Las pensiones y las prioridades
La actualizaci¨®n de las pensiones era la ¨²ltima promesa que le quedaba a Rajoy por violentar
Sosten¨ªa Javier Pradera que del mismo modo que hay un gran premio para quien acierte una quiniela de 14 resultados, deb¨ªa haber otro, al menos similar, para quien no descifre ninguno. El mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones, roto despu¨¦s de tantas declaraciones previas a las elecciones, era la ¨²ltima promesa electoral que le quedaba a Rajoy por violentar. Ya no le resta ninguna l¨ªnea roja que cruzar. Premio mayor: cero resultados acertados. O el programa del PP semejaba un hitchcockiano crimen perfecto y fue escrito con la voluntad de no cumplirlo (lo que ser¨ªa muy grave en t¨¦rminos de la calidad de la democracia) o, lo que es aun peor, el equipo de Rajoy no ten¨ªa ni idea de cu¨¢l era la situaci¨®n econ¨®mica con la que se iban a encontrar, despu¨¦s de entrenarse tanto tiempo en la oposici¨®n. ?En manos de qui¨¦nes estamos?
El primero en alegrarse de que las pensiones espa?olas no se revaloricen conforme a la inflaci¨®n ha sido el comisario de Asuntos Econ¨®micos de la Uni¨®n Europea, Olli Rehn. Este ha dicho dos cosas muy notables: que Rajoy est¨¢ totalmente comprometido con cumplir sus objetivos (se supone que con sus socios europeos, con relaci¨®n al d¨¦ficit p¨²blico, pero no con sus ciudadanos, en lo que se refiere a las pensiones) y que el d¨¦ficit p¨²blico cerrar¨¢ el a?o en torno al 7%. ?Quiere decir que, a pesar de todos los sacrificios, no se cumplir¨¢ el ¨²nico proyecto de la pol¨ªtica econ¨®mica que es obtener un desequilibrio de las cuentas p¨²blicas no superior al 6,3% del PIB? Y otra pregunta: ?en ese 7% est¨¢ incorporado el monto de las ayudas p¨²blicas a la banca, de m¨¢s de un punto en el actual ejercicio, o sumando tales ayudas el d¨¦ficit espa?ol estar¨¢ m¨¢s cerca del 8% que del 6,3%?
Si un partido pol¨ªtico que aspira a gobernar tiene que ocultar sistem¨¢ticamente su verdadero programa porque de conocerlo la gente no le votar¨ªa; si el Gobierno de turno, sea del signo ideol¨®gico que sea, ha de renunciar a lo que cree (a revalorizar las pensiones, a mantener la inversi¨®n en I+D, a estimular el crecimiento, a sostener o incrementar el gasto social en bienes p¨²blicos como la sanidad, educaci¨®n y desempleo en medio de una recesi¨®n¡) y seguir la ¨²nica senda posible que se le impone desde la UE en alguna de sus instancias, ?cu¨¢l es la libertad de elegir? Esto es lo que se juega tambi¨¦n tomando decisiones como la de las pensiones, sin que nadie haya explicado (hasta el momento de escribir estas l¨ªneas) el giro del Gobierno respecto a su programa y a las hemerotecas.
Mariano Rajoy ha cumplido con sus socios? en detrimento de los ciudadanos
Luego est¨¢ el problema europeo: adem¨¢s de la crisis econ¨®mica y social, que es la dominante, y la crisis institucional y pol¨ªtica, que es la que m¨¢s est¨¢ creciendo, est¨¢ la crisis europea, que es permanente y que tiene dos manifestaciones: primera, la pol¨ªtica econ¨®mica aplicada (¡°la austeridad impuesta¡±, la acaba de denominar Artur Mas), que no est¨¢ dando resultado. El giro radical del Consejo Europeo del 9 de mayo de 2010 se justific¨® para recobrar la confianza de los mercados financieros y permitir que sus agentes financiaran a los Estados europeos a tasas de inter¨¦s razonables; desde entonces, la crisis de la deuda soberana est¨¢ m¨¢s extendida, el crecimiento ha ca¨ªdo con brusquedad, el paro aumenta exponencialmente, lo que junto a los recortes de los salarios, las pensiones y los bienes p¨²blicos de la sanidad y la educaci¨®n genera una fuerte erosi¨®n de la cohesi¨®n social. Y no hay cr¨¦dito.
La segunda manifestaci¨®n es la angustiosa tardanza en resolver los problemas. Tras casi tres a?os de contradicciones, la crisis financiera de Grecia (el 2% del PIB de la UE) sigue sin resolverse y estrangula las dem¨¢s salidas. Y es m¨¢s expl¨ªcito que nunca el debilitamiento de la solidaridad europea y las peleas de gallos entre los pa¨ªses, lo que aumenta la desafecci¨®n.
Hasta ahora el sector menos afectado por las consecuencias de la crisis era el de los pensionistas, que en parte sosten¨ªan la vida cotidiana de los hogares en las que ya no entraba ning¨²n otro sueldo. Desde el pasado viernes, esto tampoco es as¨ª.
No hay nada arreglado en Grecia, tras casi tres a?os de la intervenci¨®n
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