaci¨®n Industrial, Arnaud Montebourg, es el quijote de la desglobalizaci¨®n, un miembro del ala izquierdista del Partido Socialista que lucha contra el poder de las multinacionales y la sangr¨ªa de empleos que producen los cierres de f¨¢bricas y las deslocalizaciones. El millonario angloindio Lakshmi Mittal es un camale¨®nico Sans¨®n Carrasco: exmonarca de Calcuta y rey de la City, primera fortuna del Reino Unido y sexta del mundo, es el prototipo del emprendedor global: patr¨®n de 260.000 obreros en 80 pa¨ªses, abstemio, yogui y vegetariano, ha levantado un imperio endeud¨¢ndose hasta las cejas con el banco que mece la cuna del capitalismo mundial, Goldman Sachs.
Estos dos personajes excesivos, que encarnan dos de las caras de la sociedad capitalista posmoderna, han protagonizado esta semana una batalla muy caliente por el futuro de los altos hornos de Florange (norte de Francia), una acer¨ªa que da empleo a 2.600 personas y que es propiedad del l¨ªder mundial del sector, ArcelorMittal. La empresa decidi¨® cerrar dos de los hornos de Florange presentando un expediente de regulaci¨®n de empleo (ERE) que preve¨ªa 630 despidos y aduciendo que la empresa produce m¨¢s de lo que absorbe la demanda europea, debilitada por la ca¨ªda de la construcci¨®n y de las ventas de coches.
El ministro Montebourg acus¨® a la empresa de mentir y chantajear
Montebourg, que desde que fue nombrado por Fran?ois Hollande en mayo pasado intenta evitar cierres y despidos con m¨¢s ah¨ªnco que ¨¦xito (el paro sigue batiendo marcas mes a mes), puso el grito en cielo y record¨® que ArcelorMittal no est¨¢ precisamente en crisis (gan¨® 2.200 millones netos en 2011) y apenas paga impuestos en Francia aprovechando las ventajas de ser una multinacional.
El pulso ha simbolizado la colisi¨®n entre dos modelos que viajan en trenes enfrentados y a velocidades muy distintas: el moribundo estatalismo socialdem¨®crata franc¨¦s, a?orado por Hollande, y el rampante neoliberalismo anglosaj¨®n que arrasa Europa. Montebourg se tom¨® el caso como un reto: amenaz¨® con nacionalizar la empresa, que da empleo a 20.000 personas en Francia, y acus¨® al empresario angloindio de ¡°mentir y chantajear¡± al Estado. ¡°No queremos que Mittal siga en Francia¡±, bram¨® el ministro, mientras la l¨ªder de la patronal gala, Laurence Parisot, censuraba a su compatriota: ¡°Es pura y simplemente escandaloso¡±.
Tras arduas negociaciones y una campa?a medi¨¢tica feroz por las dos partes, el viernes triunf¨® finalmente la paz y el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, sali¨® a escena para anunciar un acuerdo que compromete a ArcelorMittal retirar el ERE y a recolocar a los 630 trabajadores afectados. A cambio, la sider¨²rgica mantiene los dos altos hornos apagados, evita ser nacionalizada y promete invertir 180 millones en cinco a?os para desarrollar acero en fr¨ªo.
La retirada de los 630 despidos no sirve para reactivar parte de la producci¨®n parada
Como prueba de que paz no siempre significa confianza, Ayrault afirm¨® que el Gobierno vigilar¨¢ ¡°escrupulosamente¡± el cumplimiento del acuerdo, y usar¨¢ ¡°todos los medios a su alcance en caso de que no sea respetado¡±. El Gabinete socialista intentaba aparentar mano dura, pero los sindicatos no han escondido su disgusto. Algunos hab¨ªan cre¨ªdo a Montebourg y confiaban en la nacionalizaci¨®n de la compa?¨ªa. ¡°Tenemos la sensaci¨®n de que, una vez m¨¢s, hemos sido traicionados¡±, dijo un portavoz de la central CDFT. ¡°No tenemos confianza en Mittal¡±, agreg¨®.
La victoria final de Mittal supone casi una humillaci¨®n para el Gobierno franc¨¦s. Las disputas entre el Estado y ArcelorMittal empezaron hace dos a?os, cuando Nicolas Sarkozy todav¨ªa estaba en el El¨ªseo. El Gobierno conservador acus¨® a la empresa de descuidar el futuro de sus hornos desde que Mittal Steel compr¨® Arcelor tras una OPA de 29.000 millones de euros rematada entre 2006 y 2009 para crear el mayor conglomerado sider¨²rgico del mundo.
ArcelorMittal ten¨ªa en 2011 el 34% de la cuota del mercado europeo. Pero los datos indican que tanto la demanda como la producci¨®n se han ido desplazando cada vez m¨¢s deprisa hacia Asia y China (pa¨ªs que fabrica ya el 45% del acero mundial), y que las plantas europeas est¨¢n infrautilizadas tras haber reducido entre un 20% y un 25% su actividad desde 2008. Seg¨²n un informe revelado por Le Monde, Francia ha pasado en 20 a?os de ser el noveno productor mundial al decimoquinto, y hoy es el tercero de Europa, despu¨¦s de Alemania e Italia y por delante de Espa?a.
Francia ha pasado de noveno a decimoquinto productor mundial
?Qu¨¦ culpa tiene de esto Lakshmi Mittal? Tras adquirir Arcelor, ha comprado minas y siderurgias por todas partes, y los destinos de la francesa Usinor, la estadounidense International Steel o la espa?ola Aceralia se deciden en Berkeley Square, su despacho londinense, cerca del London Metal Exchange donde se comercian tanto el acero como los instrumentos financieros paralelos (derivados, opciones, etc¨¦tera). Seg¨²n escrib¨ªa el s¨¢bado en la web Mediapart Martine Orange, Mittal, ese ¡°genial hombre de negocios¡±, no ser¨ªa lo que es hoy sin ¡°la sombra protectora de Goldman Sachs¡±. El banco, que financi¨® la OPA de Arcelor, nombr¨® consejero a Mittal en 2008. Y, desde entonces, los 260.000 empleados de Mittal padecen ¡°la visi¨®n cortoplacista del dividendo trimestral y de los intereses de su familia¡±. O, dicho de otro modo, ¡°el poder se vuelve secreto, opaco y discrecional. Desaparece toda estrategia industrial. La ¨²nica l¨ªnea de actuaci¨®n es inyectar la mayor cantidad de dinero posible al grupo y la familia¡±.
La historia se parece a la de tantas empresas golpeadas por esta sorprendente crisis. En 2007, ArcelorMittal logr¨® un beneficio r¨¦cord de 10.700 millones de euros. Luego, la cosa empeora. A fines de 2011, debe m¨¢s de 22. 500 millones de euros, contra 19.700 el a?o anterior. Los gastos financieros suman 2.800 millones. Pero Mittal y sus hijos tienen para ir tirando sin agobios. El a?o pasado, ArcelorMottal reparti¨® 2.300 millones de dividendos ¡ªun poco m¨¢s que el beneficio de 2.200 millones¡ª, y 943 millones fueron a parar a la familia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.