?Qui¨¦n se cre¨ªa los 2.500 millones?
El porcentaje de personas que piensa que el fraude est¨¢ subiendo ha alcanzado cotas m¨¢ximas
La noticia de que Hacienda no ha recaudado ni la mitad de lo previsto por la amnist¨ªa fiscal aprobada hace unos meses no es sorprendente. Lo llamativo hubiese sido lo contrario. Las investigaciones sobre los efectos de las amnist¨ªas en diferentes pa¨ªses muestran, con un consenso notable, que los efectos recaudatorios en el corto plazo suelen ser peque?os. Sobre todo, cuando el anuncio de la amnist¨ªa no es percibido como parte de un paquete de medidas que conllevan el inicio de una etapa nueva y m¨¢s eficaz en la lucha contra el fraude. Solo cuando los que defraudan asumen que el escenario va a cambiar, que va a ser mucho m¨¢s dif¨ªcil y costoso seguir enga?ando e incumpliendo la ley, cogen el tren del perd¨®n fletado por el gobierno. Para el caso espa?ol en concreto, m¨¢s de lo mismo; como nos muestran, entre otros, los estudios de los profesores de la Universidad de Zaragoza L¨®pez Laborda y Rodrigo Sauco.
Por eso, lo m¨¢s interesante y preocupante del anuncio del ministro Montoro son otras cuestiones. En primer lugar y relacionado con lo anterior: no parece que los defraudadores se tomen muy en serio las promesas e intenciones del gobierno sobre la lucha contra el fraude fiscal. Hacienda deber¨ªa tomar buena nota y pensar en estrategias y compromisos que generen m¨¢s credibilidad. Nos va mucho en ello. Algunas ideas interesantes al respecto se discutir¨¢n hoy mismo en el Foro Fiscal del Institut d'Econom¨ªa de Barcelona.
En segundo lugar, lo ocurrido deber¨ªa hacer reflexionar al ministro sobre la necesidad de ser m¨¢s prudentes a la hora de presupuestar medidas de resultado incierto. Desde finales del a?o pasado en Espa?a acumulamos continuos fracasos en el cumplimiento de objetivos presupuestarios, con la consiguiente p¨¦rdida de reputaci¨®n internacional. Si la desviaci¨®n a la baja en una partida de ingresos que aparec¨ªa en el plan de ajuste de antes del verano supera el 50% ?Van a creerse los inversores extranjeros y nuestros socios comunitarios el resto del plan? ?Con qu¨¦ partidas vamos a compensarla?
Tercero y final, sabemos que el cumplimiento tributario obedece a un c¨¢lculo racional de los contribuyentes, teniendo en cuenta la probabilidad percibida de que los detecten y del castigo correspondiente. Pero tambi¨¦n de la "moral fiscal"; es decir, de la predisposici¨®n al pago voluntario de impuestos como deber de ciudadan¨ªa ?Alguien ha hecho un c¨¢lculo de qu¨¦ efectos va a tener la amnist¨ªa sobre esta dimensi¨®n? La realidad es que el porcentaje de ciudadanos que piensa que el fraude est¨¢ aumentando ha alcanzado cotas m¨¢ximas durante las crisis y que esta percepci¨®n alimenta, sin duda, el des¨¢nimo fiscal. Ver que los que antes defraudaron ahora disfrutan de amnist¨ªas a tipos impositivos muy reducidos y que, adem¨¢s, muchos ni siquiera temen que Hacienda los descubra, va a minar esa moral.
Santiago Lago Pe?as es catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Vigo
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